Con asombro y desconcierto, la familia del parapente en Colombia asumió la decisión que adoptó días atrás Coldeportes de prohibir la práctica de esta disciplina deportiva en todo el territorio nacional. Sin embargo, horas después, el ente que rige el deporte nacional levantó dicha prohibición.

En comienzo, Coldeportes emitió la orden de la suspensión de eventos y actividades deportivas relacionadas con el parapentismo como una medida preventiva, tras los accidentes fatales ocurridos semanas atrás en diversos puntos del Valle del Cauca.

Javier Castro, presidente de Fedeaéreos, se refirió a las decisiones de Coldeportes: “Lamentamos los accidentes que se han presentado y la muerte de tres personas, eso está claro, pero nos asombró la medida de Coldeportes. En la Federación trabajamos de la mano con los clubes y les exigimos que se cumplan todos los requerimientos, este año hemos tenido tres competencias y no se han presentado incidentes ni fatalidades; le entregaremos a Coldeportes una documentación que nos pidió, con esa entidad estamos en contacto permanente”, aseguró.

El corregimiento de San Félix, del municipio de Bello, es la cuna y el lugar donde mayor actividad se registra del parapente en Antioquia. Allí operan al menos diez empresas debidamente certificadas, que trabajan casi de manera ininterrumpida a lo largo del año.

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Jaime Gómez, piloto con más de 25 años de experiencia y uno de los líderes de la empresa Zona de Vuelo, detalló cómo funciona el parapente en Antioquia y Colombia, y aseguró que la mayor preocupación que existe es que no se ha regulado la informalidad.

“La medida de Coldeportes nos agarró fuera de base porque nos pareció una forma arbitraria de resolver una situación, como muchas de las cosas que ocurren en nuestro país. Pero ese revolcón también sirvió para que entidades como el propio Coldeportes, Fedeaéreos y la Aerocivil se den cuenta que somos muchas las empresas que estamos certificadas, constituidas legalmente en el país. Pero hay una gran mayoría que aún siguen operando bajo la informalidad. En Colombia tenemos sitios espectaculares para volar, panoramas muy bonitos, montañas increíbles para el vuelo, pero lo preocupante es que sí nos falta un poco de control en regular o ponerle más atención a la cantidad de gente que está llegando al país y el nivel de pilotos que llegan sin la preparación o la certificación debida para operar. Eso es lo que desconocen muchas personas y empresas clandestinas, que traen turismo y tienen pilotos que vuelan en cualquier condición, eso es preocupante y a eso se debe tanto incidente”, aseguró Gómez.

Cientos de personas vuelan diariamente en San Félix.

El anterior fin de semana fue uno de los peores para la economía del parapente en San Félix, ya que muchas personas no sabían que Coldeportes había levantado la sanción: “Fue bastante duro para nosotros, y aunque somos los primeros en apoyar la investigación sobre las tres personas que lastimosamente fallecieron en el Valle, eso no da pie para cerrar toda la actividad en Colombia. No debieron hacerlo de esa forma, porque también es cierto que a diario se matan personas en motos y bicicletas, entonces bajo esa mirada también debería cerrarse la movilidad diaria en estos vehículos mientras se realizan las investigaciones”, dijo.

Jaime explicó las pautas que se requieren para convertirse en instructor de vuelo: “Como primera medida se requiere estar bastante activo en este deporte. En cuanto a tiempo no hay un plazo fijo, antes sí lo era, ya que cada año se renovaba la licencia, primero de estudiante a novato, luego de novato a intermedio, de intermedio pasaba a avanzado y de ahí a piloto o instructor. Ahora copiamos la reglamentación europea y es que no importa el tiempo que se dé, pero que cumpla los requisitos, con una cantidad de vuelos exigida. Un piloto puede llegar desde que comienza el curso hasta ser instructor entre tres y cuatro años, pero ahí viene una piedrita en el zapato y es que hay personas que informalmente le enseñan a otras, sin conocer a fondo el mecanismo y la metodología de enseñanza, se vuelve una cadena y esas personas son las que nos afectan como deportistas. Acá los clubes y los sitios de vuelo son muy serios, solamente vuelan personas que estén afiliadas a un club y extranjeros que vengan con una certificación o que estén en un sistema federativo, hay mucho control en los sitios de vuelo certificados”, concluyó.