Sectores tradicionales de la economía colombiana se caracterizan por tener una mano de obras intensiva, como es el caso de la agricultura y la industria textil. Esto a pesar de los cambios tecnológicos que se han operado en el país y en el mundo. Esta realidad, a medida que la humanidad avanza, está trayendo consigo un fenómeno que viene preocupando a los gremios vinculados a esos sectores y a los analistas, y es la falta de relevo generacional. 

El relevo generacional en condiciones normales ocurre permanentemente cuando la mano de obra se jubila y llega la más joven a reemplazarla. Reemplazo que viene ocurriendo en la historia de la humanidad, podría decirse, desde sus orígenes según los economistas, pero que en distintos sectores en el mundo, y en Colombia, se está dificultando en los últimos tiempos. 
Algunos sectores ya lo han identificado como un problema y trabajan para implementar estrategias que alivien de alguna manera esta situación.
 
Posibles causas

Enrique Gómez miembro de la Cámara Colombiana de la Confección y afines (Ccca) ha podido evidenciar el problema desde el aspecto gerencial. Considera que hay poca preparación de los hijos para estar al frente de las empresas de sus progenitores.

“En general hemos notado un problema en el relevo generacional y es que no estamos preparando suficientemente bien a nuestros hijos para que puedan asumir las riendas de la empresa. Los estamos mandando a estudiar al exterior, los estamos educando en áreas diferentes y no en lo que necesitamos”.

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En el mismo sentido, desde el sector cafetero, Álvaro Jaramillo, director ejecutivo del comité departamental de cafeteros de Antioquia, aseguró que “desde la federación ha sido una preocupación latente desde hace años el tema del relevo generacional y muchos de nuestros proyectos de carácter educativo para el cultivo del café, renovación de cafetales, etc., están direccionados a solucionar esta problemática”.

Sin embargo, desde la Federación creen que es necesario pensar esta situación como un asunto cultural y que también es necesario mirarla desde una perspectiva económicamente atractiva para los jóvenes. 

Frente a esto el investigador de mercado laboral Jorge Coronel señaló que, en Colombia, “cada año se presenta una situación grave con el sector del café pues cada año se conoce la noticia de que no hay recolectores del grano. En este país que vivió del café y que todavía es un producto importante, no tenemos recolectores, porque se van a las ciudades.Probablemente existan razones que lo expliquen, que se paga mal, o que se dedican a otra actividad, por ejemplo. Pero es grave porque podemos llegar al momento en que se pierdan cosechas y que el caficultor desista de la actividad”. 

Por otra parte, el presidente de la Asociación de bananeros de Colombia (Augura), Juan Camilo Restrepo, manifestó que para que en el sector exista calidad y productividad, es fundamental la relación con la base social y sindical, o sea los trabajadores, por lo tanto en la asociación reconocen el problema del relevo.

“El sector bananero genera más de 23.000 empleos directos y más de 130.000 indirectos y no es ajeno en esa relación laboral a lo que ocurre en el campo colombiano en general. La edad de nuestra mano de obra está superando los 50-55 años, eso significa que al cabo de unos diez años vamos a tener dificultad si no diseñamos desde ya una estrategia y la ponemos en marcha para ese relevo generacional”, no solamente en el sector bananero sino en el campo colombiano en general.

Sin embargo para el sector floricultor la situación se ha tornado un poco distinta aunque consideran que sigue siendo un problema para resolver. Augusto Solano, presidente de la Asociación Colombiana de Exportadores de Flores, Asocolflores, señaló que “no se veía un relevo claro en las empresas floricultoras y se pensaba que las nuevas generaciones de los floricultores empresarios no estaban interesadas y no se querían vincular al cultivo. Pero en los últimos dos años se ha visto que están apareciendo personas jóvenes de las familias propietarias de los cultivos involucrados y están asumiendo las riendas de las empresas, un giro positivo”, indicó Solano.

Pero aunque entre los propietarios se ve el interés, no ocurre los mismo entre los jóvenes familiares de trabajadores de flores. “Ese reto sí lo tenemos a nivel de los trabajadores. Notamos que ha sido más difícil que los hijos de los trabajadores de flores quieran seguir trabajando en el campo y tenemos que mostrarles que hay oportunidades interesantes de desarrollo”. 

Retos
Desde los sectores productivos, luego de identificar y reconocer que el relevo generacional es un problema que los afecta de manera directa, aunque no es solamente de sus sectores, coinciden en que deben comenzar a actuar de manera estratégica para hacer que la mano de obra joven ya sea en la administración o en el trabajo en campo, se deje atrapar por la vocación y desee quedarse en el sector. 

