En el departamento se creó el Banco de Hábitat del Bosque Seco Tropical, proyecto en el que el sector público, privado y academia buscan la conservación ambiental.
En el marco de un conversatorio organizado por la Escuela de Ciencias de la Universidad Eafit y Terrasos se lanzó el Banco de Hábitat del Bosque Seco Tropical en Antioquia, el segundo conformado en Colombia y Latinoamérica.
Inversiones en infraestructura como las vías 4G, Hidroituango y una conciencia empresarial alrededor de realizar compensaciones que trasciendan en los territorios, fueron factores que favorecieron la creación de este banco en dicho territorio.
En el evento se realizó un diálogo en donde se analizó el rol del sector privado en la innovación de la conservación de la biodiversidad. Se explicó acerca de la manera en que los proyectos e instituciones que generan impacto en los ecosistemas por su actividad productiva deben cumplir requerimientos en temas de licencias ambientales, por medio de acciones que generen resultados en reforestación. Sin embargo, conseguir lugares donde se pueda desarrollar esta actividad, que cumplan indicadores y se mantengan en el tiempo son condiciones difíciles de encontrar para las organizaciones.
Por eso, los bancos de hábitat son mecanismos de inversión ambiental que le permiten al sector privado, público y academia generar articulaciones para lograr resultados en materia de conservación ambiental.
Consisten en áreas de restauración y conservación ambiental, en donde se hacen siembras y monitoreo de biodiversidad, pero tienen un elemento importante y es que es una estrategia que funciona bajo el principio de pago por resultados. Nadie le paga a quienes administran el banco, en la medida en que no se logren los objetivos en materia de conservación.
“Esto representa una innovación importante en el cuidado ambiental. Adicionalmente, acelera las metas de cumplimiento en conservación del departamento y en particular del bosque seco tropical, que es uno de los ecosistemas más amenazados en el país”, señaló Mariana Sarmiento, Gerente de Terrasos, organización que estructuró el Banco de Hábitat en Antioquia.
La Universidad Eafit se articulará a esta estrategia, por medio del monitoreo de la biodiversidad. “Se generarán procesos de gestión y apropiación del conocimiento sobre los ecosistemas de este banco”, afirmó Mauricio Perfetti del Corral vicerrector de Descubrimiento y Creación de esta institución.
El Banco en Antioquia está ubicado en los municipios de Titiribí y Armenia y busca conservar 473,76 hectáreas de bosques y restaurar 173,41 hectáreas de Bosque Seco Tropical y apalancar 6.2 millones de dólares para la conservación durante 30 años. Además, protegerá a 99 especies de plantas y animales que están en algún grado de amenaza y será fuente de empleo para 100 familias de la región.
ISA Intercolombia y la Concesión Pacífico 2 han apoyado este proceso y serán clientes catalizadores. El Banco Interamericano de Desarrollo a través del BID LAB es su principal inversionista.
Rodrigo Suárez Castaño, Director General de la Autoridad Nacional de Licencias Ambientales (Anla), afirmó que la metodología de los bancos de hábitat es un instrumento que el Ministerio de Ambiente le ha dado la viabilidad por medio de la Resolución 1051 de 2017.
Asimismo, este mecanismo contribuye a fomentar la inversión forzosa de no menos del 1%, que es un instrumento mediante el cual se impone a todos los proyectos que toman agua de fuentes naturales, la obligación de invertir no menos del 1% del costo total del proyecto en actividades de preservación y conservación de los recursos hídricos.
En la actualidad existen cerca de 742 proyectos en el país que tienen esta obligación y mecanismos como el banco ayudan a que se desarrollen en los territorios acciones de preservación, conservación, recuperación y vigilancia de ecosistemas transformados.
“El objetivo es que las acciones de inversión y compensación redunden en beneficios locales, tanto para el mejoramiento de la biodiversidad, como de la recuperación de cuencas”, afirmó el Director General de la Anla.
Ana María Castaño, subdirectora de ecosistemas de Corantioquia, manifestó que una de las necesidades que se habían detectado era encontrar mecanismos para generar acciones agregadas en el tema de conservación y lograr una interlocución para la simplificación de estos procesos.
Por eso, de acuerdo con la funcionaria de la Dirección de Bosques, Biodiversidad y Servicios Ecosistémicos del Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible, Johana Ruíz, el mecanismo de los bancos de hábitat contribuyen a canalizar las inversiones privadas hacia el cumplimiento de unos objetivos, que le permiten al sector público evitar reprocesos.
Según, Ana María Gomez, directora ambiental y predial de ISA Intercolombia este mecanismo permitirá compensaciones articuladas que se mantengan en el tiempo y que sean efectivas.
Tania Solvey Chacin Jaimes, directora de Riesgos y Sostenibilidad Directora de Riesgos y Sostenibilidad en Opain S.A. Concesionario Aeropuerto Internacional El Dorado, proyecto en el que participa Odinsa, el mecanismo de los bancos de hábitat les facilita a las empresas avanzar en los temas técnicos para el cumplimiento con las licencias ambientales y, en el caso de los proyectos aeroportuarios, que se pueda tener un equilibrio entre este tipo de desarrollos y el cuidado ambiental. “Podemos ser rentables, pero no a costa del medio ambiente”.