En una agitada semana, por los resultados deportivos y las decisiones administrativas, el Verde apuesta por la ecuanimidad para continuar en la búsqueda de sus objetivos.
El fútbol como la vida está lleno de altibajos, y como dice la acostumbrada frase de quienes apuestan por una inalterable tranquilidad, “el truco es disfrutar de los altos y tener coraje durante los bajos”. Realidad que hoy toca a las puertas de Atlético Nacional, el más ganador y representativo del balompié colombiano, que en este momento maniobra ante un agitado oleaje que intenta desviarlo del rumbo trazado.
Porque así como tantas veces ha sabido celebrar y disfrutar “en familia” de las más grandes conquistas, las circunstancias le demandan ahora el rigor de las decisiones que, por muy difíciles e incómodas que sean, son inevitables para evitar el naufragio.
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“La decisión con el jugador Dayro Moreno es la de prescindir de sus servicios por justa causa. Esta medida obedece a las reiteradas faltas del jugador que afectan las normas de la Institución, algunas de ellas recientes y que han sido de análisis por parte de la Comisión Disciplinaria en el transcurso de este año”, explicó Atlético Nacional al anunciar el martes las medidas disciplinarias tomadas tras el bochornoso episodio que presenciaron los hinchas el pasado domingo en el Atanasio Girardot entre el atacante nacido en Chicoral y Jeison Lucumí, quien terminó expulsado en ese partido frente al Deportivo Cali.
En cuanto a Lucumí, expulsado por agresión a un compañero, “la Comisión Disciplinaria considerando la gravedad de la falta recomendó que administrativamente le sea suspendido el trabajo por ochos días de acuerdo con las normas laborales. Dicha sanción deberá ser cumplida a partir del día 17 de octubre hasta el día 24 del mismo mes. La medida se tomó atendiendo a que el jugador no cuenta con antecedentes disciplinarios”.
Así explicó Atlético Nacional la decisión que desde el mismo momento de los hechos se veía venir.
Un año difícil
Pero el Verde no se queda ahí. Tras esos hechos y las posteriores decisiones, a los hinchas les podemos dar un parte de “tranquilidad porque estamos trabajando y entregando todo de nuestra parte para solucionar una serie de situaciones que han detonado y que hay que solucionar para que no hagan más daño”, precisó el presidente del cuadro Verde, Juan David Pérez.
El directivo acepta que este 2018 ha sido un año “especialmente difícil, si se quiere turbulento”, porque se pierde la Superliga y el Apertura en casa, en la Libertadores no se hizo una buena presentación, adicionalmente se da la salida del cuerpo técnico en cabeza de Jorge Almirón, que apunta “se dio en un momento que nosotros consideramos inconveniente”, porque contaban con él por lo menos hasta el final de la temporada, y para completar hoy, antes del juego de este jueves frente a Rionegro Águilas, el equipo está fuera de los ocho en el torneo colombiano, por lo que, si vale el término, de momento sólo queda el “bálsamo” de la final de la Copa Colombia frente al Once Caldas (24 de octubre la ida en Manizales y 7 de noviembre la vuelta en Medellín).
“Hoy debemos ser pragmáticos”, dice el presidente, “tenemos una final de Copa y hay que ir por ese título; no estamos en los ocho pero estamos ahí, a un paso, con cinco partidos por delante que son cinco finales y en las que dependemos exclusivamente de nosotros mismos; en Reclasificación, que no da título ni estrellas, somos primeros y eso da cupo a Copa Libertadores, que es uno de los objetivos a cumplir para la estabilidad y sostenibilidad del proyecto deportivo 2019”, frentes con los que el equipo puede perfectamente salvar el año deportivo.
“Tenemos dos semanas clave para revertir situaciones. Somos conscientes de que son los resultados deportivos los que a corto plazo van a reenganchar y restaurar el buen ambiente en Atlético Nacional”, concluye el presidente refiriéndose a lo más inmediato que debe enfrentar el equipo.
Y en esa línea siente que “la Copa Águila es un bálsamo, sería la oportunidad de darnos un respiro, y eso seguramente nos potenciaría para otras cosas. Por eso es ahí donde hinchas, directivos, técnicos y jugadores tenemos que estar juntos, unidos en busca de esos objetivos”.
Tras el resultado de la Copa Águila, en la que dirigirá Hernán Darío Herrera, Atlético Nacional confirmará en esa segunda semana de noviembre el nuevo cuerpo técnico, que tendrá entonces el resto del año para conocer el plantel y e iniciar el trabajo con miras a 2019.
Otra preocupación
Pero no sólo el plantel deportivo, el cuerpo técnico y los títulos son preocupación en Nacional.
El tema de la asistencia a los estadios, que es una situación que hoy inquieta a todos los equipos del fútbol colombiano, también afecta, y mucho, al cuadro Verde.
“Las asistencias vienen bajando mucho. En el primer semestre de este año Nacional tuvo un promedio de 22.000 aficionados por partido y en este torneo ese promedio es de 15.000”, cuando en años anteriores la cifra era superior a los 32.000. Es decir, hoy el promedio está por debajo del 50% respecto a los mejores años de Nacional.
“Ahí tenemos muchos retos”, confiesa el presidente: “Tenemos que velar por mejorar la calidad del espectáculo, porque en la medida que el equipo gane y juegue bien los hinchas van respondiendo, más allá del tema de televisión y los horarios”, que no es un secreto inciden en la asistencia pero que “son compromisos que hay que honrar y cumplir”.
De ahí que Nacional también está en conversaciones con la Administración Municipal sobre el tema Experiencia Estadio, explica el presidente, “un proyecto mediante el cual se busca que al hinchas se le den todas las comodidades para que le sea agradable ir al estadio en familia, desde el transporte público, los parqueaderos, el acceso rápido al estadio, en unos buenos baños, buenas cafeterías, buenos servicios de alimentos y bebidas, y ojalá poder tener conectividad Wifi para que las personas puedan interactuar. Eso haría atractiva la asistencia a fútbol, y es una idea que está en marcha”.
Tarea que también pone de presente otra acostumbrada frase que hoy se ajusta al presente de Atlético Nacional: “Lo verdaderamente importante no es tanto dónde te encuentras, sino en qué dirección te estás moviendo”, porque si bien hoy el Verde está en medio de una amenazante marejada, las decisiones que se toman están enfocadas a mantener la calma mientras pasa el temporal y se continúa el rumbo trazado, en el que, sin duda, han sido muchas más las conquistas y las celebraciones que los momentos de inquietud.
Otra sanción
En menos de 48 horas, el goleador Dayro Moreno recibió una segunda sanción por su mal comportamiento. Tras la decisión de Atlético Nacional de rescindir su contrato laboral, el Comité Disciplinario del Campeonato le comunicó una segunda sanción: “Cuatrocientos dieciséis mil seiscientos sesenta y dos pesos con cuatro centavos ($416.662.04) de multa y tres (3) fechas de suspensión por ser culpable de conducta violenta contra una persona que no es oficial de partido en el encuentro disputado por la 14ª fecha de la Liga Aguila II 2018 ante Deportivo Cali”.
Un castigo simbólico, si se quiere, porque el jugador ya no podía actuar en lo que resta de este torneo, pero que al final es otro correctivo a un mal proceder.
La misma sanción le fue comunicada a Jeison Lucumí, es decir que el vallecaucano no estará esta noche ante Rionegro, ni el domingo frente al Junior ni en la visita al Once Caldas por la fecha 17 de la Liga II.