La Federación Peruana de Fútbol también lamentó el castigo impuesto a Guerrero y defendió la “conducta ejemplar” de su capitán, al que había incluido en su primera lista para Rusia 2018 comunicada esta semana a la Fifa.
El sindicato internacional de Futbolistas Profesionales (Fifpro) pidió una reunión urgente con la Fifa tras considerar “desproporcionado e injusto” el castigo de catorce meses impuesto al delantero peruano Paolo Guerrero por el Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS), que le impide jugar el Mundial.
“Fifpro llama a una reunión urgente con la Fifa luego de que el futbolista Paolo Guerrero fuera suspendido por catorce meses por ingerir accidentalmente una sustancia prohibida, lo que le impedirá representar a Perú en la Copa del Mundo”, indicó el organismo en un comunicado.
Para el sindicato, “la prohibición es injusta y desproporcionada y constituye el último ejemplo de un Código Mundial Antidopaje que con demasiada frecuencia conduce a sanciones inapropiadas, especialmente cuando se ha establecido que no hubo intención de hacer trampa”.
“Tanto la Fifa como el Tribunal de Arbitraje Deportivo acordaron que Guerrero no ingirió a sabiendas la sustancia y que no hubo ningún efecto de mejora del rendimiento. Por lo tanto, desafía el sentido común que se le imponga un castigo que es tan perjudicial para su carrera”, remarcó.
Fifpro sostuvo, además, que el código de la Agencia Mundial Antidopaje (AMA) “se impuso y actualizó sin consultar a los futbolistas y sus representantes”.
Ante “este caso y otras decisiones recientes, Fifpro solicita a la Fifa y otras partes interesadas en el fútbol que se examine de forma inmediata el proceso de modificación de las normas antidopaje en el fútbol”.
Concluyó que esto se debe hacer “para que sirvan a los mejores intereses del juego y protejan los derechos fundamentales de los jugadores".
El TAS publicó el pasado lunes una resolución en la que impuso a Guerrero una sanción de catorce meses por dopaje, lo que deja al delantero sin posibilidad de llegar a la Copa del Mundo, para la que Perú se clasificó después de 36 años.
El castigo responde a que en un control antidopaje realizado a Guerrero tras el partido jugado por Perú ante Argentina en La Bombonera de Buenos Aires el 5 de octubre de 2017 se detectó benzoilecgonina, principal metabolito de la coca y sus derivados.
Inicialmente, la Fifa sancionó al jugador con un año de suspensión, pero después el comité de apelaciones del organismo internacional rebajó a seis meses la sanción, al considerar que el futbolista no consumió cocaína, sino que la sustancia provenía de una infusión que contenía restos de mate de hojas de coca.
Guerrero, quien acaba de cumplir los seis meses de suspensión, recurrió al TAS para obtener su total absolución, a la vez que la AMA también presentó recurso al mismo para pedir una sanción mayor de entre uno y dos años.
Después de celebrar una audiencia con las partes a principios de mayo, el TAS se pronunció el pasado lunes sobre el caso y estimó parcialmente la reclamación de la AMA para aumentar la sanción al jugador hasta catorce meses. Guerrero terminará de cumplir su castigo el 13 de enero de 2019.
El tribunal argumentó que quedó demostrado que el jugador incumplió la normativa antidopaje y pese a “no pretender mejorar su rendimiento con la ingesta de una sustancia prohibida, actuó de manera negligente, ya que podía haber adoptado medidas para prevenir la comisión de una infracción de dopaje”.
Tras conocer esta decisión, Guerrero se dirigió en un vídeo a “las personas que contribuyeron a esta vergonzosa injusticia” para decirles que le están “robando” su participación en el Mundial y probablemente también su carrera profesional.
El futbolista del Flamengo de Brasil, quien arribó este martes a Lima, declaró que “lo que no se comprueba” es cómo ha podido incrementarse su sanción “sin justificación o algún argumento”.
“No he consumido ningún tipo de droga o sustancia prohibida, jamás he tenido la voluntad de hacerlo porque nunca me ha llamado la atención y siempre he sido profesional”, remarcó.