El pasado 5 de octubre el Ejército Nacional y la Policía informaron que disidentes de las Farc lanzaron explosivos y dispararon contra miembros de la fuerza pública que escoltaban a erradicadores de matas de coca en una zona llamada Puerto Rico, y contra una multitud congregada en el lugar para protestar contra esa labor, ocasionando la muerte de seis personas.
El vicepresidente Óscar Naranjo, pidió este domingo explicaciones a la Policía Nacional por el hostigamiento a una misión humanitaria y de periodistas que intentaban llegar a la zona de Tumaco, donde la semana pasada fueron asesinados seis campesinos cocaleros.
"Los hechos irregulares ocurridos en la vereda Tandil, de Tumaco, han llevado al Gobierno a decirle a la Policía Nacional que dé una explicación suficiente", dijo Naranjo a periodistas.
La misión humanitaria compuesta por varias ONG y periodistas fue hostigada con disparos al aire y granadas, aseguró la iniciativa Comunidades Construyendo Paz en los Territorios (Conpaz).
"La información que tengo es que ya la misión humanitaria se encuentra sana y salva en Llorente y en los próximos minutos la Policía Nacional expedirá un comunicado aclarando la situación y pidiendo excusas por el comportamiento de los policías que actuaron, en mi opinión, irregularmente frente a esa misión humanitaria", aclaró el vicepresidente.
Conpaz denunció en su cuenta de Twitter que la misión humanitaria fue "atacada con tiros al aire y granadas" y que "a pesar de que sus integrantes gritaron que eran civiles, policiales siguieron".
La ONG precisó que "el ataque ocurrió a las 14.20 hora local (19.20 GMT) cuando la misión se acercaba al lugar de la masacre cometida por la Policía en jurisdicción de Tumaco".
De la misión humanitaria hacían parte voceros de las organizaciones Justicia y Paz, Comité Permanente por la Defensa de los Derechos Humanos, Corporación Jurídica Yira Castro, Asociación Minga, Diálogo Intereclesial por la Paz, Somos Defensores, Conpaz y Asociación Cristiana Menonita para Justicia, Paz y Acción No Violenta.
También estaban presentes representantes de Naciones Unidas y periodistas de los diarios El Espectador y El Tiempo, y de la Revista Semana.
Según el vicepresidente Naranjo, al parecer "la misión humanitaria estaba en el lugar para recuperar a una séptima víctima mortal" del ataque del pasado jueves, que dejó además cerca de 20 heridos.
"La comisión se traslada a la zona y se encuentra a una base del escuadrón antidisturbios de la Policía y es allí cuando se presenta esta situación que nosotros lamentamos", afirmó.
Naranjo precisó que "hubo disparos al aire y lanzamiento de granadas de aturdimiento".
Este tema generó controversia debido a que el movimiento de izquierdas Marcha Patriótica culpó a la Policía del ataque y dijo que miembros de esa institución "amenazaron y dispararon de forma indiscriminada sus armas de dotación en contra de la multitud que se encontraba en el lugar".