El emoji se ha convertido en la nueva frontera lingüística.
El clásico cuento infantil de Pinocho, del italiano Carlo Collodi, ha sido traducido a emoticonos, en la que es la primera versión de un texto literario italiano que se edita en ese código visual, según aseguran sus editores.
Pinocho in Emojitaliano, aúna creatividad y lenguaje propio de la informática e internet para dar vida a "un lenguaje escrito compartido legible en todos los idiomas del mundo", destacó la editorial en su página web.
La iniciativa, que parte de los investigadores italianos Francesca Chiusaroli, Johanna Monti y Federico Sangati, se ha valido también de los usuarios de las plataformas Twitter y Telegram para completar la traducción.
Así, cada día se invitó a los internautas a proponer una serie de emoticonos para cada frase del texto original, Las aventuras de Pinocho, publicado por entregas entre 1881 y 1883.
Al final de la jornada, los investigadores elegían las propuestas que consideraban mejores, y publicaban un tuit con la lista final.
Fue así como la propia comunidad digital escogió para representar a la marioneta de madera más famosa del mundo al emoticono de un niño corriendo con camiseta roja.
El libro, que busca explorar el potencial comunicativo de este repertorio de pictogramas de comunicación digital, es fruto de ocho meses de trabajo por parte de la comunidad de traductores, que no ha tenido fácil la representación de conceptos como la culpa, para la que ha recurrido al imaginario bíblico y a la secuencia "hombre-mujer-manzana".
"Los emojis tienen la característica de estar en los teclados de todos nuestros dispositivos digitales, por lo que constituyen un repertorio accesible para todos", subrayó Chiusaroli, quien consideró que "en la era de internet y las redes sociales es una oportunidad privilegiada contar con señales que sean potencialmente capaces de hablarles a todos".
Con una sintaxis muy simple (sujeto, verbo y complemento), emplea siempre un sujeto explícito y un apóstrofe delante de la imagen para indicar el verbo.
De esta forma, el emoticono del zapato muestra un zapato, pero precedido por un apóstrofe se convierte en el verbo caminar, para describir la acción.
El volumen acompaña las ilustraciones con un glosario paralelo, y será traducido a otros idiomas a fin de comprobar si al aplicar un código estandarizado es posible superar las barreras lingüísticas.