Colombia, el Grupo de Lima y el Grupo Internacional de Contacto intensifican las denuncias y su trabajo conjunto para apoyar una solución política, pacífica y democrática a la crisis venezolana.
Mientras los países que reconocen a Juan Guaidó como presidente interino, liderados por Estados Unidos, Colombia, el Grupo de Lima y el Grupo Internacional de Contacto, buscaban más apoyo internacional en la ONU para endurecer la presión que conduzca a una transición pacífica mediante elecciones presidenciales libres y transparentes en Venezuela, los líderes del chavismo también hacían gestiones en Rusia y en territorio asiático para fortalecer la continuidad del régimen que hoy ha enviado al destierro a casi cinco millones de venezolanos.
Evidente explicación del porqué, pese a las sanciones y al cerco diplomático, el régimen chavista parece blindado a todos los esfuerzos internacionales enfocados en la recuperación de la democracia y la adhesión al Estado de derecho y los derechos humanos en Venezuela.
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“Por eso creo que la salida de Nicolás Maduro o el debilitamiento del régimen chavista no será rápido, pues hay factores que son decisivos, como el apoyo de Rusia y China, dos de las grandes potencias mundiales que están en el Consejo de Seguridad de la ONU y que tienen poder de veto para cualquier condena o cualquier amonestación que se le quiera aplicar a Venezuela, y eso, por el momento, inmuniza a Maduro”, explica el analista neutro internacional Sergio de la Torre.
Denuncia internacional
En su intervención ante el pleno de la Asamblea General de las Naciones Unidas, el presidente de Colombia, Iván Duque, denunció este miércoles que la dictadura venezolana “es un eslabón más de la cadena del terrorismo transnacional”, y presentó un dossier de 128 páginas con pruebas sobre la complicidad del régimen de Maduro con “grupos criminales y narcoterroristas” que operan en ese país “para atentar contra Colombia”.
“Es el momento de llamar las cosas por su nombre: la dictadura venezolana es un eslabón más de la cadena del terrorismo transnacional. Sus estructuras corruptas son servidoras de los carteles de la droga; sus alfiles son secuaces de la mafia y alimentan la violencia en Colombia; refugian a asesinos y violadores de niños”, afirmó el jefe de Estado.
Al explicar parte del contenido del documento que luego les entregó a los secretarios de la ONU y la OEA, Duque indicó que “ante la comunidad internacional presentamos la lista de una cuadrilla de menos de 20 criminales que traicionaron la generosidad de los colombianos, y hoy residen al ancho de todas las capacidades logísticas, promovidos por la dictadura”.
Así mismo, subrayó que hay pruebas sobre “la ubicación de más de 1.400 hombres en armas pertenecientes a los bloques más peligrosos del Eln, y 207 ubicaciones controladas por esta organización criminal en territorio venezolano”.
El jefe de Estado, además, dijo que las pruebas incluyen los testimonios de algunos ciudadanos venezolanos que se quejan de la presencia del Eln en su territorio y de “la inocultable presencia de delincuentes en campos de entrenamiento, así como la existencia de 20 pistas de aterrizaje al servicio del narcotráfico”, lo cual “prueba el auspicio, el patrocinio y el apoyo de la dictadura de Nicolás Maduro a esas estructuras criminales”.
Advirtió que “Venezuela se ha convertido en tierra fértil para estructuras delictivas aliadas con el Eln, que no conocen fronteras”, y señaló que “esos cabecillas que hoy gozan del abrigo de Maduro son los mismos cabecillas que se reivindicaron durante años los ataques a los oleoductos, causando irreparables daños ambientales, y convirtiéndolos en los más grandes ecocidas que haya conocido la humanidad”.
Por último, Duque le dijo al mundo que ante “los crímenes de Nicolás Maduro contra su pueblo… Nosotros no podemos ser testigos indolentes de tanto dolor en nuestra Latinoamérica”.
Apoyo al régimen
Pero mientras el mensaje de Duque imploraba al mundo una acción colectiva de solidaridad global como única fórmula para lograr el cambio que “salve” a Venezuela y a la región, en Moscú el presidente de Rusia, Vladimir Putin, le reiteraba su apoyo a Maduro.
“Consideramos que cualquier rechazo al diálogo será irracional, perjudicial para el país e implicará sólo amenazas para el bienestar del pueblo venezolano”, dijo Putin a Maduro en el Kremlin, alimentando la posibilidad de un acercamiento con la oposición.
Putin destacó que las relaciones entre Rusia y Venezuela se están desarrollando establemente y que “en meses recientes” su volumen de comercio se elevó 10%.
El incremento es resultado principalmente de las exportaciones de granos rusos, que ascendieron a 254.000 toneladas con un valor superior a 57 millones de dólares, y se espera que lleguen a 600.000 toneladas este año, de acuerdo con los materiales preparados para la reunión entre Putin y Maduro, indicaron medios rusos.
