Aparecen episódicamente, casi siempre reaccionando a despidos o decisiones de Tigo UNE
Casi por dos años ya, algunos concejales de Medellín y organizaciones sindicales presentes en Tigo – UNE han realizado debates de control político buscando desatar una discusión pública y ganar apoyo en su conflicto con tres multinacionales de peso: Millicon, Huawei y el grupo Empresas Públicas de Medellín. Hasta ahora sin resultados.
¿Por qué sus denuncias, que son importantes, no han logrado preocupar a la opinión pública de la ciudad, a generadores de opinión, al gobierno local y la sociedad civil de Medellín? ¿Es el Concejo de la ciudad el único lugar donde enfrentar a estas tres grandes corporaciones?
Los resultados saltan a la vista, nada ha pasado. Y aunque el Concejo es el lugar de las grandes decisiones sobre EPM, deberían concejales y los sindicatos revisar su estrategia, si hay alguna.
Las denuncias sobre Tigo UNE podrían resumirse así: 1. Millicon está tragándose a UNE y la quiebra de UNE la pagará la ciudad. 2. Esa alianza no ha generado rentabilidad y Millicon está endeudando a UNE excesivamente. 3. Torres y gestión de redes se han entregado a otros operadores y 600 trabajadores de UNE han ido a parar a Huawei. 4. Tigo ha despedido masivamente a los trabajadores de UNE.
Según concejales y sindicatos la única solución es devolverle UNE a la ciudad y eso podría ser deseable, pero es casi con seguridad imposible, y esa puede ser la razón por la que todavía presentan un proyecto de acuerdo o una iniciativa popular para que la administración vuelva a EPM.
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Quizás si sería posible renegociar el acuerdo de fusión o su regulación en temas de I + D en TIC, control de EPM, transferencia tecnológica o derechos laborales en Tigo UNE
Lo malo es que hasta ahora Concejo, asociación de usuarios y trabajadores aparecen episódicamente, casi siempre reaccionando a despidos o decisiones de Tigo UNE, nunca están a la ofensiva y tener la iniciativa es esencial.
Pero para tener la iniciativa es clave la unidad de discurso, acción y recursos, sobre todo entre los sindicatos. Para lograr esto deberían acordar juntos una estrategia de largo alcance que les permita ganar confianza entre los liderazgos para poder ir más allá de distribuirse el tiempo de las intervenciones en los debates.
Es también necesaria mucha información, Medellín requiere con urgencia un observatorio independiente, riguroso y reconocido sobre el grupo EPM y su operación, perspectivas, recursos, gestión y demás. Un observatorio que con frecuencia publique análisis sobre el grupo y propicie debates sobre la mayor fuente de recursos de la ciudad. Un observatorio que tenga la capacidad de leer los números y la letra pequeña.
Con información frecuente y actuación sistemática podrían sindicatos y concejales ir a los medios y a las organizaciones sociales buscando disminuir la hegemonía comunicacional de EPM y sobre todo ganar la iniciativa.
Los conflictos con las multinacionales son globales, incluso con EPM, y su punto débil es la reputación y sus compromisos de DDHH. Presentar el caso y pedir intervención a los responsables de asuntos laborales en la embajada China o en la delegación de la UE o acudir al punto de contacto de la Ocde en Madrid es necesario, tanto como lograr el apoyo del sindicalismo global y el de las casas matrices.
La sociedad civil local y las universidades han venido encontrándose para hablar del presente y el futuro de Medellín, ¿Se ha incluido o se ha invitado a discutir a líderes sociales sobre las preocupaciones acerca de UNE?
A trinar cada dos o tres meses, postiar en Facebook algún comunicado cada semestre o pagar millones en periódicos impresos que leen dos o tres decenas de miles sin ninguna consecuencia no se le puede llamar estrategia de comunicación. Para ser tendencia hay que usar el video, el audio, la multimedia, el infograma, es necesario hacer minería de datos y hay que persistir.
En fin, mientras el grupo EPM sea público y sus utilidades sean la única posibilidad real de desarrollo de la ciudad, la gestión de la empresa debe estar en el centro de la agenda política local, para lograrlo requerimos unidad de la sociedad civil, información y acción sistemática. Les dejo la inquietud.
[1] Mis opiniones nada tienen que ver con las de la organización para la que trabajo