“…Es como el pan y circo postmoderno, pero en vez de leones hay deportistas matándose entre sí…”
Emitir juicios en contra de los jugadores que están representando a un país en un equipo de fútbol o en cualquier deporte es para empezar, una infamia. Pasar a los insultos y descalificaciones desde la comodidad del hogar, sin sudar una sola gota, difamar por las redes sociales, entre otras, son las actitudes que saca el fútbol de lo más adentro de las personas (bueno, y las campañas políticas también). Pero es que hemos venido escuchando a los comentaristas deportivos posando como estrategas, despotricando a diestra y siniestra, dándole píe a sus oyentes para hacerlo también. Es como el pan y circo postmoderno, pero en vez de leones hay deportistas matándose entre si. (Muchos de estos escenarios iniciaron su operación y otros su construcción en la era antes de cristo -AC- en esa época, mientras estaban todos entretenidos en el circo viendo el “espectáculo”, los soldados se daban una vuelta por los poblados a cobrar los tributos, a violar las mujeres y a atravesar con sus espadas a cualquiera que se opusiera, independientemente a que fuera mayor o menor de edad). En estas épocas, los asesinatos, las inquisiciones, las linchadas, son en las redes sociales, ahí es donde se van años de historia y de sacrificio a la basura. Una cara sonriente publicada en cualquier red, un logro, una opinión, tienen años de angustias y dolores detrás, y cada réplica, con violencia, descalificadora por no estar de acuerdo, por pensar diferente, es un incentivo a la violencia, que se nota después, cuando los encuentros sean reales. No pretendo escribir una encíclica para dar líneas éticas de acciones y procederes en las redes, ni más faltaba, pero sí quiero expresar mi opinión al respecto. Pienso que no se deberían poner fotos de las relaciones afectivas para expresarse amor eterno. Pienso que no se deberían poner fotos de niños, así sean sus propios hijos. Publicar cosas como indicador de éxito, con cosas me refiero a carros, casas, zapatos y en fin, tampoco creo que se debería hacer. Todo eso aviva las pasiones, las envidias, los celos, hace que salgan a flote y como somos seres humanos, no estamos exentos de esos sentimientos en ocasiones tan dañinos. Pienso también que replicar lo que no se ha leído ni visto, no se debe. Opinar violentamente, irrespetuosamente, injuriando, calumniando, evidentemente tampoco. Eso como el procedimiento básico, por que hay muchas ventajas cuando se puede vivir siendo invisible, marcando una considerable distancia entre los que opinan como deberían vivir los demás y entre los amarillistas intrigantes y mal intencionados noticieros sugiriendo a sus adeptos en quienes deberían creer y en quienes no. Pienso también que no se deberían publicar temas espirituales, creencias, ritos o demás solemnidades que se deberían cultivar preferiblemente hacia adentro. En fin, solamente quiero resaltar que vamos por la mitad del mundial, y por publicaciones sin contexto, somos un mal país porque no recogimos basura en el estadio, por no decir todo lo demás y después nos parece muy normal que se haga una consulta para saber si estamos o no, en contra de la corrupción y peor, que se haga una campaña diciéndole a la gente cuales son las respuestas que tiene de marcar.
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