El MAJA es una antigua casa de bahareque construida en 1906, que desde el año 2009 fue destinada a ser el museo que hoy cuenta con seis salas de exhibición, un aula para talleres, un centro de documentación y diversos espacios para el encuentro con la cultura.
Aquellos apasionados por el arte, que se encuentren cansados de las muestras citadinas en las galerías y los museos principales, y necesiten un buen soplo de aire fresco no solo para disfrutar del arte en otros espacios, sino para conocer la enorme riqueza cultural que hay más allá de la vanidosa y agotadora vida artística de la ciudad, deberían visitar el municipio de Jericó y agendar como destino obligado el Museo de Antropología y Arte (MAJA). El museo, como bien señala en su historia, desea superar la función clásica de coleccionar, documentar, conservar, exhibir y divulgar, para entrar en una nueva dimensión que les permita incursionar en campos fundamentales para el ejercicio de una verdadera función social desde el reconocimiento y la formación de las comunidades que habitan este hermoso municipio.
En cuanto a temas de arte, no queda más que destacar la dedicada y sobresaliente misión que se ha venido realizando de la mano de su director Roberto Ojalvo quien mantiene una relación colaborativa con algunas entidades y personajes como la galería Alonso Garcés, la Fundación Bancolombia, la Cámara de Comercio de Medellín, la Universidad Eafit entre otras. Así, el museo y su programación no solo se destaca por estar activo y actual, sino que constituye un excelente intercambio cultural para los artistas de Medellín y de otros lugares del mundo que allí exhiben sus obras.
María Isabel Rincón de la serie Ventanas 2018-2019
De Medellín a Jericó
La relación del MAJA con la actividad artística de Medellín es muy relevante; artistas como Mario Vélez, Sergio Bedoya, Jorge Gómez, los Talleres abiertos de Envigado, Dora Ramírez, Paulina Restrepo, entre otros, han mostrado su trabajo en el museo. Actualmente los trabajos de María Isabel Rincón, Bairo Martínez y Hernán Marín hacen parte del primer ciclo de exposiciones junto con la muestra del Taller Arte Dos Gráfico y los dibujos de Alejandro Martínez artista oriundo del municipio.
Hernán Marín y su obra Sobre vacío, 2019
María Isabel Rincón presenta su obra La fragilidad del paisaje, que se compone de varias series de trabajos donde la artista utiliza materiales como cartón, papel rasgado, pintura, cajas reciclables y fotografía intervenida para proponer diferentes interpretaciones de los paisajes que con atención observa, teniendo presente factores como la hora, la perspectiva, la tonalidad y el momento que desea interpretar. Por otra parte, la muestra constituye una interesante narración de un proceso evolutivo que la artista parece querer señalarnos, pues vemos allí cómo en su proceso la representación empieza a ser decodificada para llegar a la abstracción de la imagen.
Bairo Martínez, vista de la exposición Orbis Terrarum, 2019.
Por su parte, el artista Bairo Martínez con su propuesta Orbis Terrarum se acerca nuevamente a la leyenda de El Dorado, desde donde hace un comentario sobre las transformaciones paisajísticas que se han generado por siglos en la búsqueda del prometido tesoro. Además de esto, su obra se destaca por presentar importantes exploraciones formales desde un lenguaje objetual y obras bidimensionales donde la carga matérica que se deriva de su transformación y experimentación con el carbón, marcan un rumbo especialmente estético de la obra. Finalmente, el artista Hernán Marín propone una muestra en la cual, como ya hemos visto en su trabajo, el dibujo y la técnica son los protagonistas. Sobre vacío es el nombre que se ha seleccionado para este conjunto de trabajos donde son destacadas las figuras humanas que aparecen en un “territorio invisible” como una especie de fantasmagoría, justamente porque carecen de un espacio (fondo) que las contenga más allá del papel o el lienzo de trabajo.
Las exposiciones estarán abiertas al público hasta el 30 de marzo.