Las edades promedio de muerte por cáncer de tiroides en ambos sexos es entre 68 años para los hombres y 70 años para las mujeres, aunque en ellos la probabilidad es mucho menor.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, el cáncer es una de las primeras causas de muerte en el mundo; en 2012 se le atribuyeron 8,2 millones de muertes. El cáncer de tiroides es una de las patologías cancerígenas menos frecuentes y más agresivas que afecta en mayor grado al género femenino. En Colombia hasta el 81% de los casos ocurre en mujeres con 1.600 nuevos diagnósticos cada año, mientras se presentan 400 casos en hombres durante el mismo periodo de tiempo.
“Las mujeres son más propensas a padecer este tipo de cáncer, pues una de cada ocho desarrollará un trastorno de la tiroides durante su vida”, afirma Héctor Posso, especialista médico en oncología de Bayer, quien además agrega que las causas por las cuales este tumor es más común en la población femenina se desconocen; sin embargo, se sabe que en el país, este es el tercer cáncer más común luego de los tumores malignos de mama y cuello uterino.
Algunos factores de riesgo para padecer esta patología son los antecedentes familiares de enfermedad tiroidea, estar en el rango de edad entre 25 y 65 años y haberse expuesto a radiaciones en cualquier momento de su vida.
Este tipo de cáncer ocurre cuando se detectan tumores o células malignas en la glándula tiroides, que es la responsable de funciones básicas del corazón, cerebro, hígado, entre otras. “La glándula tiroides, la cual se localiza sobre la tráquea, es parte del sistema endocrino y es fundamental, porque se encarga de la segregación de hormonas que son liberadas al torrente sanguíneo para regular el crecimiento y metabolismo del cuerpo. Además, controla el ritmo de muchas actividades del organismo, entre las cuales se incluyen la velocidad con la que se queman calorías y cuán rápido late el corazón”, agrega el Dr. Posso.
Según el Instituto de Cáncer Emory Winship, el 80% de todos los casos de cáncer de tiroides son de tipo papilar, el cual se conoce con este nombre debido a la aparición de una masa o protuberancia (nódulo) en la glándula tiroidea. Esta clase de cáncer tiende a crecer lentamente y en algunas ocasiones puede ser fatal. La mayoría de los nódulos tiroideos son benignos, pero alrededor de dos o tres de 20 son cancerosos.
Si este mal es descubierto en una etapa temprana la probabilidad de supervivencia a 5 años es casi del 100%, razón por la cual es vital que la persona acuda a un médico especialista en caso de presentar los sintomas como dolor en la parte frontal del cuello, ronquera constante o cambios de voz, inflamación en el cuello, tos persistente, diferente a un resfriado, dificultades para tragar o respirar o presencia de un abultamiento en el cuello.
De igual manera, es importante tomar medidas de prevención y realizarse un ejercicio periódico de autoexploración, en el cual se pueden identificar cambios en el tamaño y la forma de la tiroides. “Palpar el cuello no toma más de 10 minutos y evalúa que no existan inflamaciones anormales o dolores asociados que puedan ser indicio de esta enfermedad”,