La economía del Oriente antioqueño se ha visto fuertemente afectada por la pandemia causada por el Covid-19. Pero hay sectores que se han visto menos perjudicados que otros, es el caso del sector agropecuario, el cual en algunos municipios podría jalonar la recuperación económica.
La vocación económica del Oriente antioqueño hace años dejó de ser fundamentalmente agrícola. Antes del inicio de la pandemia, el turismo y la industria tenían un firme crecimiento, pero aún así, muchos municipios, especialmente por fuera del Valle de San Nicolás y la zona de los embalses siguen dependiendo principalmente del agro.
Fabio Ríos, director ejecutivo de los Municipios Asociados del Altiplano del Oriente Antioqueño (Masora), explicó que la economía en el Oriente “ha sufrido con toda la rigurosidad la crisis que ha generado la pandemia. Todos los sectores de la economía están muy afectados, los emprendedores están en la quiebra o pasando por grandes dificultades. Pequeñas, medianas y grandes empresas se ha visto afectadas, quien se ha logrado sostener es porque tiene un músculo financiero grande”.
Pero cada municipio y sector económico tiene sus particularidad, municipios esencialmente agrícolas como Abejorral se han visto poco perjudicados si se compara con municipios dependientes del turismo como Guatapé o de la industria como Rionegro.
Oriente aún es despensa agrícola
El Oriente sigue siendo una gran despensa agrícola, principalmente en la periferia del altiplano y en las otras subregiones, en el altiplano han cobrado más peso los servicios y la industria
Los animales de carga siguen siendo utilizados para sacar los productos agrícolas de las veredas.
Foto: Edgar Romero
Tres Valles: el territorio de la economía: una estrategia de ordenamiento económico-territorial para los valles de Aburrá, Occidente Cercano y San Nicolás en Antioquia, un estudio de la Universidad del Rosario, precisó que “se puede apreciar cómo El Santuario, Marinilla y San Vicente se posicionan como el gran eje generador de productos agrícolas del Valle de San Nicolás”
Zonas más alejadas del polo de desarrollo que es Rionegro como San Francisco siguen siendo esencialmente agrícolas. Los principales renglones económicos de San Francisco son la ganadería, piscicultura, café, el cacao y la caña.
Julián Muñoz, alcalde Abejorral, explicó que “el principal sector que reactiva la economía en el municipio es el campo. Nuestra economía está basada fundamentalmente en el sector agropecuario, se calcula, por estimaciones que ha hecho el comité departamental de cafeteros, que la traviesa, una cosecha pequeña entre marzo, abril y mayo, tuvo un derrame económico de de 14.200 millones de pesos, lo que permitió que las mayoría de los ciudadanos tuvieran algún tipo de recurso, ya que la mayoría de la población del municipio es rural y nosotros somos el mayor productor de café del Oriente, también tuvimos una traviesa pequeña de aguacate. Esos han sido los dos grandes jalonadores de la economía municipal”.
Según un estudio que hizo la Universidad de Antioquia, en Abejorral aproximadamente 200 personas quedaron desempleadas, “pero los vendedores informales, que no están en los registros, también están afectados, por los temas de prevención ellos no han podido salir a hacer sus actividades diarias, ellos podría ser los más afectados desde el punto de vista económico”, indicó el alcalde.
Muñoz explicó que parte de la manos de obra que hoy está desempleada se podría emplear en la producción de la cosecha cafetera, “tenemos una gran expectativa en la cosecha cafetera, se calcula que esta va a ser la cosecha cafetera más importante en los últimos 10 años, por lo que esperamos que esta cosecha nos permita acomodarnos y seguir con normalidad”.
En el Oriente, la producción agropecuaria no ha parado, “nuestros campesinos siguen trabajando sin ninguna dificultas, la comida que están produciendo se les está comprando, por eso hoy, si bien el sector agropecuario se ha visto afectado, es el menos afectado de los sectores, ellos están en normalidad parcial, han tenido dificultad en la distribución, pero los decretos nacionales permitido el transporte de elementos de la canasta básica familiar”, señaló Ríos.
Edwin Quintero, alcalde de Argelia, coincidió en que “la zona rural se ha visto afectada muy poco, porque debido a que es una comunidad dispersa pueden ejercer sus labores normalmente”. Indicó que el gran perjudicado es el comercio formal e informal, así como el gremio transportador y las diferentes actividades económicas realizadas en la zona urbana”.
No solo los campesinos han mantenido a flote la economía en las zonas rurales, las empresas floricultoras han permanecido como grandes empleadoras en el Oriente. Nelson Carmona, alcalde de la Ceja, resaltó que “gracias a que el sector floricultor no ha parado, se ha mantenido estable la economía del municipio, porque de ahí depende el 70% de la mano de obra no calificada de La Ceja”.
El campo también ha perdido
Pero no todos los alcaldes coinciden en que el campo se ha visto poco perjudicado. Jhon Quintero, alcalde del Carmen de Viboral, afirmó que “ la producción agrícola se vio muy perjudicada: productos a muy bajos costos, producciones se perdieron, paradójicamente en vez de escasear la producción, como no había mucho a quien vender, se perdieron, regalaron cosechas completas de legumbres, como lechuga y repollo”.
En El Carmen de Viboral los campesinos tuvieron que regalar cosechas debido a que no pudieron comercializarlas.
Foto: Cortesía Alcaldía de El Carmen de Viboral
Juan Zuluaga, alcalde de El Santuario, señaló que en ese municipio se comercializan diariamente en promedio 450 toneladas de alimentos que son despachados a diferentes regiones del país como la costa Caribe, Bogotá, los Llanos Orientales, el departamento del Chocó entre otras, pero los precios cayeron dramáticamente, hasta el 50% en algunos productos, por falta de medios de comercialización, debido al cierre de centrales de abastos y mercados. Agregó que está situación se torna más grave si se tienen en cuenta que en los últimos meses los insumos agrícolas han aumentado hasta un 35% en su precio. Por lo que se hace necesario ayudas del Gobierno a los campesinos.
Este municipio se vio fuertemente afectado, pese a que su economía aún depende en gran parte de la producción agrícola, situación similar ha vivido el municipio de San Francisco.
Diego, Duque, alcalde de este municipio señaló que “vivimos una afectación considerable siempre que nuestra economía se sustenta en la actividad rural y en trabajos informales que dependen de la actividad diaria sin ningún tipo de coberturas en materia de seguridad social; por lo cual al frenarse la actividad económica y los flujos internos y externos de actividad, de inmediato paralizan la economía”.
Pese a la afectación del sector agropecuario, Duque considera que si se garantizan los canales de comercialización, la agricultura puede jalonar la reactivación económica, pero también considera necesaria la reactivación del comercio para poder volver a la normalidad, así como realizar obras públicas para generar empleo. “Poseemos un sistema económico básico, que se resiente fácilmente y así mismo se dinamiza con estímulos mínimos”.
El turismo en crisis
La economía de la zona de los embalses se basa fundamentalmente en el turismo, municipios como Guatapé y San Rafael . “El 95% de los ingresos de Guatapé vienen del turismo y hoy se encuentra cerrado. En este momento, en Guatapé hay una pobreza absoluta. Ese municipio necesita una intervención tanto del gobierno nacional como departamental, para reactivar la economía del municipio. En los municipios que dependen del turismo ya no hay recursos para afrontar la crisis”, señaló Fabio Ríos, director de Masora.