El riesgo de ser futbolista en la era de Twitter y Facebook

Autor: Juan Camilo Quiceno Ramírez
22 junio de 2018 - 06:47 PM

Los jugadores de fútbol cargan en su espalda la esperanza de los fanáticos, quienes depositan expectativas en sus equipos y pueden condenar al mínimo error.

Medellín

Del odio al amor solo hay un paso, este adagio resume la realidad de los personajes más celebres en Colombia. Ellos son alabados o repudiados por la opinión pública que tiene en las redes sociales un canal abierto para emitir juicios, según expertos, sin fundamento.

Los deportistas cafeteros -en especial los futbolistas- son quienes más transitan por esa cornisa de la que pueden resbalar en cualquier momento, su exposición a los comentarios en las plataformas es considerable y tras una contienda pueden ascender al cielo o ser condenados al infierno.

Un fracaso para el jugador de fútbol en época de Twitter y Facebook es equivalente a manifestaciones de rechazo e incluso de amenazas. De acuerdo con el profesor de sociología de la Universidad de Antioquia e investigador urbano, Omar Urán, gran parte de esta situación es generada desde los medios de comunicación.

Según el seguimiento hecho por el docente a los ciudadanos comunes, entre estos no está muy arraigada la práctica de la lectura, aunque mencionó que si consumen radio y televisión. Eso los conduce directamente hacia los comentaristas deportivos, quienes se convierten en su escuela para lanzar opiniones sobre los deportistas.

En este punto, el académico cuestionó la calidad de las críticas emitidas por un sector de quienes se dedican a producir debates futbolísticos en espacios televisivos o radiales. “Por lo que he escuchado y he visto no existe ahí la mejor ponderación en la mayoría de los casos”.

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Advirtió que, desde su perspectiva cómo estudioso de los fenómenos sociales, ese no es el mejor modelo para tomar como ejemplo si se quiere discutir el rendimiento de un jugador de fútbol, sobretodo en el territorio nacional, en donde la muchedumbre “es fácil de agitar”.

Un nuevo tribunal para enjuiciar

A juicio del consultor en marketing digital político y experto en redes sociales, Juan Sebastián Delgado, las plataformas virtuales se han convertido en escenarios para juzgar libremente al otro, y llamó la atención acerca de la responsabilidad de todos aquellos que se pronuncian desde sus perfiles virtuales.

Aquí nadie se puede sacar en limpio -yo tampoco obviamente- porque hablamos desde la emocionalidad y no desde la racionalidad. Las redes sociales son espacios básicamente emocionales, por ejemplo, Twitter es una red completamente emocional. Pocas personas lo utilizan de forma técnica o para generar contenido de valor” -señaló-.

La euforia virtual -indicó- casi siempre se transmite al protagonista directo de la gesta deportiva. “El domingo, si Colombia le gana a Polonia, esto será una locura y todos nos volcaremos a favor de ella -y diremos que siempre confiamos- pero si perdemos, el comentario será: perdimos como siempre, eso se sabía y fuimos por allá a hacer el ridículo”.

Los anteriores podrían ser comentarios mesurados frente a los que pueden llegar a ser publicados en las redes por los fanáticos. Teniendo en cuenta esto, Delgado consideró que sí deberían regularse los vejámenes colgados en los muros virtuales. 

por otro lado -agregó- “se volvería a la discusión de siempre: las redes sociales son espacios personales, si yo las restrinjo, estoy prohibiendo a otro que opine libremente. Aquí hay una pelea entre la ética, la moral y la ley, esto será algo que probablemente no se supere pronto”.

El remedio es mental

Las redes sociales -a consideración de la psicóloga deportiva Adriana García- llegaron a la humanidad sin estar preparada para ellas. Hay sensaciones y conductas inherentes al ser humano  y la morbosidad ha sido favorecida con estas plataformas -enfatizó-.

Afirmó que “Ahora nos toca remendar en el camino, mirar que podemos hacer con estas personas propensas a ser atacadas utilizando los medios” y puntualizó en que los deportistas deben fortalecerse mentalmente para complementar su entrenamiento físico.

La especialista se refirió a la responsabilidad de los medios de comunicación y defendió que estos “deben entender su posición como educadores y no como incendiarios”.

El también psicólogo deportivo Diego Osorio argumentó que el tema de las redes sociales es algo que indirectamente toca a los deportistas y reveló que actualmente se profundiza en este campo dado que toca con la inteligencia emocional de ellos.

Si el deportista no tiene la capacidad para salir de ese asedio de críticas se empieza a ver afectado su rendimiento deportivo. Tratamos de que ese tipo de situaciones no los saque de su foco y de su quehacer”, subrayó.

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Hay que tener en cuenta que al deportista lo ven como una máquina -insistió Osorio- sobretodo al futbolista. “En el país ellos son los que más cargan con una responsabilidad social y sobre ellos recaen la mayoría de los malos comentarios”.

Por su parte, la doctora García manifestó que “estas personalidades están representando a una región, y cuando los atacamos, nos estamos atacando a nosotros mismos”.

Un vacío en la población

El profesor Urán diagnosticó que la cultura colombiana deposita una alta dosis de esperanza en su selección, de acuerdo a su evaluación sociológica, esto obedece a las insatisfacciones cotidianas que tienen los cafeteros.

En este escenario -precisó- aparece un instrumento de escape para dejar de lado la carga de la realidad y olvidar todo por un rato: la selección colombiana de fútbol. 

La gente puede llegar a sentir que en un partido se juega el honor y el prestigio de la Nación, y lo que le están reclamando a los jugadores es que defiendan esa honra”, expuso.

“El deporte se ha movido últimamente con pasión y ella es ajena a la reflexión, pero debe ser moderada”, concluyó el sociólogo.

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