Desde el gobierno de Luís Pérez como alcalde, hasta este de Federico Gutiérrez la ciudad de Medellín ha tenido los mejores porcentajes en ejecución de toda la historia. El gobierno pasado de Aníbal Gaviria tuvo una ejecución acumulada del 95% en todo su periodo (Informe final de gestión 2012-2015) y en la presentación del pasado lunes 27 Federico Gutiérrez informó la cifra del 94% en su primer año. Alcaldes y gobernadores que durante este siglo han ganado la distinción de los mejores de Colombia, con los mejores promedios. La ciudad y la región han tenido el mayor crecimiento en infraestructura con referencias superiores al promedio colombiano e incluso al Latinoamericano. Somos referente en casi todo lo que el país muestra al mundo. En materia deportiva aportamos casi el 40% de los reconocimientos olímpicos, en fin, aparentemente somos una máquina de buenos, sucesivos y articulados gobiernos en esta región, sin embargo, la organización Transparencia Internacional, que mide la percepción de corrupción en instituciones públicas de 176 países ubica a Colombia en el 2016 como uno de los de mayor índice en el campo mundial (www.transparency.org/cpi2016).

Parecería contradictorio que una región tan próspera, con niveles de gestión casi perfectos, estuviera inmersa en semejantes indicadores.

La revista Semana el 22 de marzo publica una lista donde irresponsablemente acusa a gobernantes por apoyo de los contratistas que hoy operan algunos proyectos a las campañas políticas de alcaldes y gobernadores y también se refieren a algunos de los nuestros.

Todo esto para decir que la sensibilidad con el tema de corrupción y las discusiones mal intencionadas que sostienen hoy cada arista portadora de un interés particular, nos está enloqueciendo. Porque somos la región de mayores indicadores, pero también atravesada por la corrupción a todo nivel. Y es que desde que nos despertamos hasta que nos acostamos escuchamos el sin número de acusaciones y juicios desde y hacia todos los lados y paradójicamente una ciudad referencia en el mundo a todo nivel. Realmente es difícil entender hasta qué punto será información odiosa para difamar y hasta qué punto será información veraz y objetiva, porque lo que no sale con bombos y platillos publicitado son los fallos absolutorios que definitivamente prueban las razones por las que se operó como se operó.

Pienso que hay exagerados juicios que ruedan en forma de rumores y acaban con grandes propuestas de gobierno que hoy han hecho de esta región un punto alto desarrollo. Lo que se tenga que decir de otros, que se diga después de probado y comprobado, de lo contrario, a construir sobre la base de la confianza, no nos queda otra salida. Ya ni en los indicadores de medición de aire, que son objetivos y científicamente definidos, creemos.

Dinamarca y Nueva Zelandia son los países con mayor nivel de credibilidad por parte de su población, por lo tanto la percepción de corrupción más baja de todo el mundo, casi cero. Estamos lejos de estar así, pero para allá vamos. Venezuela es el país de la región con la peor calificación, es el que mayor percepción de corrupción genera, sin embargo, nunca al nivel de Somalia, Sudán, Corea del Norte, Siria, Libia, entre otros, donde la confianza es casi cero y obviamente el desarrollo también. Estamos lejos de estar así, pero según la percepción de corrupción que tenemos los colombianos, para allá vamos.

Esa costumbre tan de nosotros de juzgar el todo por la parte.