Los países donde están creciendo la infestación y muerte por este virus son aquellos donde han calado con más fuerza las campañas antivacunación.
La Organización Panamericana de la Salud publicó el pasado 6 de febrero su tercera alerta sucesiva a las autoridades de salud, por el rebrote del letal virus del sarampión en Europa, encabezada por Rumania e Italia, y América, principalmente en Estados Unidos, Canadá, Venezuela -donde no hay existencia de vacunas- y Argentina, durante 2017. En ella, llama a los gobiernos a acentuar sus planes de vacunación, vigilancia y atención, a fin de contener el avance de la enfermedad.
Este resurgimiento del virus, que hace asomar también el aumento de la rubeola, implica un fuerte retroceso en los resultados exitosos de las políticas de inmunización con la vacuna triple viral, que contiene el contagio de las fatales sarampión y rubeola, así como de las paperas (parotiditis). Al finalizar 2016, la OMS había celebrado la reducción de muertes anuales por sarampión a 89.780 víctimas fatales, siendo la primera vez en la historia que el número de fallecimientos fue inferior a 100.000. En el mismo reporte, destacó el aumento de inmunizaciones por el sistema público de salud a niños y niñas mayores de seis meses, pues se logró la cobertura del 85% de la población mundial. En estos campos, Colombia tiene cero contagios, gracias a que la vacunación gratuita cubre al 95% de los habitantes.
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En virtud de los éxitos hasta 2016, las autoridades mundiales aspiraban a tener con el sarampión resultados semejantes a los logrados con la fatal viruela, virus que mataba al 30% de las personas que lo adquirían y dejaba lisiadas a otro tanto. Esta enfermedad, significativa para América pues costó la vida del pueblo azteca asentado en Tenochtitlán y redujo a la mitad a los pueblos nativos del resto del continente, se declaró erradicada en 1980, gracias a los resultados satisfactorios de campañas mundiales de aplicación de la vacuna creada por el británico Edward Jenner en 1796.
El retroceso en la lucha contra el sarampión y la rubeola, principalmente, se atribuido en Venezuela a la falta de vacunas, así como de otros medicamentos; en los restantes países donde ocurre, al avance, sostenido, de campañas antivacunación que han tenido especial resonancia entre padres desinformados. Dadas las características ideológicas de la resistencia al gran logro de la ciencia que son las vacunas, tienen las autoridades de salud grandes exigencias para mantener las campañas y coberturas de vacunación gratuita, así como para generar acciones pedagógicas para explicar las características de las vacunas; su seguridad, cuando se les acopia, maneja y aplica siguiendo rigurosos protocolos, y su beneficio, en contraposición con los riesgos que se corren al dejar expuesta a la población.
Las autoridades de salud del país, así como las medellinenses, han divulgado esta alerta al sistema bajo su coordinación. Estaremos atentos, y apoyaremos con decisión, a las campañas de vacunación a los niños colombianos y a los migrantes venezolanos que necesitan esta protección.
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