Ganar un título con el equipo de sus amores, el DIM, es el anhelo de Germán Cano, quien recientemente extendió su vínculo con el club por seis meses más.
Encontró su lugar en el mundo en Medellín. Salió de niño de su casa en la ciudad de Posadas, noreste de Argentina, en busca de un sueño.
El Club Atlético Lanús, en el Sur del Gran Buenos Aires lo acogió con apenas diez años de edad. Allí vivió gran parte de su niñez, su juventud y se formó como hombre y futbolista, hasta que debutó en el fútbol profesional.
Germán Ezequiel Cano es, hoy por hoy, el jugador franquicia de Independiente Medellín. El goleador, el ídolo, el depredador de área y el más aclamado por el hincha.
Dicen que las segundas parte no son buenas, pero esta bien podría ser la excepción. Desde su regreso al club en enero pasado, tras un periplo de tres años por el balompié mexicano, ha tenido actuaciones estelares, al punto de que es el goleador del torneo Apertura, con doce tantos, y el gran artífice de la clasificación del equipo a las semifinales.
Más allá de sus bondades y cualidades futbolísticas, hay un término que lo describe de cuerpo completo: guerrero. Un guerrero de la vida y un guerrero en la cancha, tal y como lo describe Fabián Soubeste, directivo del Club Atlético Lanús, y quien se desempeñó como presidente del Fútbol Amateur de la institución durante la etapa en la cual Cano integró las divisiones menores.
“Germán llegó al club a los diez años y jugó en todas las categorías hasta llegar al equipo profesional. La categoría 1988 es una de las mejores camadas del club y Cano era uno de los goleadores. Desde muy joven demostró todo su potencial, un jugador muy completo, con una frialdad admirable para convertir y siempre dejando todo dentro de la cancha. Me tocó disfrutarlo muchos años, y más allá de las estadísticas, de las grandes condiciones que tiene, siento un gran cariño y aprecio hacia él, al punto de que lo considero mi tercer hijo. Tiene unos sentimientos realmente admirables, excelente persona, buen compañero y por sobre todas las cosas, muy humilde”, destacó el directivo.
“Hoy los hinchas del DIM tienen la suerte de disfrutarlo -prosiguió-, siempre le dije que tenía gran futuro y con el paso de los años lo sigue demostrando, no tengo dudas que le seguirá dando grandes alegría al club, pues a mi parecer no existen muchos jugadores con sus condiciones”, dijo Soubeste.
El Matador debutó en el profesionalismo en 2007 bajo las órdenes del técnico Ramón Cabrero (fallecido el año pasado, dirigió a Nacional entre 2009 y 2010) e integró el plantel campeón del torneo Apertura 2007, primer título oficial del club.
Federico Colman, periodista que sigue permanentemente la campaña del elenco Granate, apuntó que “cuando arrancó en Lanús era una promesa, pintaba para ser el goleador del equipo pero en ese momento estaba brillando José Sand (actual delantero del Deportivo Cali). Por sus características muchos lo comparaban con Carlos Tévez, pero no pudo consolidarse en el club y por eso se marchó a otros equipos del país, hasta que inició su carrera en el extranjero”.
Etapa internacional y primer paso por el DIM
Deportivo Pereira apostó por el entonces joven atacante, que después de iniciarse en Lanús tuvo pasos poco fructíferos por Chacarita y Colón. En el onceno Matecaña dejó muy buenas sensaciones, con 9 goles convertidos en 18 juegos, en un equipo que a la postre descendió.
Nacional de Paraguay lo tuvo un semestre y en junio de 2012 llegó al club con el cual tuvo amor a primera vista: Independiente Medellín.
Con gol suyo, el Rojo venció por la mínima diferencia al Pasto en el Atanasio Girardot, en el inicio del torneo Finalización. El primero de los 67 goles que ha marcado con la casaca Poderosa, que lo tienen a 25 celebraciones de igualar al goleador histórico, su compatriota José Vicente Grecco.
Su amor por el DIM, su sentido de pertenencia y alma de guerrero innata lo llevaron a exteriorizar su deseo de disputar la Final de dicho torneo en pleno proceso de recuperación de una ruptura parcial del ligamento cruzado anterior de su rodilla izquierda. Por razones obvias el cuerpo técnico no lo permitió, pero fue una carta a la cual estuvo dispuesto a jugarse sin renegar.
54 goles, dos Botines de Oro y dos subtítulos del fútbol colombiano acompañaron la primera etapa de Germán Cano en el Rojo. Partió a México a inicios de 2015 con la promesa de regresar, de retomar un amor imposible de olvidar y por sobre todo, como él mismo lo dijo, “saldar una deuda”, en alusión a que no pudo levantar un trofeo de campeón con el DIM.
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“Las lesiones no le permitieron triunfar”
Germán Cano llegó al Pachuca como delantero de cartel, pero una inoportuna y delicada lesión de rodilla lo privó de mostrar su olfato goleador. En un comienzo le costó adaptarse y acomodarse al balompié Azteca.
Por ello pasó cedido al León, donde dejó buenas sensaciones, como lo explicó Julio Saucedo, periodista de la cadena televisiva Espn.
“Después de ese paso por el Pachuca llegó a León como muy buen refuerzo, pero el equipo era dirigido en aquel entonces por Luis Fernando Tena, un técnico que prioriza el orden defensivo y aparte Cano llegaba a competir por un lugar con su compatriota Mauro Bosselli, histórico jugador del club. Sin embargo, jugaron juntos algunos partidos y se complementaron bien. Inició de gran forma, con un doblete y un golazo de tijera que aún al día de hoy es muy recordado. Llegó el técnico Javier Torrente, que ya conocía a Cano en el paso de ambos por el fútbol colombiano, y cuando se empezaba a consolidar llegaron algunas lesiones que no le dejaron tener continuidad”, aseguró Saucedo.
El comunicador ponderó la calidad humana del delantero: “Es sabido que (Cano) es un apasionado del golf. Era común verlo en sus ratos libres jugando golf y trabó amistad con muchas personas de ese entorno. Nunca dio de qué hablar en situaciones extradeportivas, siempre mantuvo una vida estable y tranquila y dejó las puertas abiertas”.
Felizmente Cano regresó al equipo de sus afectos y sigue con el carácter, la frecuencia goleadora y sentido de pertenencia de siempre. Una multitud lo recibió en el aeropuerto José María Córdova y desde entonces, cotidianamente, las muestras de afecto hacia él son infinitas.
“Estoy feliz por estar de nuevo en mi casa, con mi gente, me siento un afortunado por regresar al equipo de mis amores”, palabras sinceras del Matador, un guerrero dentro y fuera de la cancha. El hombre llamado a liderar al DIM hacia la anhelada séptima estrella.
Cifras del Matador
- 3 hat trick ha convertido con el Medellín
- 11 dobletes se ha apuntado con la casaca Poderosa
- Es el sexto goleador histórico del DIM:
92 goles: José Vicente Grecco
91: Carlos Castro
78: Diego Álvarez
77: Felipe Marino
72: Jorge Horacio Serna
67: Germán Cano