Nació en las tribus de los indígenas americanos como tributo a los dioses y preparación para la guerra, y en comienzo fue conocido como “el juego del creador”. Más que deporte, en aquel momento se asumía como verdaderas batallas, en las cuales las tribus rivales “saldaban sus deudas”, durante horas o incluso días.

Quizás muy poca gente lo sabe, pero el lacrosse alcanzó a ser deporte olímpico. Lo fue en las ediciones de 1904 y 1908, y luego estuvo como deporte de exhibición en las justas de 1928, 1932 y 1948.

Con el pasar de los años esta disciplina deportiva ha alcanzado un alto grado de popularidad en países como Estados Unidos, Australia, Canadá, Japón, Escocia, Nueva Zelanda e Inglaterra, y desde hace poco más de un lustro llegó a Colombia, donde está en pleno proceso de crecimiento y consolidación.

Nuestro país ya sentó un precedente sumamente importante para la disciplina con la participación, por primera vez, en el Campeonato Mundial de la especialidad, en la rama femenina, en 2017, versión celebrada en Londres. También compitió en la Copa América de 2015, en la cual finalizó en un sorprendente cuarto lugar.

A Medellín llegó en 2015 por iniciativa del norteamericano Miles Makdisi y un año después nació el club Medellín Lacrosse, que se ha encargado de dar a conocer esta disciplina y año tras a año viene presentando un crecimiento vertiginoso.

Johana Sepúlveda, una de las líderes del club Medellín Lacrosse, explicó cómo ha sido el proceso de esta novedosa disciplina en la ciudad, desde sus inicios hasta el presente: “El lacrosse llegó a Medellín en 2015, cuando Miles Makdisi vino, conoció a un profesor del Sena y empezaron a enseñarle a los chicos de entrenamiento deportivo del Sena las bases del lacrosse. Miles estuvo dos meses, no fue mucho lo que alcanzó a enseñar, pero de ese grupo hubo una chica, Daniela Buitrago, que le quedó gustando el deporte. Miles dejó un equipamiento para los que quisieran jugar, dejó algunas bolas, cascos, guantes… y un año después Daniela retomó esa labor y formó el equipo, convocó gente, al principio a los entrenamientos iban dos personas y ahora somos más de 30, hemos ido creciendo con el paso de los años. Al principio nos tocaba hacer una especie de entrenamiento mixto, con hombres y mujeres, pero las reglas en ambas ramas son diferentes, y ahora tenemos la cantidad de personas suficientes para tener un equipo femenino y el masculino”, dijo.

“Empezamos a formar vínculos con el programa de Adrenalina Inder y nuevas tendencias -prosiguió Johana-. Ellos nos apoyaban cuando había eventos, nos invitaban para mostrar nuestro deporte y por medio de ese programa nos prestaron los primeros escenarios para la práctica del lacrosse, lo hacíamos en el Diamante de Béisbol. Nos pasa muy seguido que la gente nos ve con el stick y curiosa, nos pregunta por este deporte. Otra gente piensa que es para coger mariposas o frutas. Daniela (Buitrago) comenzó a ir a universidades, a colegios y por la Unidad Deportiva Atanasio Girardot mostrando este deporte, varias personas se empezaron a interesar y ahora tenemos varios jugadores de la Universidad Pontificia Bolivariana y de la Universidad San Buenaventura, donde ella hizo clínicas. Varios compañeros se fueron uniendo y a su vez dieron a conocer el deporte”, agregó.

Johana explicó que cada equipo, el de la rama masculina y el de la femenina, tiene sus propios nombres: “Los dos clubes tenemos nombres de animales. El femenino es Tángara, y el de los hombres, Jaguares. Queríamos hacer un homenaje a la fauna del país, en el caso del femenino, tángara es un pajarito que es endémico en Colombia, hay una especie en particular que habita solo en nuestro país y está en vía de extinción”, detalló.

Implementos para la práctica del lacrosse.

Sistema de juego

Es un deporte colectivo, se juega en campo de dimensiones de 110 x 60 metros entre dos equipos de diez personas, cada uno. El objetivo es convertir goles en el arco contrario con un stick (un palo con una malla a la cabeza) y se juega en 4 tiempos de 15 minutos, con un pequeño intervalo entre tiempo y tiempo. Los arcos son cuadrados y su medida es de 1.83 x 1.83.

Una de las particularidades es que se puede correr por detrás de los arcos, similar al hockey. La bola es de goma dura y su tamaño es similar al de una pelota de tenis; tres árbitros imparten justicia, uno en cada banda y otro dentro del campo.

Normalmente se juega en césped, en campo abierto, y para ello se utilizan guayos parecidos a los de fútbol americano, con muchos taches para los cambios de dirección y un tache en la punta.

