El secretario de Estado de EE. UU., Rex Tillerson, anunció en China que Washington mantiene contactos exploratorios con Corea del Norte para determinar su disposición al diálogo.
Tras una serie de tres reuniones consecutivas con el presidente, Xi Jinping, y otros líderes chinos, el secretario de Estado de EE. UU., Rex Tillerson, comunicó por sorpresa que Estados Unidos tiene "líneas de comunicación" abiertas con Pyongyang.
"Estamos sondeando" la voluntad del régimen norcoreano para entablar un diálogo, "no estamos a oscuras", explicó el jefe de la diplomacia estadounidense, quien no detalló la naturaleza de esos contactos o si se hacen a través de China.
Llamó la atención para que Washington divulgue estos contactos justo tras las reuniones de Tillerson en Pekín.
El anuncio de Tillerson llegó además en medio del fuerte aumento de la tensión entre Estados Unidos y Corea del Norte durante el último mes debido a la evolución de los programas de armas nucleares y misiles balísticos del régimen comunista de Pyongyang.
En las últimas semanas, el presidente estadounidense, Donald Trump, ha repetido que se reserva la opción de una intervención militar contra Corea del Norte en respuesta a las últimas pruebas atómicas y ensayos de misiles por parte de aquel país.
Tillerson discutió la crisis en reuniones separadas con el presidente chino, Xi Jinping, y con su consejero de seguridad nacional, Yang Jiechi, y el ministro de Exteriores, Wang Yi, sin que hasta ahora haya trascendido nada del contenido de esas conversaciones.
China, que durante décadas ha sido considerado el aliado más estrecho al hermético régimen norcoreano, ha aprobado en las últimas semanas nuevas sanciones económicas en línea con las medidas acordadas por el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas.
Así, Pekín anunció este jueves el cierre de las empresas norcoreanas con presencia en este país y de las mixtas -con capital chino y norcoreano- en un plazo de 120 días, una semana después de que decidiera una restricción del suministro de petróleo a Corea del Norte y la prohibición general de las importaciones de textiles procedentes de ese país.
Además de discutir la crisis de Corea del Norte, Tillerson preparó en Pekín la próxima visita en noviembre de Trump y ambas partes, en sus declaraciones a la prensa antes de las reuniones a puerta cerrada, se esforzaron en destacar la buena sintonía común sin mencionar siguiera la cuestión norcoreana.
Reunidos en un salón del Gran Palacio del Pueblo, el presidente chino afirmó a Tillerson que la visita de Trump será una "gran oportunidad" para las relaciones entre ambas potencias en plena escalada de tensión por los programas atómico y balístico de Corea del Norte.
Xi subrayó que la primera visita oficial de Trump a China es "el mayor evento dentro del programa de nuestras relaciones bilaterales" y auguró que será "especial, maravillosa y exitosa".
Según el presidente chino, los lazos con EE. UU. han sido "generalmente estables" y ambos líderes han mantenido hasta ahora una "sólida comunicación".
El presidente de la segunda economía mundial también ensalzó la "muy buena relación de trabajo y amistad personal" que mantiene con Tillerson, a quien recordó los "esfuerzos" que ambos países han hecho para "impulsar" unas mejores relaciones.
Por su parte, Tillerson aseguró que Trump "espera con ilusión" su próximo encuentro con Xi en Pekín, para el cual "se han llevado a cabo muy buenos diálogos", tanto con el ministro de Exteriores chino, Wang Yi, como con el Consejero de Estado chino, Yang Jiechi (equivalente a consejero de seguridad nacional).
"Como habrá notado, esta es una relación (la de China y EE. UU.) que continúa creciendo y madurando", aseveró el secretario estadounidense, quien deseó incrementar la confianza mutua así como la cooperación tanto a nivel internacional como regional.
Trump y Xi ya mantuvieron una primera reunión en abril pasado en la residencia que el presidente estadounidense tiene en Mar-a-Lago (Florida) y el viaje a Pekín que anunció esta semana la Casa Blanca devuelve esa visita.
La primera gira asiática de Trump como presidente, entre el 3 y el 14 de noviembre, incluirá etapas en Japón, Corea del Sur, China y Vietnam para participar en el Foro de Cooperación Económico Asia-Pacífico (Apec) y a Filipinas, donde asistirá a la cumbre de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (Asean).