La ONG Programa Somos Defensores denunció que lamayoría de los casos sobre asesinato de líderes sociales no se han resuelto y muchos están en investigación.
En Colombia hay un 87% de impunidad en los 458 homicidios contra defensores de derechos humanos que se presentaron entre 2009 y 2016, aseguró este martes el Programa Somos Defensores. De los 458 casos, 116 se cometieron contra mujeres defensoras de derechos humanos, con un 91% de impunidad, resaltó la ONG en su trilogía de informes "Stop Wars".
En dicho análisis, cuyo nombre está inspirado en la conocida saga de películas de ciencia ficción Star Wars, se aborda la situación de los activistas en contraste con el proceso de paz con las Farc y los diálogos con el Eln.
El Somos Defensores señaló que la impunidad se mantiene en los asesinatos contra defensores, teniendo en cuenta que la Fiscalía General de la Nación "no da resultados sobre centenares de homicidios en los últimos nueve años".
Las investigaciones desarrolladas sobre los 458 asesinatos contra activistas han permitido 28 condenas, siete imputaciones de cargos y 26 casos están en juicio, indicó la ONG.
Sin embargo, precisó la entidad, "en estos solamente se vinculan autores materiales de los hechos y no hay avances en investigar y judicializar autores intelectuales de los mismos". Además, destacó que los presuntos responsables contra estos crímenes son en su mayoría desconocidos o grupos paramilitares.
Sobre los 116 homicidios contra defensoras de derechos humanos, Somos Defensores precisó que la mayoría se encuentra en etapa de indagación, no cuenta con suficiente información o está en archivo.
Otro dato que también destacan los informes es que el 90% de los departamentos donde ocurrieron los homicidios "han estado históricamente afectados por el conflicto armado". Tales regiones colombianas son Cauca, Antioquia, Valle del Cauca, Nariño, Córdoba, Putumayo, Norte de Santander, Risaralda, Bolívar, Chocó, Meta, Huila, Arauca y la ciudad de Bogotá.
En estos territorios los activistas afectados por los homicidios entre 2009 y 2016 fueron líderes indígenas, comunales, campesinos, voceros de víctimas, comunitarios y sindicales.