De la misma manera que el metro fue en su momento un hito de ciudad, que además del transporte transformó el urbanismo e incluso nuestra cultura, la propuesta del Valle de Software es una oportunidad para contar con un nuevo propósito común que nos reúna en torno a los retos que debemos enfrentar como ciudad en este siglo XXI.

Tal como lo entiende la actual administración, el Valle del Software es una estrategia de desarrollo económico con enfoque territorial para gestionar a partir de la educación, la ciencia, la tecnología, la innovación y el emprendimiento nuevas oportunidades para focalizar y potenciar la economía de la ciudad. Desarrollar esta estrategia implica retos tales como lograr un real incremento de la productividad de la industria existente, la generación de miles de empleos bien remunerados, el desarrollo de la industria 4.0. que nos permita especializar y focalizar las iniciativas empresariales de cara al mercado mundial; así como el desarrollo de los primeros pilotos de un nuevo concepto de ciudad enmarcado en los llamados territorios Inteligentes.

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Poner en marcha el Valle del Software requiere movilizar la ciudad y a sus actores más representativos para trabajar desde diversos ángulos en la formación del talento humano necesario, en la incorporación de la cultura digital en los ciudadanos y en las organizaciones, en el desarrollo de la ciencia, la tecnología y la Innovación como motor del desarrollo, así como en una serie de adecuaciones legales y de infraestructura que viabilicen a la nueva industria. El punto de confluencia de todas estas iniciativas es lograr el incremento de la competitividad de nuestra industria alrededor de la llamada transformación digital de nuestras empresas y del desarrollo de nuevos negocios en la industria 4.0.

La formación del talento humano requiere de una transformación educativa a todos los niveles. En la educación básica y media es necesario incentivar la formación para la ciencia, la tecnología, las ingenierías y las matemáticas (STEM) y el impulso de la formación media técnica de nuestros bachilleres, especialmente en áreas relacionadas con las tecnologías de la información; así mismo, se requiere de la formación masiva de programadores apoyados en los programas de técnicos por competencias que impulsa el SENA. En la educación no formal, que hoy cobra tanta fuerza, es necesario el aprovechamiento de iniciativas tales como las especializaciones en desarrollo de software, inteligencia artificial y ciencia de los datos que ofrecen las plataformas internacionales, el entrenamiento masivo de jóvenes de décimo y once y de los primeros semestres de universidad en programación usando modalidades como los boot camp; la financiación masiva a los profesionales de T.I y áreas afines en certificaciones en temas como seguridad informática, comunicaciones, calidad de software, etc. La IES de la ciudad por su lado ofrecen una serie de especializaciones en áreas como inteligencia de negocios, analítica de datos, ciencia de los datos e inteligencia artificial que van en la misma dirección. Todas estas iniciativas deberán ir de la mano con la generación de empleo en articulación con Clúster TIC, Intersoftware, la industria de T.I. de la ciudad y la mesa de talento del Comité Universidad-Empresa-Estado.

La incorporación de la cultura digital en los ciudadanos, en la educación y en las organizaciones requiere de una transformación cultural en varios escenarios. A nivel ciudadano aparece la necesidad de desarrollar debates en torno al impacto de las TIC en la sociedad, en temas como el manejo de la privacidad, el ejercicio de la democracia, las implicaciones éticas del uso de las nuevas tecnologías, sus oportunidades y amenazas. A nivel empresarial se requiere abordar iniciativas que permitan la transformación de la cultura organizacional y empresarial como condición para sacar mejor provecho de la transformación digital. A nivel de la escuela vale la pena resaltar que de tiempo atrás y desde el Parque Explora hay una serie de iniciativas que vale la pena continuar y fortalecer: El programa con enfoque de género para incentivar la participación de la mujer en las profesiones relacionadas con tecnología, los programas en cultura digital para el aprendizaje activo, escuelas que inspiran y los campamentos de emprendimiento.

