Los artistas Félix Ángel y Victoria Ortiz, gestor y motores del Encuentro de grabado de Antioquia, evalúan la exposición Beyond The Encuentro, realizada en Washington DC y analizan las perspectivas del II Encuentro a realizarse el 25 y 26 de abril en asocio con Comfama.
Félix, ¿Cómo evalúa usted Beyond the Encuentro en términos de las visitas, el análisis de la crítica a la obra y la presencia de los artistas en Washington DC?
De mi parte la evaluación es alta, pero alguien puede decir que está comprometida. Sin embargo, no se fundamenta en lo que pienso sino en la experiencia de lo que sucedió: Inauguración concurrida con nutrida asistencia de personas del mundo del arte en Washington, público constante durante las horas de visita (gracias a la buena ubicación de la galería Idbsaag en el centro de la ciudad), conversatorio animado (el 95% fue público norteamericano), comentarios de prensa escritos por personas reconocidas en medios relevantes de la ciudad, e interés de compradores que contactaron directamente a los artistas. En suma, es un balance que toda exposición - individual o colectiva, privada o institucional- aspira lograr. En este caso hubo un elemento adicional muy positivo: Medellín, la ciudad, quedó muy bien gracias a sus artistas grabadores. Para el efecto fue muy saludable la presencia de dos artistas que viajaron por su cuenta a estar presentes en la apertura: Ana Fernández y Male Correa.
Del momento en que usted concibe el Encuentro de grabadores antioqueños al éxito de Beyond the Encuentro en Washington D.C. ¿qué aprendizajes le quedan sobre la gestión cultural en Antioquia y Colombia?
Concretamente de Antioquia pienso que la gestión, al menos en lo artístico, está en un estado muy incipiente y sesgado a la vez. Ello puede que tenga que ver con problemas de diversa índole que llevan décadas sin solucionarse, lo cual obliga a canalizar los proyectos por medio de agendas de “interés social” relacionadas con problemas de desarrollo y ambiciones politiqueras, no culturales propiamente dichos, para en esa forma lograr acceso a recursos que cuando se reciben ya están marcados. Seguimos viendo lo cultural como algo elitista. Es una percepción errada puesto que es algo muy ligado a la educación y hay poca gente verdaderamente educada. Valoro muchísimo la cultura popular, pero el problema en Colombia es que se trabaja con la idea de “popularizar” (artificialmente) toda la cultura porque de otra forma no tiene acogida, y no es “rentable”.
Niños, jóvenes y artistas participaron en el taller de monotipo dirigido por los artistas Victoria Ortiz, Hernando Guerrero y Carlos Marín, como parte de los eventos preparatorios del II Encuentro de Artistas grabadores.
Y ¿qué aprendizajes deberían quedarle a nuestra región y país de este proceso?
Tenemos en Antioquia numerosas escuelas de arte y disciplinas relacionadas. Una vasta mayoría de los graduados, una vez se enfrentan a la realidad optan por líneas de menor esfuerzo que mantienen el status quo de la mediocridad. Cada uno vive su vida como si no hiciera parte de un todo. En Medellín yo siento que no hay espacio para el arte, porque ese espacio no se produce por sí solo sino por el esfuerzo cohesionado de cada uno de quienes hacen parte de la comunidad artística. Crear ese espacio requiere de un esfuerzo interconectado que pocos están dispuestos a realizar. Puede que en Medellín se hagan muchas cosas, pero lamentablemente no tienen ningún impacto en la vida de los artistas mismos y menos en sus habitantes. El Encuentro es una iniciativa de artistas, organizado por artistas, con participación de artistas. A nadie se le cobra por participar. Nadie en el Comité Organizador recibe sueldo lo cual puede ser una anomalía y no debería ser así, pero las circunstancias no permiten de otra manera y eventualmente esperamos que el proceso genere sus propias medidas correctivas. Estamos haciendo el trabajo que otros no hacen y deberían.
Con estos resultados, ¿cuál es su diagnóstico sobre la producción artística, en especial la creación de grabados, en Antioquia y Medellín?
La comunidad de artistas grabadores de Medellín es substancial pero la producción no lo es (hay excepciones) porque no hay público ni incentivos para acogerla. De hecho, para el II Encuentro se han identificado cerca de 175 artistas y es probable que haya muchos más. Una de las motivaciones que llevó a la realización del I Encuentro fue comprobar de que la mayoría de estos artistas son invisibles en la ciudad, no obstante trabajar diligentemente. No digo que todos sean buenos artistas, pero sin duda, como el Encuentro lo demostró, hay buena cantidad de ellos, y el público es quien tiene la última palabra, pero tiene que ser un público al que se le ha dado la oportunidad de relacionarse con esta manifestación artística, lo cual en Medellín no es el caso. El propósito del Encuentro es darles visibilidad a los artistas grabadores y crear la posibilidad de que en el espacio del Encuentro pueda realizarse un contacto entre ellos y el público dado que los museos y las galerías comerciales rara vez los incluyen en su programación. Pero no es el final del asunto. Es apenas el comienzo.
