Desafiando lo absurdo de todo, la próxima vez que compre un banano podría quejarse al gerente de la tienda por lo barato que es ...
4 de diciembre de 2019. Un banano ya pecoso pegado a la pared con cinta gris se vende en la Feria de Arte de Basilea en Miami por USD 120.000. La mujer que lo compró no tiene idea de lo que finalmente recibirá en su casa en Francia, además del certificado del artista, claro está. Pero eso no parece importarle, ya que la razón que la llevó a comprar una obra de arte contemporánea tan cara fue el mismo significado que encontró en ella: "Realmente refleja nuestro tiempo ... lo absurdo de todo".
Dos horas más tarde, mientras los bananos en la pared continuaban madurando, otro comprador obtiene por el mismo precio una segunda edición del banano-arte llamado Comediante. La tercera edición se vende a un museo por USD 150.000. Dos días después, mientras aparecen más y más manchas en las preciadas frutas, busco en Google el nombre del artista "Maurizio Cattelan" + banano y surgen más de 230.000 resultados.
El Comediante ha logrado aparecer en casi todas las principales cadenas de noticias del mundo y definitivamente ha sido el protagonista de la feria de este año. Si las publicaciones que se han generado sobre Cattelan, su trabajo, la feria o los compradores se pagaran como publicidad, sin duda habrían valido varios millones de dólares.
En ellas, surge nuevamente el debate interminable sobre lo que es el arte, junto con otras preguntas como cuál era la intención del artista o si es ético gastar esta cantidad de dinero por algo así en un mundo donde, según el Estado de Seguridad Alimentaria y Nutricional de 2019 recién emitido por la FAO, más de 820 millones de personas no tienen suficiente para comer o, lo que es peor, después de décadas de cifras decrecientes, el hambre vuelve a aumentar, y hemos retrocedido a los niveles del año 2010. Esto para no mencionar cuántos niños mueren de hambre cada minuto.
El artista declaró que su asistente compró el banano en una tienda local de Miami, por algo así como 30 centavos de dólar. Eso significa que con 120.000 dólares, 400.000 niños podrían haber comido una de estas frutas que "junto con un vaso de leche, es todo lo que un niño necesita para evitar el hambre", como solía decirme un amigo pediatra.
Pero ... ¿de dónde vino realmente ese banano y cuál es su verdadero valor? En realidad, los bananos no crecen en las tiendas y éste, como todos los vendidos en Norteamérica y en la mayor parte de Europa, provienen de países en desarrollo como Colombia donde el precio promedio pagado este año por los minoristas al productor por una caja de 20 kilos de bananos premium (aproximadamente 115 unidades) fue de USD 6,50, o sea cinco centavos por banano. Este precio ha sido el mismo durante los últimos seis años a pesar de los crecientes costos para los productores. ¿Por qué? Resulta que los bananos son la fruta más consumida en todo el mundo y, junto con la leche y algunos otros artículos, se han convertido en un indicador de lo caro que es comprar en una u otra tienda o supermercado. Esto significa que si usted ingresa a una tienda y encuentra bananos a más de 60 centavos de dólar la libra, inmediatamente pensará que los precios de la tienda son altos y decidirá ir a otra tienda la próxima vez. Poco sabe usted de las 200.000 familias colombianas que derivan sus ingresos de la brecha cada día más estrecha entre el costo y el precio de este cultivo intensivo en mano de obra, con todas sus certificaciones laborales, sociales y ambientales, y que enfrenta además los devastadores efectos del cambio climático.
Deliciosos y prácticos, nutritivos, saciadores y generadores de muchísimos empleos de calidad desde el campo hasta la tienda… ¿quién podría negar el inmenso valor de tal tesoro? Y sin embargo, durante varios meses al año, el ya bajo precio cae a dos centavos de dólar por unidad. ¿Cuán absurdo es esto?
Después de todo, la gran paradoja del banano bien podría estar representada en el arte de Cattelan: ¿qué valor le damos a las cosas que no son más que absurdas para nosotros y qué valor debemos dar a una fruta que tanto nos gusta a todos y puede salvar a un niño de la muerte?
Tal vez, desafiando lo absurdo de todo, la próxima vez que compre un banano podría quejarse al gerente de la tienda por lo barato que es ...