Así como los ciclistas deben cumplir con ciertos requisitos y normas que exige la UCI, las bicicletas que utilizan cada uno de ellos en las carreras también tienen su reglamento. El llamado caballito de acero también es revisado y monitoreado por los comisarios en cada carrera para garantizar que todos los corredores compitan en igualdad de condiciones.
En todas las carreras de ciclismo del mundo todos los detalles que hacen parte de la competencia tienen su respectivo reglamento y unas normas que deben cumplir, tal y como lo exige el ente mayor del deporte de las bielas en el mundo como lo es la Unión Ciclista Internacional, UCI.
Así como los corredores deben cumplir con ciertos requisitos, su instrumento de trabajo, la bicicleta, también tiene algunas exigencias y requisitos. No cualquier bicicleta sirve para competir en las carreras de ciclismo profesional.
EL MUNDO estuvo en diálogo con el Comisario Internacional de la UCI, Héctor Fabio Arcila, a su vez Comisario director del Clásico RCN, quien explicó detalladamente cuáles son estas normas y requisitos que deben cumplir las bicicletas para poder ser utilizadas en una carrera.
Según Héctor Fabio, “las condiciones o normas que debe tener una bicicleta para una carrera en Colombia o en cualquier parte del mundo son las mismas. Según lo indica la UCI”.
Una de estas características es el peso, “cada una de las bicicletas debe pesar mínimo 6 kilos, 800 gramos para una etapa de ruta normal. La bicicleta en general debe cumplir las mismas normas en cada etapa, lo que cambia, de acuerdo al perfil de la fracción, son los componentes. En unas ocasiones es más liviana, como para las carreras de montaña, un poco más fuertes para las etapas planas o en terreno de pavé o con pavimento más rústico, más rudo, que requieren bicicletas más fuertes. Lo más liviano se busca es en las etapas de montaña y en las contrarreloj. El tipo de bicicleta se elige de acuerdo al tipo de etapa”, explicó Arcila.
El Comisario detalló que además, “cada bicicleta debe cumplir con ciertas características. En la ruta no se pueden utilizar bicicletas de ruedas compactas sino de radios, el manubrio debe ser el convencional, es decir el que va doblado hacia adelante, no el de extensión que es el que se usa para las pruebas contrarreloj”.
Otra norma vigente es “el freno de disco, el cual fue autorizado este año, única y exclusivamente, para los equipos del World Tour, estos 18 equipos son los únicos autorizados para utilizarlos y se les está haciendo monitoreo para ver cómo opera este respecto a las normas de seguridad. Muy probablemente, a final de esta temporada se aprobará para las demás categorías de la UCI, como los equipos Profesionales Continentales, los Continentales o los demás equipos. Esa es la última innovación tecnológica en materia de bicicletas”.
Héctor Fabio detalló que las bicicletas para las pruebas contrarreloj deben tener unas características especiales: “Se toman unas medidas especiales que son referentes a la longitud de extensión del manubrio, otra referente a la posición de la silla, todo esto para garantizar que la bicicleta sea un elemento que se compone de dos triángulos que van unidos y donde impera, sobre todo, el hombre y no la máquina ni la tecnología, que va en el peso de la bicicleta, por eso se hacen los famosos escaneos tecnológicos, que son para asegurarse que no hayan motores eléctricos ni nada por el estilo, se buscan campos magnéticos para encontrar este tipo de elementos que llaman doping electrónico”.
Estas normas son estándar para todo el planeta, se aplican las mismas normas en todas las carreras del mundo.
Sobre el cambio de bicicleta en medio de una etapa, el Comisario Director del Duelo de Titanes afirmó que “se puede hacer, es permitido, hay una zona donde se puede entregar la otra bicicleta, que ya está previamente medida y controlada”.
La medición de las bicicletas por los jueces y comisarios de carrera se realiza solamente antes de iniciar una prueba contrarreloj.
“Se les mide la longitud de la extensión del manubrio, que debe ser de 80 centímetros máximo, a partir de la vertical que pasa por el eje central de la bicicleta, y la posición de la silla, para garantizar que el ciclista no vaya acostado, que no haya un pedalazo hacia atrás, que es lo que llamarían un cuarto punto de apoyo, pues la bicicleta sólo debe tener tres puntos de apoyo: las manos, la silla y el pedal, no pueden tener más de esos”, manifestó Héctor, quien además resaltó que en las etapas normales lo que hacen es “asegurarnos de que no hayan frenos de disco y que los manubrios si correspondan a los convencionales, a los que se deben tener en las bicicletas de carretera”.
Para garantizar que cada bicicleta cumpla con estos requisitos cada equipo tiene su grupo de mecánicos, quienes son los encargados no sólo de asegurarse de que el llamado caballito de acero cumpla con las normas exigidas por la UCI, sino también de ajustar la bicicleta de acuerdo a cada corredor y de mantenerlas en perfecto estado antes, durante y después de cada competencia.
Daniel Echavarría, mecánico del Team Medellín-Éxito y quien fue mecánico de la selección colombiana de ciclismo de pista, le explicó a EL MUNDO que “a cada una de las bicicletas le llevamos un proceso de mantenimiento durante todo el año, es muy continuo para evitar daños y para tenerlas en perfecto estado para las carreras”.
Durante las carreras, el trabajo de los mecánicos es “lavarlas después de cada etapa, se les hace una alistada que consta de desengrasar la cadena y todas las partes que requieren de grasa, y se vuelven a lubricar con aceites y grasa limpia. Esto se hace todos los días después de cada etapa”.
Antes de la etapa lo que se hace es “revisar bien los cambios y calibrar cada una de las ruedas, que deben tener de presión 120 de aire”, agregó.
Cada corredor tiene una bicicleta hecha para él: “De acuerdo a su estatura o medida de la entrepierna del corredor cada bicicleta tiene sus características, específicamente en el sillín. Además cada corredor tiene una medida de un largo, que va entre la punta del sillín y la espiga, que es donde va el manubrio, de acuerdo a la medida de cada corredor se ensambla la bicicleta”, explicó Daniel.
En cada carrera los mecánicos llevan en los carros bicicletas auxiliares o de repuesto por si alguno de los corredores tiene algún percance en la que está corriendo y no puede continuar utilizándola.
El mecánico del equipo de la capital antioqueña contó que estas bicicletas auxiliares se dividen en “dos listas para los líderes o capos del equipo y otras tres que se acomodan a los demás corredores; en caso de tener que hacer un cambio sólo se cuadra la altura del sillín y ya el corredor se acomoda para terminar la etapa en ella”.
En las bicicletas para las pruebas contrarreloj, Daniel explicó que “el sistema es muy similar, llevan diferente posición de acuerdo al manubrio, pero el sistema como tal y la preparación de la bicicleta es igual que la de ruta”.