¿Qué espera lograr con el Segundo Encuentro, con respaldo de Comfama?
Una mayor concentración de artistas grabadores gracias a la maravillosa bodega del Perpetuo Socorro y, en consecuencia, un aumento de la diversidad de propuestas para poder evaluar la dinámica actual del grabado en Antioquia. Asimismo, una masiva asistencia de público que aproveche los talleres y demostraciones (niños y jóvenes incluidos) de las diversas técnicas. Es difícil desarrollar algún interés sobre algo que no se conoce. Confiamos en que el Encuentro sea el punto de arranque para otros proyectos. En efecto, en Claustro de Comfama (Centro) ya se programó para los meses posteriores al Encuentro una extensa exposición de artistas grabadores que participan en el evento. En Casa Tragaluz, en El Poblado, dos semanas antes del Encuentro, se presentará una exposición idéntica a la que estuvo en Washington. Son diversos componentes que expanden el alcance de la iniciativa, brindan al público diversas posibilidades de aprender de un tema que por siglos ha hecho parte de la evolución de las artes, fortalecen la comunidad artística de la ciudad y el departamento, y lo más importante, permiten el crecimiento del individuo como mejor ser humano.
Un proyecto en proceso
Por VICTORIA ORTIZ
Del primer Encuentro de Artistas Grabadores realizado en Parques del Río en noviembre del 2018, un evento antes jamás concebido o llevado a cabo en Medellín, el Comité Organizador a pedido de Félix Ángel preseleccionó a un grupo de artistas que, en criterio del Comité, representan aspectos de interés dentro del campo de la gráfica tan desconocido por todos en la ciudad. De esa preselección Félix Ángel realizó la selección de dieciocho artistas para conformar una muestra en Washington.
Nunca imaginamos la acogida que nuestro trabajo tendría en la capital de los Estados Unidos. Ello ha quedado confirmado por los comentarios críticos publicados, sin antecedentes previos, por East City Arts, la publicación especializada en crítica de arte en Washington, y The Washington Post en la sección de Museos y Galerías en la edición dominical del 5 de enero, con el cual la muestra clausuró con broche de oro el pasado 10 de enero. Sobra decir que sería maravilloso si nuestra propia ciudad, Medellín, nos dedicara una atención medianamente similar, pero en ello estamos empeñados todos los que trabajamos con la técnica del grabado, y con entusiasmo nos preparamos para la segunda edición del Encuentro, que tendrá lugar en la bodega Comfama del Perpetuo Socorro, el 25 y 26 de abril de este año.
Obras de los artistas participantes en el taller de monotipo que prepara el II Encuentro de artistas grabadores, a realizarse el 25 y 26 de abril en Comfama.
La buena recepción en Washington no fue gratuita. En primer lugar, la calidad de las obras selectas (limitadas a 32, dos por artista, debido al espacio disponible), demostró que la ciudad cuenta con esos y otros artistas que son profesionales y se encuentran investigando, trabajando seriamente, aunque para la mayoría de las instituciones locales seamos invisibles. En segundo, el apoyo de Félix que es el gestor de todo este proyecto y ha vivido en esa ciudad dos tercios de su vida, logró que se abrieran las puertas y dirigiera la atención en nuestro trabajo gracias a la intervención de un espacio maravilloso la Galería IDB Staff Association. Mucha gente en Medellín conoce a Félix por ser un crítico sin concesiones cuando examina la forma -gerencial e intelectual- con la que se administran las artes en la ciudad, y con esta exposición solamente (son muchos otros los proyectos en que ha estado envuelto), demuestra que tiene la razón. Yo misma viví en Londres por treinta años y le entiendo. Creo que nunca en la historia de la ciudad un grupo de artistas grabadores ha (hemos) dejado tan alto el nombre de Medellín en la capital de los Estados Unidos.
Ahora nos preparamos para el II Encuentro de Artistas Grabadores, gracias a la vinculación de un socio institucional maravilloso: Comfama. Esperamos que los artistas activos, el público de la ciudad y los medios de comunicación demuestren su solidaridad, por la única razón de que nuestros artistas grabadores demostraron que lo que hacen es buen arte.