Gómez señaló que no se puede entregar a los jóvenes las “riendas” de la empresa familiar sin la suficiente preparación y además es necesario integrar el contexto de las nuevas generaciones con la administración de la empresa en el sector. Por eso, una estrategia probable que propone Gómez es la de involucrarse con los intereses de los jóvenes y su manera de hacer las cosas. 
“Con todo lo que sucede en el desarrollo tecnológico del mercado virtual y sus relacionados, las nuevas generaciones no quieren entrar a ser parte de lo que hemos venido haciendo históricamente los empresarios. La forma como vemos que se puede lograr esto es involucrándonos en lo que vienen haciendo y es que nuestro mercado migre en gran parte al mercado digital para que los jóvenes se sientan también cómodos”. 

Y añadió: “Hemos venido aplicando una estrategia con los empleados y es una especie de carrera administrativa y consiste en que el empleado, a medida que adquiera las competencias, va ascendiendo de cargo hasta poder llegar a ser gerente y conocer el manejo de la empresa, sin embargo tampoco vemos desde los hijos de ellos esa voluntad”. 

Augura, por su parte, ya tiene una estrategia que busca formar a los jóvenes en las aulas y en el campo, lo que es llamado formación dual.  “Tenemos que partir de que el sector bananero ha anunciado dicha estrategia con un primer paso que es mostrar los beneficios que da el trabajar en la actividad bananera, seducir, atraer a que nuestros jóvenes, que nuestras presentes generaciones, vean en esta actividad una que les permita desarrollarse en una sociedad, constituir un hogar y poder generar tranquilidad en el diario vivir de su entorno, que vale la pena trabajar en el sector bananero”.

Al cabo de esta estrategia esperan tener más de 180 jóvenes nuevos incorporados a la actividad bananera, que además no verán la delincuencia como una opción, aspecto que destaca  el presidente de Augura.

Problemática global

Aunque está evidenciado que el bajo relevo generacional afecta más a las actividades tradicionales,  es una problemática que se vive en todo el mundo y en los diferentes sectores industriales y productivos, incluso en los educativos, y que también tendría como causa que las empresas no están contratando mano de obra joven.

Jorge Coronel, investigador del mercado laboral, señaló que particularmente en Medellín y en el resto del país esta situación es clara y es que se necesita personal joven en las distintas áreas. 
“A los jóvenes les cuesta enfrentarse al mundo laboral y hay muchas explicaciones, una de ellas es la falta de experiencia, entonces al no tener experiencia no se contrata, entonces se convierte en un círculo vicioso. Es un problema grave sobre el cual debemos empezar a pensar y reflexionar con cuidado. Las actividades agrícolas por ejemplo, se están menospreciando. Antes los niños aprendían y se quedaban en las labores de sus padres, ahora los jóvenes van a la ciudad, se preparan en la universidad pero no regresan al campo”.

Además, agregó que dicha situación es grave porque son necesarias las nuevas generaciones en todas las actividades y áreas para que no queden sectores desprovistos al necesitar un relevo generacional.

Fenómeno sin investigación

Los analistas consideran que el problema del relevo generacional en el país está poco explorado y por lo tanto no es posible medirlo de alguna manera, sin embargo es interesante y sería necesario comenzar a estudiarlo de cerca para poder crear estrategias que permitan aliviar esta situación.

Nicolás Ocampo, director del Observatorio Regional del Mercado de Trabajo Ormet Antioquia, opinó que aunque es una problemática de los jóvenes en general, esto afecta a ciertos sectores más que a otros y podría tener diversas razones. 

“Es difícil medir ese relevo generacional, pero desde lo que se ha visto en el Ormet, sobre todo los sectores económicos más tradicionales son los que más se afectan por ese tema y sobre todo a nivel rural. Sigue siendo un tema difícil el cómo hacer que los jóvenes vuelvan a esas actividades tradicionales cuando ya lo que el mundo pide y da es otra cosa”.

Coronel, por su parte, advirtió que Medellín, que antes era una ciudad industrial, hoy es de innovación y servicios, lo que es un ejemplo de identidad industrial perdida y que con esto también cambia la educación. “Hay que entender que la dinámica es otra, que se perdió una identidad y que existen retos grandes, por ejemplo el de formar para los servicios porque históricamente se ha formado para la industria”.

Oportunidad rural

Desde el Gobierno, la ministra del Trabajo, Griselda Restrepo, indicó que una de las estrategias a implementar ante el problema del relevo generacional es demostrarle a las nuevas generaciones que en el campo también hay oportunidades de hacer una vida y desarrollo sostenible económicamente.

“La estrategia es que los jóvenes vean oportunidades, ¿por qué ya no les gusta? Porque ven que sus padres hacen un gran esfuerzo en la ruralidad sin resultados efectivos. Ven que son círculos de mucha labor pero de pocos resultados económicos progresivos. Cuando el país haga su gran despliegue en lo rural y ellos vean que desde allá también pueden hacer proyecto de vida, se nos van a quedar en la ruralidad. La parte de la comisión de la Paz es que el país, el Estado, se ha volcado a la ruralidad”.