El licenciado en Ciencias Sociales John Jairo Pérez Toro comenzó en un proyecto de aula uno de los programas que actualmente preserva la memoria de este municipio del Valle de Aburrá, se llama Vigías Exploradores y, con su proyecto Portones de Antioquia, inspiró, acompañó y motivó a EL MUNDO para la campaña que durante doce semanas ha llegado a los estudiantes en I.E. del departamento, a través de la estrategia Educar Mientras se Informa.
Una puerta de una casa antigua. Un portón, de esos tradicionales, que suenan a historia cuando alguien lo abre, que invitan a soñarse con épocas pasadas. Esa es la imagen que el grupo de Vigías Exploradores del municipio de la Estrella tiene como insignia.
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Pero no se trata sólo del deseo de un grupo, más bien es una búsqueda por la salvaguarda de las tradiciones, los lugares, las historias e imaginarios de esta población del sur del Valle de Aburrá: “Tenemos un símbolo que es una puerta de una casa, que es la Casa de Gobierno, de hace más de cien años, donde funcionó la Alcaldía, la Cárcel, la Oficina de Correos, la Oficina de Teléfonos, en un mismo lugar, se llama la Casa Consistorial. En este momento se está cayendo y la tomamos, porque es el símbolo del trabajo que estamos haciendo, porque abriendo la puerta de esa casa íbamos a contar la historia”, relató el licenciado en Ciencias Sociales John Jairo Pérez, quien dio vida a este grupo.
Todo comenzó en el 2011, cuando una propuesta que se llamó “Club de Ciencias Sociales” en la I.E. Bernardo Arango Macías, donde él era profesor de Ciencias Sociales, promovió un cambio del currículum, incluyendo nuevos elementos en la enseñanza de esta asignatura: lo propio, un capítulo de la historia del municipio.
“En una de las clases les pregunté a los niños quién era Leonel Mesi, quién Obama y quién Chávez, pero cuando pregunté quién era Moncho Quirós, quien es uno de los patriarcas que empezó a darle fuerza al componente económico en la Estrella, con la cabuya, donde hace sesenta años las familias vivieron de ella; me di cuenta que no los conocían”, relató Pérez.
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Comenzó a tener en el grupo a diez niños, después el colectivo pasó a ser Niños Vigías del Patrimonio, en alianza con la Casa de la Cultura de La Estrella, y el proyecto de Vigías del Patrimonio del Departamento. Realizaban talleres, reuniones, con profesores y padres de familia, así como con líderes de la comunidad. El docente continuó la propuesta del Club de Ciencias sociales, recolectando toda clase de información “que nos sirviera de insumo para elaborar libros y material didáctico, teniendo como tema principal la historia local”.
“Nos apoyamos con los abuelos, padres de familia y adultos, llevándolos a clases. Los abuelos fueron a las clases y cambiamos las clases del profesor por la clase con el abuelo. Tiempo después, el Instituto de Cultura de Antioquia nos dio un reconocimiento por el trabajo y nos invitó a diferentes lugares del departamento, a encuentros departamentales”.
A partir del 2014, este grupo tomó el nombre de Vigías Exploradores, “porque como siempre había nombres similares, queríamos que nos reconocieran”, dijo Pérez. Comenzaron a hacer un trabajo de difusión de lo que habían aprendido, “los niños son hoy jóvenes que van a los grupos inferiores (cursan séptimo y octavo), tienen entre 11 y 13 años, vamos renovando el grupo, como semillero. Los jóvenes se volvieron tutores, el conocimiento recibido de los abuelos y adultos la llevaron a las aulas de clase a contarle la historia a los niños de primero y segundo, con proyectos como Profesor por una hora”.
En un tiempo de construcción “a mil, en el que tumban las casas, porque los bienes no son declarados patrimonio, es difícil que la historia permanezca. Por eso, trabajamos por revivir su importancia, como lo hacemos con la calle empedrada: el camino que utilizaban los amigos de Heliconia con la sal para venir hasta aquí, también los ciudadanos de Santa Fe de Antioquia con el oro. Todos se encontraban en el Valle de Aburrá, para hacer el famoso trueque. Se dice que los indígenas Anacona, Yamesies y Aburráes (los nuestros, quienes trabajaban el algodón para hacer mantas, tejidos, textiles) se encontraban en esa calle. Eso sirvió para que esta región se diera el intercambio, hoy invitamos a recordarlo”, concluyó el docente, quien trabaja junto a un colectivo de cien jóvenes con el que adelanta el proyecto Escuela de Patrimonio, apoyado por la Secretaría de Educación de la Estrella.
Unión de profesionales amigos
Para John Jairo Pérez, sacar adelante el proyecto de Vigías Exploradores del Municipio de la Estrella no ha sido una tarea fácil. En el proceso, reconoce el trabajo incansable de sus dos compañeros: la socióloga Ángela Arismendi y el Lic. en Filosofía Guillermo Muñoz, a quienes define como unos “trabajadores incansables”.
Además, Pérez resaltó los aportes de otros profesionales como el historiador Edison Parra, quien ha colaborado en el diseño del material didáctico que tienen: “libros, lápices, camiseta "la historia que camina”, trompos, bolsilibros, libros homenaje a nuestros abuelos, pendones, entre otros”. Los educadores Mauricio Vanegas, Iván Graciano Morelo y Edelmira Montoya también han aportado al proceso de consolidación del grupo.
“Este trabajo es un voluntariado, nunca recibimos pago alguno de instituciones o entidades...es de bolsillo propio... La participación en convocatorias a nivel departamental es lo que nos ha servido para alivianar un poco las cargas”, detalló.
Entre todos los colaboradores, Pérez resaltó especialmente el aporte de Carlos Mario Rojas, quien hace los diseños, “las plantillas de las obleas que llevamos a diferentes partes de Colombia y es el dibujante de las líneas en los portones de Antioquia”, uno de sus principales proyectos.
Francisco Gómez Tenorio, por su parte, es el artista “peruano radicado en nuestro municipio autor de las obras a color, tanto en libros, portones y afiches”.