Este sábado se realizó el Desfile de Silleteritos de La Floresta, en el cual 2.200 niños enaltecieron la tradición silletera.
Se cumplió la versión número 30 del Desfile de Silleteritos lleno de costumbres campesinas y en un ambiente familiar.
Antes de que dieran la orden de avanzar a los 2.200 niños, en las aceras y balcones las familias se congregaban para ver desfilar a los silleteritos y a las bandas marciales infantiles que los acompañaron.
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Varias de las fachadas de las casas estuvieron decoradas con bombas de colores y flores de papel para celebrar la tradición antioqueña.
Marta Ligia Echeverry de Piedrahita fue una de las abuelas que decoró su casa con ayuda de sus nietos y sobrinos. “A nosotros nos gusta mucho la Feria de las Flores. Cada año decoramos toda la fachada con cosas diferentes. Desde hace ocho días empezamos a organizar todo y hoy madrugamos a montar”, contó.
El sol no apabulló a los espectadores que fueron acompañados de sus abuelos, de niños y de sus mascotas.
Giovanny Torres Rojas, uno de los espectadores, aseguró que fue la primera vez que asistió al desfile: “somos de Bogotá y vivimos acá desde hace siete años pero no habíamos venido a este desfile. Nos pareció súper bonito, muy inspirador. Me gusta mucho estas actividades típicas, muy del barrio y de la cultura paisa”.
En el Desfile participaron niños entre los dos y los doce años. Fue la primera vez que pudieron inscribirse niños desde tan temprana edad. Ellos debían ir en coches o carritos y con su acompañante empujando.
Mariana Monsalve Gallego, de cuatro años, fue una de la silleteritas que desfiló. Fue su segunda vez en el desfile y aseguró que “lo que más me gusto es que yo hice la silleta y mi mamá me ayudó”.
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Carolina Alzate Grajales, silleterita de la vereda Piedra Gorda de Santa Elena, relató que le gustó mucho el desfile. “Yo desfilo desde que tenía tres años y ya tengo ocho. Me gusta desfilar porque es seguir la tradición de nuestros ancestros”, dijo.
El Desfile terminó en el Parque de La Floresta, adonde fueron llegando las delegaciones de colegios y entidades. Allí, la estatua rígida y gris de El Silleterito, ubicada en todo el parque, contrastó con los rostros alegres y las ropas coloridas de los niños, quienes, felices, recibieron sus medallas por haber participado.