Rusia ha invertido alrededor de 4.000 millones de dólares en la economía venezolana, donde se llevan a cabo importantes proyectos conjuntos, principalmente en el sector de energía, aceptó el mandatario ruso.
Respecto a la cooperación militar-técnica, Putin señaló que Rusia está cumpliendo sus obligaciones de llevar a cabo el mantenimiento del equipo fabricado por Rusia en Venezuela, suministrando piezas de repuesto y creando centros de servicio.
Una verdad a medias, porque el mundo sabe que “Rusia ya empezó a intervenir militarmente en Venezuela. Ha enviado aviones a sobrevolar territorio venezolano, incluso cerca de la frontera colombiana, y esa es una prueba de que hay una posibilidad latente de que Rusia se integre en caso de un conflicto armado, que es precisamente lo que el mundo quiere evitar”, opina Sergio de la Torre.
Al tiempo, el número dos del chavismo, Diosdado Cabello, se entrevistaba con el líder norcoreano, Kim Jong- Un y sus principales colaboradores, aunque no lo reconoció, en busca de esos mismos apoyos.
Lo otro, advierte el analista internacional, “es el apoyo de China, que tampoco aprueba sanciones contra Venezuela porque la deuda que el país vecino tiene con el gigante asiático es muy grande y a ellos lo que les interesa es que les paguen, o que se la compensen con concesiones energético-mineras o petroleras a largo plazo, mínimo de 40 o 50 años”.
Por eso, agrega, “la situación de Venezuela está hoy blindada ante la comunidad internacional, además de que en el plano nacional, en lo interno, está el apoyo de Cuba, que ha conformado un monolito en torno al partido socialista en el poder, que impide cualquier voz disidente”.
Hoy, incluso, la oposición habla de más de 18.000 asesinatos y más de 400 presos políticos, que el régimen no reconoce.
Y a todo eso se suma que la oposición en Venezuela es débil, porque mientras algunos líderes como el presidente interino Juan Guaidó, la exdiputada María Corina Machado y el mismo Leopoldo López, coordinador del partido Voluntad Popular, han intentado unir fuerzas, el pueblo huye acosado por el hambre y el miedo, exponiendo a sus hijos, en muchos casos, a la mendicidad, el maltrato, la discriminación y hasta el abuso en tierras lejanas.
De hecho, según informe del Grupo de Trabajo de la Organización de los Estados Americanos (OEA) para Abordar la Crisis de Migrantes y Refugiados Venezolanos en la Región, “si continúan o se profundizan las problemáticas existentes en Venezuela, la proyección de migrantes y refugiados venezolanos (que hoy se calcula en 4,3 millones de personas en los últimos cuatro años), podría llegar entre 5,3 y 5,7 millones para finales de 2019 y entre 7,5 y 8,2 millones para finales de 2020”. Es decir, un apoyo más para el chavismo, cada vez con menos voces discrepantes.
Resolución del órgano de consulta del Tiar
La trigésima reunión de consulta de ministros de relaciones exteriores de la OEA, actuando como órgano de consulta en aplicación del Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca (Tiar) y reunida esta semana en el marco de la Asamblea General de la ONU, aprobó una histórica resolución de siete puntos con los que se pretende aumentar la presión internacional contra el régimen de Nicolás Maduro para evitar que la crisis de Venezuela se dilate indefinidamente.
La resolución establece, en los dos primeros puntos, “identificar o designar personas y entidades asociadas al régimen de Nicolás Maduro involucradas en actividades ilícitas de lavado de activos, tráfico ilegal de drogas, terrorismo y su financiación y vinculadas a redes de delincuencia organizada transnacional”, así como “personas que ejercen o han ejercido como altos funcionarios del régimen y que hayan participado en hechos de corrupción o violaciones graves a los derechos humanos, con el fin de utilizar todas las medidas disponibles para investigar, perseguir, capturar, extraditar y sancionar a los responsables y disponer el congelamiento de sus activos ubicados en los territorios de los Estados partes del Tiar, de acuerdo con los ordenamientos jurídicos nacionales”.
Ese texto, enviado al Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, precisa que la medida se adopta teniendo presente la participación de autoridades y entidades vinculadas al régimen de Nicolás Maduro en actividades ilegales, en particular el tráfico de drogas, el lavado de activos, el terrorismo y su financiación, la corrupción y la violación de derechos humanos.
También subraya, con grave preocupación, que el territorio venezolano se ha convertido en refugio, con la complacencia del régimen ilegítimo, de organizaciones terroristas y grupos armados ilegales, como el Ejército de Liberación Nacional, Grupos Armados Organizados Residuales y otros.
Y aclara que teniendo en cuenta el conjunto de esas actividades criminales, asociado a la crisis humanitaria generada por el deterioro de la situación política, económica y social en la República Bolivariana de Venezuela, el régimen representa una amenaza para el mantenimiento de la paz y la seguridad del continente.