El sistema de Ciencia, Tecnología e Innovación (CTI) requiere pasar en los próximos años del estado de activación temprana en que se encuentra a un estado de consolidación. Gracias al trabajo de Ruta N, la ciudad incorporó la innovación como una de sus banderas, hemos alcanzado reconocimiento internacional como ciudad innovadora; además, es un factor positivo y dinamizado la llegada de capital e inversionista a la región. Sin embargo, el sistema de CTI existente requiere todavía de una mayor articulación de sus actores para mejorar el impacto, los emprendimientos generados en los últimos no son lo suficientemente atractivos para que el capital de la región se quede en la ciudad y todavía hay mucho por hacer transformación digital e incremento de la productividad de nuestra industria. En esa medida, como articulador del ecosistema de CTI, Ruta N está llamado a fortalecer la interacción con los actores de la región, que en su Junta Directiva tengan mayor cabida representantes de la industria de T.I, de las PYMES, de las startups y mayor vinculación de la academia y que el programa de landing que desarrolla contemple también mecanismos de cooperación entre empresas internacionales y locales

Para mejorar la calidad del ecosistema de startups y de nuestros emprendimientos se requiere focalizar el accionar de cada actor del ecosistema (Créame, Tecnova, Parque-E, IES, etc.) y que su labor esté centrada fundamentalmente en el emprendedor, desarrollar un programa competitivo de mentorías internacionales de talla mundial, así como un programa ambicioso de compras públicas y privadas en tecnología desde nuestros emprendimientos por parte de instituciones ancla locales.

Para incrementar la productividad de la industria local se hace necesario fomentar la Integración empresarial y organizacional y desarrollar con mayor intensidad programas de adopción tecnológica en las compañías existentes; así mismo, es necesario acelerar el esfuerzo de creación y atracción de empresas de base tecnológica soporte de la industria 4.0., en donde fondos existentes como la iniciativa Emprender, adscrita al SENA, pueden jugar un papel relevante. Todas estas iniciativas deberán ir de la mano con dinámicas de ciudad que existen de tiempo atrás tales como los clústeres impulsados por la Cámara de Comercio y el Comité Universidad-Empresa-Estado, entre otros.

Otro requisito imprescindible para mejorar la calidad de nuestros emprendimientos es conectarlos con la investigación aplicada en TIC en áreas de punta. Se hace necesario entonces un Centro de Investigación con un programa de I+D enfocado a problemáticas de ciudad, en donde los resultados de los proyectos desarrollados tendrán como propósito generar prototipos de productos y servicios con potencial en el mercado mundial. Al mismo tiempo, será una oportunidad para aprovechar y ampliar el potencial existente de investigadores experimentados de nuestras universidades y un campo expedito de formación de estudiantes de maestría/doctorado que luego se vinculen a la industria. Como ejemplos de iniciativas de ciudad que se pueden retomar desde el centro y enfocada en el concepto de territorios inteligentes están: la continuación y fortalecimiento del proyecto MEDATA (datos abiertos de Medellín), acelerar y ampliar el programa de Gobierno Digital (transparencia, cero papel y simplificación de trámites en la administración pública), pilotos en seguridad, movilidad y el medio ambiente sobre el territorio, redimensionar y retomar el proyecto meta-repositorio en Salud (interoperabilidad de datos entre actores y servidores del sistema de salud).

Desde el punto de vista de las adecuaciones legales y de infraestructura que se requieren, la creación del distrito especial de CTI es una posibilidad de dotar de facultades, instrumentos y recursos a la ciudad que le permitan promover el desarrollo integral del territorio a partir del desarrollo basado en CTI. Adicional a su aprobación hay una serie de iniciativas soporte vital del Valle del Software: El crecimiento y sostenibilidad de las 296 zonas wifi gratuitas instaladas en las 16 comunas y 5 corregimientos; mejorar radicalmente la disponibilidad de banda ancha sobre todo el territorio en donde se pueden retomar propuestos de años atrás ventiladas desde EPM y el Metro. La creación de la Secretaría de Economía Digital para liderar procesos de incorporación de la economía digital a nivel gubernamental y privado. La creación de la Empresa de Información Pública de Medellín, que además de absorber a la ESU hará parte de la nueva visión de negocios que se puede liderar desde EPM.

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El centro para la cuarta revolución industrial para Medellín y América Latina es una iniciativa de la administración anterior que surge del acuerdo con la Presidencia de la República (RutaN, Alcaldía, MinCIT). Sus focos de acción estratégicos son articular esfuerzos de diferentes actores que viabilicen la industria 4.0, estructurar soluciones a través de proyectos y pilotos y generar cultura y sensibilización en el conjunto de la sociedad. Este centro es una gran oportunidad de ciudad para ser referentes regionales en el desarrollo de la industria 4.0 pero requiere de acciones prioritarias para garantizar su sostenibilidad a mediano y largo plazo, así como el desarrollar de manera más coordinada con otros actores de ciudad las iniciativas de territorios inteligentes y trabajar en estrecha colaboración con el centro I+D+i cuya agenda deberá girar en torno a las tecnologías habilitantes de la industria 4.0.