Esta estrategia comercial también propicia que vuelva a escucharse la música de artistas que no se encuentran en auge.
Dos vocalistas grabando juntos una canción es una práctica muy común en la actualidad y sirve para que los cantantes jóvenes sean apoyados por los más famosos, según el administrador de una empresa encargada de representar artistas.
De acuerdo con Rubén Zapata, gerente de una compañía de representaciones, un ejemplo de esto es “el caso de Dareska, que es una figura nueva de la música popular, y en este momento la está apadrinando mucho el señor Jhon Alex Castaño”. Además, especificó, ambos artistas trabajan con la misma mánager y ya hicieron una canción juntos.
Sin embargo, grabar a dúo -lo que hoy se conoce como featuring (feat.)- también le puede convenir al artista más reconocido.
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“Es un negocio porque los feat. benefician mucho al intérprete nuevo pero también benefician a las dos partes. El artista más pegado, ‘jala’ la canción y al artista nuevo. Aunque normalmente estos músicos que ya son tan fuertes se juntan con vocalistas nuevos que ya tienen canciones exitosas”, aseguró.
“Manuel Turizo es uno de los artistas revelación de nuestro país” y ya participó en un feat. con Nicky Jam, en otro con Valentino y en uno más con Piso 21, acotó Zapata, quien añadió que cuando un cantante ha dejado de sonar por un tiempo y acude a esta táctica comercial encuentra una oportunidad para volver a sonar.
Asimismo, el experto en la industria musical aseveró que otra de las maneras en las que un artista reconocido apoya a otro que está empezando su carrera es a través de las redes sociales, pues el músico famoso puede realizar publicaciones que benefician a su “apadrinado”.
De tal padrino tal ahijado
Para Hernán Darío Usquiano, presentador del programa La Viejoteca, del canal Telemedellín, y conocido como El señor de las historias, “los padrinos artísticos”, es algo que “se ha dado toda la vida en la industria discográfica”.
De esta manera, explicó, desde hace décadas los más famosos “les daban las oportunidades artísticas (a los que empezaban su carrera) y llegaban a mostrar su talento hasta que alcanzaban la pasta sonora y con el apoyo de las diferentes disqueras se convertían en grandes figuras”.
El señor de las historias narró en diálogo con EL MUNDO que en el campo de la música tropical “hace muchos años Lisandro Meza, Calixto Ochoa y en general todos los Corraleros del Majagual fueron “padrinos” de Julio Ernesto Estrada Fruko; mientras que “Gustavo Quintero, en su momento, fue ‘padrino’ de Jairo Partenina”.
El experto narró que otro caso fue el de Rodolfo Aicardi, quien tuvo como “su padrino número uno” a Jairo Grisales, del Sexteto Miramar. Posteriormente, quien apadrinó a Aicardi “fue Toño Fuentes desde su compañía discográfica”.
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El presentador de La Viejoteca afirmó además que “Jorgito Celedón tuvo un gran ‘padrino’: su tío Daniel Celedón, cantante y compositor vallenato”. También “tuvo un apoyo muy grande en Israel Romero, del Binomio de Oro. Ellos dos pueden ser los ‘padrinos’ de Jorgito Celedón, quien hoy es una gran figura”.
Sólo dinero
El experto resaltó que mientras lo “padrinos” artísticos apoyan a los que vienen detrás, propiciando oportunidades y conectándolos con los grupos y equipos de trabajo adecuados; cediendo incluso obras para que los más nuevos las interpreten, y facilitando además el acceso a los estudios de grabación; también han existido quienes, sin saber nada o muy poco acerca de la industria, sólo aportan dinero a un artista que no sabe de dónde provienen estos fondos.
Incluso, en estas situaciones, añadió, no se sabe si los dineros aportados provienen de actividades al margen de la ley como el narcotráfico o el paramilitarismo.
“Ese tipo de personajes cobran esas deudas cuando el artista no tiene capacidad, en un tiempo determinado, de devolver esas platas y ahí se forma un problema grande para el músico porque esos aportantes no saben hasta qué punto se puede apoyar un artista”, advirtió.
Esto “es peligroso y no es bueno ni sano para la industria ni del disco ni del espectáculo”, recalcó Usquiano.