Muchas preguntas surgen con el tema licor en cuarentena. Un diálogo con el psiquiatra Ramón Acevedo, nos aclara, orienta y enseña.

1-¿Qué incidencia, trastornos, perjuicios, puede causar en estos momentos de encerramiento el tomar licor?

El alcohol es un ansiolítico, pero a la vez es un depresor del sistema nervioso central, el consumo de licor a bajas dosis es muy probable que no produzca mayores alteraciones en las personas, más cuando este consumo se realice de manera ocasional y a bajas dosis, por ejemplo no más de cuatro tragos en una velada, espaciando el consumo entre trago y trago a más de 45 minutos, haciendo otras actividades durante la velada como bailar y habiendo ingerido alimentos antes y/o durante la velada, esto ayuda a que el alcohol no se acumule y se metabolice en el hígado sin mayores problemas.

Los problemas ocurren cuando la ingesta se da a altas dosis en periodos de tiempo cortos, y de manera frecuente, ya que el organismo no logra metabolizarlo de manera adecuada, se acumula en la sangre, afecta el funcionamiento del hígado y llega en altas concentraciones al cerebro, causando un estado de intoxicación aguda, en la cual se pierde el control de los impulsos, se deprime el funcionamiento del cerebro y  se producen cambios en la conducta de la persona, cambiando su manera de comportarse normal, si era un ser introvertido se vuelve extrovertido y si era extrovertido se vuelve introvertido, pero a la vez se pasa a un estado en el cual los mensajes que se reciben del exterior pueden ser interpretados erróneamente y por ello puede pasar a tener comportamientos violentos, lo mismo que si aún en sano juicio es violento o agresivo, bajo los efectos del alcohol estos comportamientos se pueden magnificar y llegar a situaciones de violencia inusitadas.

Cuando las personas están sometidas a situaciones de estrés como es el caso actual, son más propensas a recurrir al alcohol para “manejar la ansiedad”, lo cual en un principio al iniciar el consumo puede suceder, ya que el alcohol al inicio del consumo baja los niveles de ansiedad y de estrés, pero si se continua tomando puede generar comportamientos agresivos y violentos de los que probablemente al día siguiente no se acuerde por bloqueos en zonas específicas del cerebro encargadas de la memoria reciente, esto es lo que llaman “lagunas alcohólicas” y también es probable que al otro día después de haber bebido se sienta decaído y depresivo, esto porque el consumo de alcohol disminuye a nivel cerebral la serotonina y al sentirse depresivo y de nuevo ansioso vuelve a recurrir al consumo de alcohol, causando mayor depresión y ansiedad lo que lleva a un “círculo vicioso” que puede terminar con un abuso o dependencia de licor y agravar los problemas de convivencia al interior del hogar, y máxime si esto se acompaña de violencia física o psicología, tanto de quien toma hacia las personas con las que convive o de ellas hacia quien está tomando.

2-¿Cómo debe tratar la familia a esas personas, esposos o hijos que son tomadores frecuentes y en estos momentos no lo pueden hacer?

Cuando una persona es un bebedor consuetudinario o tiene una dependencia al alcohol, es muy probable que al suspender la ingesta de licor presente el llamado síndrome de abstinencia, el cual puede ser leve, moderado, grave o severo.

Este síndrome de abstinencia en sus grados de leve o moderado es lo que muchos llaman el “guayabo nervioso” en el cual se presenta leve temblor en las manos, sudoración, desasosiego, inestabilidad e inquietud motora, dificultad para dormir los primeros días y ansiedad de tomar, se acompaña en algunos casos con un leve cuadro depresivo, ideas de culpabilidad, más cuando se presenta la “laguna alcohólica” y pueden aparecer ideas de muerte y aun de suicidio, este síndrome de abstinencia pasa a los pocos días y no somete a riesgo la vida de la persona, pero si le causa mucho malestar, la familia en estos caso debe acompañar al paciente sin reproches, dando abundantes líquidos para evitar la deshidratación, dar analgésicos para el malestar y el dolor de cabeza, no “echar cantaleta” y motivar para que abandone el consumo, señalándole cuando ya no esté presente el malestar, las dificultades que está causando el consumo. Creo particularmente que esta cuarentena y aislamiento social al que estamos enfrentados debería ser utilizado por los pacientes para dejar la bebida y por las familias para apoyar este proceso, es de lo más positivo que brinda esta crisis, ya que después de la cuarentena si se ha superado el síndrome de abstinencia se podría buscar la ayuda en grupos de alcohólicos anónimos o en clínicas especializadas en el alcoholismo para avanzar en el tratamiento y en la búsqueda de la sobriedad.

Si el paciente desarrolla un síndrome de abstinencia grave o severo llamado “delirium tremens” ya no solo presenta los síntomas descritos anteriormente sino además aparece un estado de desorientación en tiempo, espacio y lugar, desorientación que es fluctuante, aparece y desaparece por momentos, aparecen alucinaciones visuales que pueden ser “terroríficas” y en un 50% de los casos pueden aparecer convulsiones, si esto se presenta el paciente debe ser conducido de manera inmediata a un servicio de urgencias para que sea tratado, en muchos caso de manera intrahospitalaria; aunque en muchos casos estos cuadros evolucionan rápidamente hacia la mejoría, en un pequeño porcentaje puede durar más tiempo y complicarse con otras patologías y aún con tratamiento puede fallecer hasta un 5% de los pacientes.

