Con el ánimo de aumentar la oferta de comediantes locales, el Teatro Prado de El Águila Descalza abrió un espacio para consagrados actores en el que se experimenta en un formato cómico-híbrido entre el stand up y la actuación escénica.
El formato de El clásico, que por estos días está en temporada en el Teatro Prado de El Águila Descalza, con funciones los miércoles a las 8:00 p.m., es un experimento, una apuesta en escena con cuatro actores, de profesión realmente actores, quienes cursaron toda la parte académica en la universidad, en un formato lo más parecido al stand up.
Al ser cuatro personas compartiendo las miradas del público, este show permite unas interacciones que no son propias del formato para los ‘standuperos’, ya que por lo general es para uno sólo, pero así y todo sigue siendo comedia, con líneas muy montadas en la estructura del humor de este tipo de shows en “plan teatro”, al ser escenificado por un grupo.
¿Cómo se fabrica un comediante?
La idea de aumentar la oferta de comedia en Medellín impulsó la creación de La Fabrica de Comediantes de El Águila Descalza, según narró Andrés Bravo, director artístico del Teatro Prado. De allí salió el show El clásico.
Pero, ¿cómo se fabrica un comediante en este teatro? Bravo explicó que la manera correcta como lo han logrado ha sido “llegando a un punto en común entre el actor y la parte escrita que se les ofrece desde El Águila Descalza”.
Para ello, se tiene como primer eje el grupo de actores, que como lo habíamos dicho antes son cuatro, y el segundo eje es la propuesta que se plasma en el guión del grupo de creativos del Teatro. De ello se logra tener la producción, el guion y posteriormente se procede hacia el montaje.
Aunque cabe destacar que esta Fábrica de Comediantes se enciende desde el momento en el que los actores empiezan a aprender todas las herramientas escénicas, pues este es un proceso en el que ambos se aportan.
De este espectáculo escénico hacen parte Taís Tatiana Mazo, Adriana Ospina, Robinsón Bedoya y Juan Manuel Erazo, todos son egresados de teatro, los tres primero de la UdeA y el último de la Universidad de El Bosque, en Bogotá.
Sus perfiles son, dos improvisadores y dos actores más de escena, del mismo teatro de texto.
Dentro de este show cada actor es muy diferente de lo que piensa el otro, ahí se pueden encontrar posturas inauditas; por ejemplo, que una mujer piense o esté de acuerdo con un hombre o viceversa. Sin embargo, el fin en El clásico es, sin duda, que los asistentes se identifiquen con las relaciones que han tenido, indiferente si se trata de un noviazgo, un matrimonio o lo que se fuera.
En este formato cómico-híbrido, en cuanto a las temáticas, se puede ver a las mujeres montando problema, “como siempre, ¡qué pereza! Y los hombres dejándolas para evitar problemas, pero como no somos buenos en dejarlas, entonces se forma esa cosa en la que los hombres están en la postura de ‘ya nos mamamos’”, contó el director y también comediante, nacido en Bogotá.
Los textos para este show tienen una marca que es muy del estilo de El rolo, como es llamado, “y en el caso de las mujeres, en cuanto a lo que yo creo que pensaría si fuera mujer”, expresó sonriendo.
Y es que básicamente en El clásico se habla de esas cosas que pasan cotidianamente, las mismas que ha vivido cualquier comediantes o aquellas que ha visto en las relaciones de sus amigos. Eso sí, aclaró Andrés Bravo, “con la transformación para que quede siempre como en diálogos o ideas compartidas que se puedan dar a tres o cuatro voces”.
Así se constituye la nueva propuesta cómica-escénica que se cocinó en Medellín, un show que espera que sus espectadores llenen su casa, el Teatro Prado de El Águila Descalza, cada miércoles.