La popular fiesta se celebra en Uruguay y dura 40 días, además de que tiene una de las orquestas de tambores más grandes del mundo.
Uruguay posee el carnaval más largo del mundo que comienza a finales de enero y continúa hasta mediados de marzo. Durante 40 días, miles de personas salen a la calle o a casas de espectáculos para presenciar los diversos shows provenientes de la mezcla de las culturas africanas y europeas.
Iniciado en Montevideo, es una de las tradiciones más antiguas y populares de la cultura uruguaya. El inicio se da cada año con el Desfile Inaugural en la Avenida 18 de Julio, que este año se lleva a cabo el 25 de enero. Todos los grupos involucrados en la competencia oficial de la capital participan acompañados por carrozas y un desfile de reinas de carnaval.
Además de la presentación en la Avenida 18 de Julio, existen los famosos desfiles de “Llamadas”, que contienen una fuerte influencia africana. Con el sonido del Candombe, este año estos desfiles ocurrirán el 8 y el 9 de febrero, en los barrios Sur y Palermo. La tradición evoca a los encuentros de los esclavos, que se reunían fuera de las ciudades durante los siglos XVII y XIX.
La fuerza y lo colorido del ritmo africano que hacen vibrar a los visitantes se caracteriza por tres tipos de tambores: chico, repique y piano. El espectáculo es uno de los más conmovedores del mundo porque los tambores son tocados todos al mismo tiempo: son más de 2.500 instrumentos al unísono que tocan el alma de los espectadores.
Después de sentir y bailar al ritmo de los tambores del Candombe, los visitantes podrán disfrutar de la murga, un ritmo de origen español que mezcla el teatro, la parodia, el humor y la melodía. El género es una de las expresiones más genuinas de la cultura uruguaya, principalmente por su participación popular. Durante las noches de febrero los conjuntos de murga recorren los barrios montando tablados en las calles, donde se acostumbran a presentar.
Por 35 días, los grupos carnavalescos de Murgas participan del Concurso Oficial del Carnaval, donde presentan con humor y sátira la visión del país y del mundo acompañados de arreglos corales, vestuarios llamativos y maquillajes creativos.
Pero el carnaval no solo se festeja en Montevideo, sino que todas las ciudades del interior de Uruguay tienen sus desfiles inaugurales.
Las compañías de negros o asociados de Candombe son herederos de una tradición que comenzó en las “Salas de Nación” durante la época colonial. Los africanos que fueron traídos como esclavos, lograron transmitir los valores de su rica cultura. Reconocida como patrimonio inmaterial de la humanidad, el Candombe seduce a los visitantes con el peculiar sonido de sus tres tambores. Durante el desfile de Llamadas tocan al unísono 2.500 tambores que constituyen la esencia de la comparsa.
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El ritmo de Candombe surge de la denominada “Cuerda”, grupo formado por tres tipos de tambores: tambor chico, tambor repique y tambor piano. Los mismos son tocados golpeando el cuero con la mano abierta y con una varita que golpea la madera del instrumento, el cual siempre está colgado por una correa permitiéndole al músico caminar mientras toca.
Delate de la cuerda de tambores, cuyo número puede superar los setenta integrantes, se presenta con sus trajes típicos el resto de la comparsa. El desfile de la “Llamada” lleva su nombre por la “La Llamada del tambor” que los africanos realizaban para reunirse lejos de las propiedades de sus señores, desde finales del siglo XIX en determinadas zonas de Montevideo.
La marcha de cada grupo se abre con una bandera, que simboliza el emblema de la tribu o grupo étnico. Luego viene el cuerpo de baile y los personajes ancestrales tales como Gramillero, el mago de la tribu, que está caracterizado con una capa, un sombrero, bastón, gafas y barba blanca y que siempre lleva una bolsa con hierbas curativas; o Mama Vieja que lleva ropa colorida, y que con el baile intenta llamar la atención del brujo.
También se encuentra el Escobero, quien originalmente condujo los tambores durante el desfile con una caña y hoy baila al ritmo de los tambores con una pequeña escoba. Finalmente las vedettes que suman sensualidad a las danzas, evocan rituales bailando delante de la “Cuerda de tambores”.
Aunque se cree que su origen es de Cadiz del año 1908, sufrió muchas transformaciones y en Uruguay fue atrayendo cada vez más adeptos en el mundo.
Las Murgas llevan una variedad de ritmos musicales, entre ellos la "marcha camión", que se identifican con compases de percusión de bombos y platillos. El vestuario y el maquillaje poseen herencia de otras expresiones presentes en el arte europeo.
Actualmente, la Murga uruguaya está conformada por 17 miembros: un director de escena y coro, trece coristas o "cuerda de voces", divididos según su tono de voz y tres percusionistas que tocan bombo, platillos y redoblante.
Las presentaciones recorren palcos públicos y privados principalmente de Montevideo y algunas ciudades del interior del país, llevan a escena letras con humor, sátira y crítica de temas actuales, normalmente relacionados con la política y las críticas sociales.
El carnaval nace de los barrios y la mayoría de los vecinos tienen una Murga por la que alentar durante los concursos oficiales. Los ensayos son abiertos al público, permitiendo que familias enteras memoricen y entonen sus repertorios.