Ramón Jesurún, presidente de la Federación Colombiana de Fútbol, afirmó que no lo ha hecho por la crisis que atraviesa el vecino país.
El presidente de la Federación Colombiana de Fútbol, Ramón Jesurún, afirmó hoy que no ha pedido modificar la fecha ni el lugar del partido de las eliminatorias del Mundial de Rusia contra Venezuela ante la crisis que vive ese país. "No puede ser para nosotros motivo diferente que aceptar lo que en estos momentos hay dentro de la programación oficial de la Fifa y en concordancia con el equipo local, el partido sigue siendo el 31 de agosto a las 5:00 p.m. hora de San Cristóbal", manifestó Jesurúm en Bogotá.
Añadió que su colega, el presidente de la Federación Venezolana de Fútbol (FVF), Laureano González, le garantizó la seguridad de los jugadores colombianos en su visita a ese país. Sobre cómo viajará la selección colombiana a Venezuela luego de que la aerolínea Avianca suspendiera sus vuelos desde y hacia ese país el 16 de agosto, Jesurún señaló que están trabajando para "entregarle toda la comodidad" a los futbolistas que irán a San Cristóbal.
Por su parte, el presidente de la Conmebol, Alejandro Domínguez, aseguró que la decisión sobre el cambio de fecha y sede del partido es de la Fifa. "Debo admitir que sí hubo una solicitud, ella debió hacerse ante la Fifa y no la Conmebol", agregó el directivo paraguayo.
Sin embargo, señaló que la seguridad es la prioridad para la Conmebol y destacó también la gestión del presidente de la FVF para que el partido se pueda jugar sin problemas en San Cristóbal. "Para mí, la prioridad es la seguridad, también entiendo que la FVF está asumiendo con mucha responsabilidad la solicitud y entiendo que entre conversaciones que hubo entre los dos presidentes, Laureano (González) garantiza el juego con todas las seguridad pertinente al partido", concluyó el dirigente.
Venezuela está sumida hace cuatro meses en una aguda crisis política que se acentuó con la elección de la Asamblea Constituyente convocada por el presidente Nicolás Maduro. Los opositores han liderado más de tres meses de protesta en contra del Gobierno y han desconocido a varias de las instituciones del Estado, que aseguran, están al servicio del chavismo. Más de cien jornadas de protesta han dejado 121 muertos y miles de detenidos.