3-¿Hay en estos momentos ayudas para alcohólicos?

En estos momentos por las medidas de distanciamiento y por la cuarentena obligatoria creo yo que la mayoría de los grupos de alcohólicos anónimos u otros grupos terapéuticos están cerrados, como es el caso del grupo de alcoholismo de la Clínica Bolivariana que se reúne todos los viernes a las 12:30 del día.

Sin embargo en caso de un “delirium tremens” el paciente debe ser conducido a un servicio de urgencias para que sea evaluado por los médicos y tomen las decisiones correspondientes para que no se comprometa la vida del paciente. Muchos centros de tratamiento como Carisma y Samein tienen atención virtual para los pacientes que así lo soliciten.

Lea: Todo limpio, todo en orden, todo en uso

4-¿Cómo manejar el tema de la soledad en personas que viven solas y en personas que les da depresión el encerramiento?

El tema de la soledad es más complejo de entender. Ya que la soledad es más un estado mental, hay personas que permanecen solas, pero a través de sus redes sociales y su vida social en realidad se sienten acompañadas y a gusto con la “soledad”. Pero hay personas que a pesar de convivir con otras, en su interior se sienten solas y no comparten con quienes conviven, sintiéndose a disgusto con la compañía.

Las personas que viven solas y que están acostumbradas a la soledad en estos momentos es muy probable que no estén tan angustiada ni ansiosas, distinto a las personas que viviendo acompañadas, por alguna circunstancias les toco la cuarentena solas, o por tener riesgo de contagio les toca quedarse los 14 días completamente aislados, ya que en estos caso es muy probable que se sientan ansiosas y deprimidas, de ahí que es necesario mantener la comunicación con ellas a través de diversos medios de comunicación, enviándoles siempre mensajes positivos y esperanzadores en relación al futuro y a que la crisis pasara.

En relación con las personas que viven solas y que pueden sufrir de depresión o trastornos de ansiedad desde antes de esta cuarentena o que tiene antecedentes familiares de trastorno semejantes, es necesario que si están en tratamiento no lo abandonen, se tomen adecuadamente los medicamentos y si no tenían tratamiento busque en la EPS o a través de consultas virtuales con psiquiatría una cita, y de esta manera se realicen el tratamiento, es muy importante que no recurran al alcohol u otras drogas que le van a agravar la depresión y la ansiedad y le puede conducir a desarrollar ideas de suicidio.

Ahora bien, si usted es de las personas que el encierro lo angustia o lo entristece debe entender que esta cuarentena es esencial para su propio bienestar, ya que lo que se está es protegiendo su vida, debe desarrollar una rutina diaria en la cual esté incluido un horario adecuado de sueño, con horas de acostada y de levantada, debe haber una rutina de ejercicios, de preparación de los alimentos y de adecuada alimentación, debe establecer las horas que va a dedicar a la comunicación con los amigos y familiares a través de las redes sociales y el teléfono, alejarse de las falsas noticias que circulan en internet y si se angustia mucho con las noticias alejarse de ellas y que alguien de su confianza sea el que le comunique las verdaderas noticias y las más relevantes, debe hacer un inventario de cosas pendientes y hacerlas de manera gradual, debe hacer un balance de la vida y establecer planes concretos y logrables para hacer una vez termine el aislamiento social y la cuarentena.

5-¿Cuál es el tema que más le están consultando en esta nueva situación que se vive?

En las consultas virtuales y en las redes sociales lo que más me han consultado tiene que ver en cómo enfrentar la depresión y la angustia en el encierro obligatorio.

Cómo manejar el síndrome de abstinencia por la supresión del consumo de drogas y de alcohol y cómo manejar los adultos mayores con problemas de demencias que para la familia se hace de muy difícil manejo, algunas paciente en particular consultan por problemas de pareja y de convivencia, ya que se han aumentado los problemas de violencia intrafamiliar, en muchos casos por consumo de alcohol o de otras drogas, tanto por parte de los padres o de los hijos.

6-¿Hay estados de depresión por un solo día, esos que llaman amanecí de lágrima en el ojo?

La depresión es una patología que para ser diagnosticada necesita cumplir unos criterios diagnósticos, tanto de intensidad de los síntomas como de duración de los mismos.

Por ello realmente no existe depresión por un día. Lo que sí puede existir son cuadros transitorios de tristeza que son normales en todos los seres humanos y que por lo general están relacionados con pérdidas reales o imaginarias o con situaciones de estrés pasajeras, de ahí que como dice el poeta en: Canción de una vida profunda, “hay días que somos tan lúgubres, tan lúgubres, como en las noche lúgubres el llanto del pinar”.

7-¿Puede una persona que nunca ha tomado licor empezar a tomar por sentirse encerrada?

Como diría la abuela nunca es tarde para empezar, de ahí que cualquiera puede iniciar a beber en cualquier momento de la vida y por muchas circunstancias.

Una de estas circunstancias sin lugar a dudas es el estrés y la depresión, de ahí que se considere que una de la complicaciones del estrés, la depresión y la ansiedad es el abuso del alcohol y de otras drogas, por eso si uno tiene antecedentes familiares de personas con problemas de alcohol o de drogadicción lo mejor que puede hacer para no correr el riesgo de volverse alcohólico es no tomar, aún en momentos de estrés y de depresión.

En estos momentos de encierro, el riesgo de iniciar a beber es más alto de lo normal y por lo tanto también se corre mayor riesgo de volverse abusador o de desarrollar una dependencia.