El secretario de Infraestructura de Antioquia habla sobre el atraso vial de esta región y de cómo se avanza para solucionarlo.
“Desafortunadamente durante casi toda la vida del departamento de Antioquia la infraestructura vial fue muy mala, muy poquita, vías con diseños pésimos, debido seguramente a la falta de recursos pero también muchas veces a la falta de visión”.
Este contundente diagnóstico de la realidad vial antioqueña no es de cualquier persona, es de nada menos que del propio secretario de Infraestructura de Antioquia, Gilberto Quintero Zapata, quien ha sido durante los últimos 40 años testigo y protagonista directo de la situación, no fácil, del difícil desarrollo vial antioqueño.
“Para hacer proyectos grandes hay que tener visiones grandes e importantes, pero eso estaba condicionado por la situación financiera de la región, que siempre fue muy limitada y desafortunadamente las carreteras que tuvo Antioquia y que aún tiene son vías con un pésimo lineamiento, para 20 o 30 kilómetros por hora, sin pavimentar casi todas y que no permitía que hubiera competitividad”, recalcó e insistió.
En concepto de este muy curtido ingeniero civil de la U. de M. el desarrollo de proyectos importantes y de otra manera de ver y ejecutar las obras de infraestructura regional, se comenzó a dar con Andrés Uriel Gallego en el gobierno seccional de Álvaro Uribe a partir de 1995, legado que continuaron los hermanos Guillermo y Aníbal Gaviria, Eugenio Prieto, Luis Alfredo Ramos y que en la actualidad sustenta y prosigue el programa de gobierno “Pensando en grande” del también ingeniero y mandatario Luis Pérez, cuyo objetivo es concretar la conectividad, la competitividad y exigir del Gobierno Nacional justicia vial haciendo realidad los grandes proyectos de carreteras de Cuarta Generación o las llamadas 4G.
Quintero Zapata no es ningún atrevido o aparecido para expresar la anterior radiografía, pues por su cabeza y por sus manos han pasado grandes decisiones que han contribuido, con mucho esfuerzo y pocos recursos, a desatrasar a la región del estancamiento en infraestructura vial.
Muy joven y apenas con su grado de ingeniero trabajó en el Plan de Puentes que transformó a Medellín a finales de los años 70 del siglo pasado, además de la integración urbana de las comunas populares, en la alcaldía de Bernardo Guerra Serna, con quien siempre ha tenido una muy estrecha relación profesional y política.
Este hombre de carácter sereno y de hablar calmado pero seguro, ya fue secretario de Obras Públicas, también de Hacienda, gerente de Corvide, director de Valorización, gerente del proyecto vial de Desarrollo del Aburrá Norte, gerente del Área Metropolitana del Valle de Aburrá, ayudó en la construcción de la doble calzada a Las Palmas, de la carrera 34, la 76, la Plaza de la Luz, la pavimentación de la vía entre Coca Cola y Bello, fue asesor de la idea de Parques del Río, es profesor en construcción de vías, de posgrado en interventoría y en concesiones, tema al que estuvo vinculado por dentro y por fuera de Colombia.
O sea, es todo un especialista en estas áreas, por lo cual lo volvió a llamar Luis Pérez para la construcción del programa en materia vial de “Antioquia pensando en grande”, del cual es su responsable y en el que ajusta tres años al frente.
Antioquia es un departamento que tiene montañas, pero también tiene valles, tiene praderas, ríos y mar.
Y para conectar toda esta geografía requiere de grandes obras. Por lo cual hay mucho interés, pero a la vez temores, por la suerte que corran en el futuro las llamadas vías nacionales para la Prosperidad o de doble calzada, las 4G.
Antioquia estuvo aislada del resto del país durante muchos años por vías con velocidad de 80 kilómetros por hora.
Tuvo que ver con temas políticos y de pronto por falta de visión.
Pero a partir de los proyectos que primero se llamaron Autopistas de la Montaña, en el gobierno de Álvaro Uribe, y ahora de la Prosperidad, en la era de Juan Manuel Santos, el Gobierno Nacional ha hecho una inversión muy importante con las 4G en el Departamento de Antioquia.
Hay alrededor de ocho proyectos y todos están en proceso.
Se está construyendo la conexión Norte que es juntar a Caucasia con Remedios, está Magdalena 2 que es unir a Remedios con Maceo y Puerto Berrío.
También conectar el Parque Ambiental La Pradera con San José del Nus, que incluye dos túneles que se están abriendo en La Quiebra, y que unirán al Aburrá Norte.
La construcción de Mar I entre San Cristóbal y Santa Fe de Antioquia en doble calzada, con el túnel paralelo que ya se está haciendo al Túnel de Occidente.
La construcción de Mar II y de la Transversal de Las Américas en Urabá, en doble calzada de Chigorodó hasta Turbo.
También Pacífico 1 que es Primavera – Amagá - Bolombolo. Pacífico 2 que es La Pintada – Bolombolo y Pacífico 3 entre Irra y La Pintada.
Además de todo lo que nosotros como Departamento de Antioquia estamos haciendo con el Túnel del Toyo, que es la obra más importante que se está haciendo en túneles hoy en día en América Latina.
Y la que está muy próximo a entregar en marzo de 2019 que es el Túnel de Oriente.
Y también los puertos en el mar de de Antioquia para la competitividad de esta región que estuvo muchos años aislada.
Tranquilo que sí vamos a ver esas vías de cuarta generación. Estos proyectos están programados para ser terminados entre el 2023 y el 2024, o sea, falta muy poquito y de esa forma Antioquia va a tener ese desarrollo vial que fue tan anhelado y soñado durante muchos años.
El plan de desarrollo “Antioquia pensando en grande” está dirigido a la pavimentación de las vías secundarias para favorecer a los campesinos y a 121 municipios.
Son carreteras que se construyen para recuperar la dignidad del campesino, para que el campo pueda tener productividad.
En Antioquia hay 11.600 kilómetros de vías campesinas y cuando llegó Luis Pérez a la Gobernación, sólo habían 95 kilómetros pavimentados y hoy se trabaja en pavimentar 1.000 kilómetros.
En estas vías campesinas se construye lo que se denomina la placa-huella, programa cofinanciado con los municipios y con la participación de la comunidad.