El Bachillerato Digital una manito al Inpec

Autor: Iván de J. Guzmán López
7 septiembre de 2019 - 12:01 AM

Sin duda alguna, la tecnología, día a día, derriba barreras y presenta oportunidades. Muestra palmaria es el éxito que está experimentando la apuesta del Bachillerato Digital en los centros penitenciarios de Antioquia.

Medellín

Iván Guzmán López

Hablando sobre la Institución Universitaria Digital de Antioquia (EL MUNDO, 24 de mayo de 2019), habíamos dicho que la educación virtual ya se aplica como modalidad con resonantes resultados en países como España, Australia, México, Argentina, Inglaterra y Estados Unidos, y se halla dentro de las prospectivas de los estados como solución para garantizar formación masiva y de calidad a poblaciones de estudiantes caracterizados por la exclusión. Una de esas poblaciones (si no excluida del derecho a la educación, sí en condiciones difíciles para abocar un proceso educativo formal y relevante), es la población carcelaria. Esta realidad hace que una experiencia educativa exitosa en un centro penitenciario sea motivo de exaltación para quienes la propician, para quienes la disfrutan y para la administración que la avala y estimula.

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La recordación es traída a cuento, para compartir que el pasado sábado 24 de agosto de 2019, fui invitado a la instalación del Programa Bachillerato Digital, en el Establecimiento de Reclusión del Orden Nacional (ERON) de Puerto Triunfo, un Centro de Máxima Seguridad, donde, para mi sorpresa, los procesos educativos, recreativos y culturales son evidentes, y se presentan a los ojos del visitante como una experiencia de resocialización, digna de emularse. Ese día, en un ambiente de fiesta y reconocimiento mutuo, con presencia del periódico Hipo Noticias y orquesta propia, se encontraron las autoridades penitenciarias y educativas del municipio, la doctora Martha Lucía Fehó Moncada, Directora regional del INPEC; la doctora Ana Sofía Hidalgo Alvarado, directora del INPEC, Puerto Triunfo; el señor Dragoneante Arias Morales Víctor Manuel, Coordinador Educativo del Establecimiento; la señora Sandra Bibiana Lopera, Coordinadora del programa Bachillerato Digital; el señor Secretario de Educación de Antioquia, Néstor David Restrepo Bonnet (estaba agendado el señor Gobernador, pero a última hora le fue imposible asistir por los temas conocidos de Belén de Bajirá), y 80 reclusos inscritos para iniciar su Bachillerato Digital, a la sazón, los más contentos.

“El Programa Bachillerato Digital, -me contaba la doctora Nancy Valencia Morales, profesional respetuosa, prudente y cuidadosa del lenguaje-, se fundamenta en el decreto 3011 de 1997, por el cual se establecen normas para el ofrecimiento de la educación de adultos y se dictan otras disposiciones; de esta manera, el proceso se realiza en armonía con los artículos 18 y 19 de dicho decreto. En Antioquia, se viene implementando desde el primer semestre del año 2017, a partir de claros procesos de planeación y sensibilización del mismo con la comunidad educativa en los municipios del departamento. Para el segundo semestre de 2017, se tienen los primeros grupos de estudiantes matriculados en SIMAT y Plataforma del Bachillerato Digital, quienes inician la interacción con los contenidos educativos virtuales y el acompañamiento de docentes en 10 horas presenciales pactadas. Consideramos que la educación es importante en todas las etapas del desarrollo humano, pero cobra una importancia trascendental cuando sus beneficiarios son internos recluidos en un Centro Penitenciario. Por ser la educación un derecho fundamental, la Educación Digital ahora llega no sólo a la población general; también a los Centros Carcelarios”. El programa inició en Santa Rosa de Osos y ahora está presente en 8 centros penitenciarios de sendos municipios, beneficiando a 254 internos, bajo la mirada agradecida del INPEC, que ahora lo solicita como un programa de cobertura nacional. 

Sobre las virtudes de la educación se ha dicho, se dice y se dirán miles de cosas; lo cierto es que hoy todas las constituciones del mundo (estoy seguro) contemplan el derecho a la educación como la posibilidad que tienen todas las personas de acceder a un proceso de formación personal, social y cultural. Así, nuestra Constitución Política de 1991, en su Artículo 67, señala que: “La educación es un derecho de la persona y un servicio público que tiene una función social; con ella se busca el acceso al conocimiento, a la ciencia, a la técnica, y a los demás bienes y valores de la cultura”. Huelga decir que desde autores como Jean-Jacques Rousseau, Johan Heinrich Pestalozzi, Jhon Dewey, Cornelius Castoriadis, C. Marx, M. Weber, J. Piaget, G. Bachelard y M. Foucault, sin dejar de lado a decenas de buenos pedagogos, se tiene claro que la educación supone la posibilidad de buscar, de explorar, de crear. Y que ella, más que una revelación o construcción de algo acabado, será siempre una búsqueda, un proceso abierto que nos prepara ante el desafío de la realidad y que nos sirve para conocer, pensar, sentir, participar y construir sociedad.

Sin duda alguna, la tecnología, día a día derriba barreras y presenta oportunidades. Muestra palmaria es el éxito que está experimentando la apuesta del Bachillerato Digital en los centros penitenciarios de Antioquia. Las imágenes, los rostros, la alegría, la celebración y la sensación de que aún en las situaciones más difíciles es posible la esperanza, fue lo que percibí ese sábado 24 de mayo, bajo el inclemente sol de Puerto Triunfo, a las 12 del día.  

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Así las cosas, saludamos efusivamente esta iniciativa de la Gobernación de Antioquia (fundamental, desde la filosofía y los postulados de la educación, ya expuestos), acogida con tanto entusiasmo por los reclusos, las autoridades departamentales y nacionales del INPEC, y en buena hora liderada tan profesionalmente por la doctora Nancy Valencia Morales, directora de Educación Digital de la Secretaría de Educación de Antioquia.

 

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Comentarios:

Sandra
Sandra
2019-09-09 15:46:17
Doctor Ivan, me llena de alegría sus palabras. Hacer parte de este proceso en los 10 Centros Penitenciarios donde tenemos el programa, es motivo de orgullo. Ver la alegría de los privados de la libertad, al querer alcanzar sus sueños y darle un nuevo giro a sus vidas y pensar en la posibilidad tener una carrera universitaria, no tiene precio. Es gratificante saber que en Antioquia la educación es incluyente.

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