El brigadier general Juan Carlos Ramírez Trujillo, nuevo comandante de la Cuarta Brigada de Medellín, es un antioqueño nacido en Santa Bárbara, dispuesto trabajar por la seguridad ciudadana.
El pasado jueves, el brigadier general Juan Carlos Ramírez Trujillo asumió el mando de la Cuarta Brigada de Medellín. En diálogo con EL MUNDO, mencionó cuáles son sus principales objetivos y lo que se prevé para atacar a la ilegalidad mientras se desempeña en este cargo en la capital antioqueña.
Los retos y desafíos de la Cuarta Brigada son cada día darles más tranquilidad a Antioquia y Medellín. Los factores de inseguridad mutan. Antes pensábamos que lo máximo era el orden público, el conflicto interno. Ahora se puede evidenciar que las percepciones y las principales preocupaciones de los habitantes de Medellín y Antioquia ya no son el conflicto, pero en los primeros lugares se encuentra el tema de la seguridad pública, lo que nos obliga como fuerza de seguridad a trabajar de la mano con las autoridades del Gobierno y la Policía Nacional, en asistencia militar a ellos, para mejorar esa seguridad urbana.
El Ejército Nacional no es una sociedad diferente a la colombiana, está integrado por colombianos y también llegan a la institución elementos negativos, podridos, como hay en todas las esferas del Estado, y hacia ellos también estamos tomando una acción crucial, porque a esos hombres que se corrompen, que venden su alma al diablo también los tenemos que separar de la institución y judicializarlos porque eso da inestabilidad tanto a la sociedad como a nuestra institución.
Esta articulación es algo de mucho trabajo entre autoridades de Gobierno. Yo llevo quince días acá y he presenciado cómo hay esa unión entre Gobierno y fuerza pública y la población civil. Sin la información de la población civil es muy difícil atacar estos flagelos, casi imposible. La población civil es la que nos nutre a nosotros y cuando la población se siente segura y ve la presencia no se deja atemorizar, porque el bandido, el delincuente maneja el temor de su víctima, pero si esta última se llena de valor y denuncia, la fuerza pública puede actuar.
En Altavista tenemos una acción muy especial a través del Batallón de Policía Militar, el Batallón de Operaciones Urbanas. Allá va a haber presencia de Estado y cuando digo esto me refiero no sólo al Ejército, no sólo al camuflado, es la presencia del Gobierno con toda su parte social visible y con labores de inteligencia.
A los soldados les estamos dando una nueva capacitación sobre manejo de problemas de seguridad pública. Lo hacemos en asistencia militar a la Policía Nacional. Antes en el conflicto nosotros éramos el esfuerzo principal como Ejército; hoy pasamos a realizar asistencia militar a quien lleva el esfuerzo principal en las ciudades que es la Policía Nacional. Asimismo, las personas que más se acercan a la población son los gobernantes y los estamos apoyando. En esa estrategia se va a hacer un trabajo mancomunado de todos para darles tranquilidad a todos.
La misión es darle tranquilidad a Medellín y a varias municipalidades especiales en sus cabeceras en que va a estar trabajando ese Batallón. El cómo poco a poco lo van a ver a través de la visibilidad y unas operaciones de inteligencia. Y más allá sería dar una información con la que los delincuentes estarían alistándose para no dejar actuar. Además, ese Batallón se va a fortalecer en sus operaciones.
En el norte es donde todavía tenemos clan del golfo, en la parte armada porque el subsistema armado está en el norte pero aquí hay en Medellín hay una gran parte del subsistema financiero.
El Ejército siempre ha estado en el corazón de los colombianos, de los antioqueños y por eso queremos seguir ahí, y la forma es siendo más visibles. Como antioqueño soy consciente de ese amor que le tenemos al Ejército y por eso es mi oficio, y es acercar más al soldado. Una de las maneras es empezar a realizar las ceremonias de la institución en lugares públicos, obviamente con el permiso de nuestras autoridades, como la Plaza de Botero y otros lugares emblemáticos; una ceremonia en Altavista o el Cerro Medellín; donde sientan al Ejército y estar de la mano de la ciudadanía.
El brigadier general Juan Carlos Ramírez Trujillo es profesional en Ciencias Militares. Además abogado, y cuenta con una maestría en Seguridad y Defensa de la Escuela Superior de Guerra.
También, es entre otros candidato a Maestría en Instituciones Jurídicas de la Universidad Militar Nueva Granada; y especialista en Administración de Recursos Militares para la Defensa Nacional, docencia universitaria y seguridad y defensa nacional.
Entre sus cargos más importantes se desempeñó como comandante de Pelotón y Unidad Fundamental en el grado de Oficial Subalterno; comandante del Unase, hoy Gaula de la Octava Brigada. En el grado de mayor fue comandante del Batallón de Combate Terrestre No. 58, y comandante del Batallón de Artillería No. 4.