Los familiares expresaron con carteles, fotografías y banderas sus reclamos frente a la Casa Rosada, la sede del Gobierno argentino ubicada en la histórica Plaza de Mayo de la capital, el día en que se cumplen cuatro meses desde que el sumergible reportó su posición por última vez.
A cuatro meses de la desaparición del submarino argentino Ara San Juan en el sur del Atlántico con 44 tripulantes a bordo, sus familiares pidieron este jueves en Buenos Aires colaboración internacional para no quedar en el olvido.
"Nosotros nos quedamos con un vacío enorme, porque no contamos con la tecnología para seguir buscándolos y si la comunidad internacional no colabora con nosotros va a quedar esto en el olvido", reveló Luis Tagliapietra, padre de uno de los submarinistas, querellante en la causa y portavoz de las familias.
Desde hace cuatro meses se inició una búsqueda en la que participaron diferentes países y que fue aumentando intensidad a medida que pasaban las horas más decisivas para la supervivencia de los submarinistas, de los que se temía que, de seguir con vida, podían quedarse sin oxígeno.
"A 120 días de la desaparición del submarino, los países que ayudaron en su momento con la búsqueda se han retirado, sólo quedó el buque ruso Yantar, que según informaciones que tenemos se va a retirar a fin de mes, sólo en quince días", sostuvo Tagliapietra.
El portavoz de la Armada argentina, Enrique Balbi, salió dos semanas después a anunciar un cambio de fase en el operativo para dar con el buque, en el que descartó un rescate de víctimas, pero mantuvo que se seguía haciendo lo posible para localizar la nave.
La noticia conmocionó al país sudamericano e implicó que algunos de los equipos internacionales comenzaran a abandonar el rastreo, así como hizo crecer la tensión entre el Gobierno y las familias.
“Los que tienen el poder para hacer esto no alcanzan con las expresiones de buena voluntad, tienen que ir acompañadas de medidas concretas para poder lograr este objetivo", transmitió el portavoz, quien se refirió a la "millonaria" recompensa ofrecida por el Gobierno de Mauricio Macri como insuficiente.
Tagliapietra agradeció el apoyo del pueblo argentino, a quien ahora piden una mano para encontrar la verdad de lo sucedido con una recaudación de fondos para contratar buques que puedan encontrar a sus 44 desaparecidos.
Estos meses, el caso se ha abierto en la Justicia con diversos familiares como querellantes, y se sumó una investigación interna en el seno de la Armada, en la que el almirante Marcelo Srur fue destituido por el Gobierno como jefe del cuerpo castrense y se creó, además, en el Congreso de la Nación una Comisión Especial Investigadora.
Por su parte, Johana Oviedo, familiar de Sergio Cuellar, cabo principal del buque, continúa levantando su imagen para reclamar que el Gobierno consiga recuperar a sus seres queridos.
"Ya son cuatro meses de incertidumbre, que buscamos la verdad, que nos digan realmente qué pasó, que no nos digan conjeturas, que salga a la luz lo que tenga que salir", insistió.