El comediante bogotano llegó hasta las salas de El Teatrico con un personaje callejero que se desenvuelve como traductor de una conferencia de orden financiero, económico y negocios internacionales. La obra, que contará con todo el humor negro característico del Primo Rojas, se presentará el 16, 21, 22 y 23 de septiembre a las 8:0 p.m.
Un comediante que se sale de los esquemas y toca los puntos débiles de muchas personas con su humor negro, llegó a Medellín con El Traductor una obra que como él mismo dice, fue pensada utilizando “la belleza del lenguaje que se ha descuidado mucho y mucho más en esta época ya que se ha creado prácticamente un lenguaje alterno que es el de la red en el que es todo muy sintético casi de señales donde se ha perdido la construcción de frases largas”.
En conversación con EL MUNDO, el Primo Rojas relató que el humor negro tiene la facilidad de destapar eso que las personas no quieren decir. La gente que es muy fanática, continuó, suele condenar como insensibilidad cuando a través de esta forma de expresión los artistas se burlan de los pobres, pero “jamás piensan que la insensibilidad absoluta que tenemos como sociedad ante los pobres y los miserables eso jamás se comenta”.
En cuanto a su personalidad, el comediante se define como una persona normal con una vida normal, pero aclaró que es eso lo que le da la posibilidad de observar con más cuidado las cosas que pasan a su alrededor. Asimismo, manifestó que su mayor temor es no conectar con el público, quedar totalmente aislado, “el humor tiene eso, es comprobable inmediatamente, si la gente no se ríe es que la cosa no funciona, en otro tipo de trabajos como los dramáticos donde todo es tragedia se supone que el público está en silencio no tiene que reír entonces la cosa puede pasar más fácil pero en el humor si la gente no se está riendo inmediatamente usted dice, esto no funcionó”, explicó.
En su trabajo, el Primo Rojas involucra mucho el comportamiento infantil, y aseguró que tiene muchos seguidores niños que lo entienden y se divierten con sus rutinas lo que para él es un sello de garantía porque si ellos lo comprenden sabe que su trabajo está cumpliendo con la función que desea.
“Sería la felicidad absoluta que nos acompañarán”, exclamó el comediante.