Alrededor del arco hay un círculo de 3 metros de radio, los atacantes no pueden entrar a ese círculo, entonces tienen que lanzar por fuera, los goles son desde afuera. El arquero puede salir y jugar, pero los atacantes no pueden ingresar al círculo.

Lea: El Inder le apuesta a las nuevas tendencias deportivas

El lacrosse masculino y femenino difiere en algunas reglas. Se juega en el mismo arco, con idéntica pelota, tiene la misma finalidad, tiene la misma cantidad de árbitros. La mayor diferencia radica en que en masculino hay contacto, en femenino, no. Los hombres se pueden golpear con el palo para quitarse la bola, en los brazos o el pecho. En el femenino no hay contacto, la única forma de quitar la bola es haciendo que esta se caiga o haciendo una intercepción de la bola en el aire. Con base en eso, hay diferencias en el equipamiento de protección. Las mujeres utilizan el stick (un palo con una malla en el extremo superior), un protector bucal y unas gafas.

Los hombres utilizan el stick, mismo protector bucal y como se pueden dar golpes con el palo, usan casco, guantes, coderas y pecheras.

En el femenino, la única persona que utiliza todos los implementos es la arquera, la bola es dura y va a mucha velocidad. Usa pechera especial, guantes, coderas, espinilleras y un casco.

El arquero puede ir hasta la línea del otro arco. En masculino puede anotar en la portería contraria, pero en femenino, no.

Johana Sepúlveda (izq.), una de las líderes del club Medellín Lacrosse.

Los hitos y el futuro

El lacrosse recién está despegando en Medellín. Sin embargo, ha tenido buena receptividad y poco a poco va dando pasos importantes. Desde 2016, la delegación de Medellín compite en un torneo de carácter nacional y año tras año los resultados evidencian mejoría, sumado que ya tuvieron fogueo ante conjuntos de otras latitudes.

“El primer año, en 2016, el campeonato se celebró en Bogotá, recuerdo que con el equipo femenino acudimos cinco deportistas y por eso debimos completar con niñas de otras delegaciones. En 2017 la competencia se celebró en Manizales y ya teníamos el equipo completo, tanto en hombres y mujeres, pero debimos reforzarnos con un par de deportistas de otras regiones, y el año pasado, en Pereira, pudimos llevar un equipo mucho más completo. El año pasado organizamos en Medellín un certamen latinoamericano, acudieron las selecciones de México y de Chile, en femenino, fue una bonita experiencia”, aseguró Johana, quien hace dos participó con la selección Colombia en la Copa del Mundo en Inglaterra.

En la actualidad, la Asociación Colombiana de Lacrosse rige los destinos de la disciplina en nuestro país. Hay un proceso con Coldeportes para obtener el reconocimiento deportivo, y en cada ciudad se está realizando ese proceso ante el Instituto de Recreación y el Deporte, para seguir dando pasos importantes.

Johana también exteriorizó su alegría por la reinauguración de la cancha Marte 2, tradicional escenario de Medellín que será un espacio destinado, en un alto porcentaje, para las nuevas tendencias: “Lo más importante para nosotros es que la gente podrá conocer el lacrosse. Antes entrenábamos en el Diamante de Béisbol, que de por sí es escondido y la gente no nos veía. Ahora en la Marte 2, toda la gente que pase por allí seguramente le va a quedar la incógnita, lo que más esperamos de poder entrenar allá es subir muchísimo nuestro nivel. Muchas veces, cuando llueve, nos toca detener nuestro entrenamiento o realizarlo a medias, para cuidar la gramilla natural del escenario, situación diferente en la Marte 2 porque la superficie es sintética. Entonces teniendo un mejor espacio deportivo podremos mejorar nuestro juego y tener visibilidad, que la gente nos conozca y se interese”, aseguró la deportista, quien se desempeña como ingeniera de sistemas.

Johana concluyó insistiendo que para la práctica del lacrosse no existen los límites de edad y que las puertas del club Medellín Lacrosse están abiertas para todo aquel que desee involucrarse en la disciplina: “Tenemos desde niños de 9 años en adelante hasta deportistas de más de 40. Tengo una creencia personal y es que pienso que toda persona tiene determinadas habilidades para practicar algún deporte. Lastimosamente, en el imaginario está siempre el fútbol, y otras disciplinas como el baloncesto y voleibol, que es las que nos inculcan en el colegio, o últimamente en el BMX y el atletismo, por el auge que se ha tenido con Mariana Pajón y Caterine Ibargüen. Pero la gente no piensa en otras alternativas, lo que nosotros ofrecemos es un deporte novedoso, alternativo, nuevo. Lo principal es tener  ganas de probarlo y de conocerlo. El lacrosse es una mezcla de hockey, baloncesto y futbol, no hay una destreza en específico, todas estas habilidades se aprenden con el entrenamiento, la práctica, la constancia y disciplina. Un jugador al final va a desarrollar habilidades como la velocidad, fuerza y resistencia”.