Canciones que hicieron parte del comienzo de la discografía de Kraken en los ochentas, estarán representadas en concierto los días 8, 9 y 10 de febrero en el Teatro Pablo Tobón Uribe, como homenaje al músico Elkin Ramírez y que en su base musical estarán los miembros originales de Kraken: Ricardo Posada (guitarra 1985 – 1987), Gonzalo Vásquez Gonzo (batería 1983 – 1991), Hugo Restrepo (guitarra 1982 – 1993), Jorge Atehortúa (bajo 1982 – 1995) y Jaime Ochoa (teclados 1988 – 1991)
Respecto a la idea del homenaje y la gestión que realiza el teatro en torno al rock, Juan Carlos explica: “La idea se plasma por el teatro y con la iniciativa de la Orquesta Sinfónica de Antioquia, con la que después de un ejercicio de planeación logramos convocar a la banda original. Tendremos por un mes, una exposición que rinde homenaje a Elkin Ramírez denominada 30 días con el Titán, con acceso gratuito en el hall del teatro, donde conoceremos sus diversas facetas. En 2017 continuamos con la apertura a los sonidos alternativos, programamos más de 30 bandas rock en las instalaciones del Café Teatro y la Glorieta de la Vida. Para este año queremos realizar un festival de metal local, la franja La Matraca volverá en marzo y queremos traer más bandas internacionales”.

Lea también: Medellín tendrá 30 días con el Titán

La banda nos compartió algunos aspectos vivenciales en torno a Elkin y Kraken:
Queríamos hacer una buena banda de rock, con calidad y sonido propio, y tal vez como máximo ser reconocidos en Medellín pero no pensamos en tener gran aceptación. Elkin dijo que el día en que ensayó con Hugo, Jorge y Gonzo fue el día más feliz de su vida porque supo que vendría algo grande. La primer canción que compusimos fue “Nada ha Cambiado Aún y luego llega Richy con cuatro canciones que le dieron a la banda una tremenda identidad: “Todo Hombre es una Historia”, “Muere Libre”, “Escudo y Espada” y “Soy Real”, algo para nunca olvidar 
Teníamos diversas personalidades, Hugo es emocional y vibrante, Gonzo es muy meditado y pausado, Richy es un virtuoso de la guitarra y un ingeniero muy práctico, Jorge tremendamente estructurado y enfocado en metas, mientras Elkin (QEPD) era soñador, poeta y optimista. Hugo muy Kiss y Judas, Gonzo muy AC/DC y The Cure, Richy muy Michael Schenker y Queensrÿche, Jorge muy The Beatles y Maiden, y Elkin muy Led Zeppelin y Queen. ¿Imaginan esto?
Los seguidores de Kraken eran muy leales a nuestro trabajo, sólo que a partir de La batalla de las bandas quedó claro en Medellín que la intolerancia y la violencia había llegado al entorno del rock. Los géneros más pesados desataron una persecución y un discurso de lucha de clases sociales a grados alarmantes. Por muchos años Kraken y sus seguidores tuvimos que hacer conciertos “secretos” y a escondidas de los radicales, para no poner en riesgo a nadie. Fue muy triste. De hecho Elkin fue el más perseguido por los llamados “ultrametal” y los “punk”, al grado de que su vida estuvo en peligro inminente muchas veces. No fue nada fácil.
Elkin nos llena de admiración, no sólo por su enorme talento, una voz prodigiosa tal cual el “Freddie Mercury colombiano”, un poeta brillante que escribía poesía urbana con gran inspiración… cada canción la volvía una obra de arte muy influenciada por su pintura y escultura surrealista. Pero más allá de eso, su enorme lealtad a su sueño de crear el movimiento del Rock Nacional. Su fortaleza interna lo llevó a soportar toda un vida de privaciones que nadie imagina, pero con la convicción de ser feliz con su arte. También sabemos que cometió errores, que se equivocó y que no todos lo querían… y acaso, ¿eso no nos pasa a todos?. “Si vienes o si vas, las huellas siempre quedan” (Camino a la Montaña Negra, Kraken II, 1989).