En operación conjunta entre las autoridades de ambos países se logró la incautación de maquinaria y recolección de material probatorio.
Al menos dos excavadoras, plantas de energía y otros equipos decomisaron las autoridades en un operativo binacional contra la minería ilegal en la frontera entre Ecuador y Colombia, informó este miércoles el Ministerio del Interior ecuatoriano, César Navas Vera.
La cartera ecuatoriana indicó que en el lado ecuatoriano se decomisaron dos excavadoras, una bomba de succión de agua, una planta de energía, tres clasificadoras, tanques de combustible y tres campamentos de plástico. Por el lado colombiano se decomisó una maquinaria, una draga y un generador de energía, "todos destruidos", señaló.
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La operación tuvo lugar el martes en el sector de Tobar Donoso, limitrófe con Tumaco, Nariño; en coordinación entre Fuerzas Armadas, las Fiscalías de ambos países y la Comisión Especial para el Control de la Minería Ilegal (Cecmi).
Añadió que esta coordinación binacional conllevó una planificación integrada en varios frentes, desde acciones bajo una cooperación judicial, hasta el planeamiento operacional de Fuerzas Armadas y Policía de Ecuador y Colombia.
Las autoridades correspondientes tomaron muestras de suelo y agua con el fin de que sirvan "de elementos de convicción para la incautación, inhabilitación o destrucción de maquinaria por parte del juez a cargo del caso", precisó.
El Ministerio indicó que estas acciones de control representan un "importante paso para las relaciones binacionales en materia de seguridad y la profundización de la cooperación contra el crimen organizado transnacional".
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Las actividades de minería ilegal representan "un grave problema a la seguridad del Estado" debido a los graves e irreversibles impactos a la naturaleza, en especial a la contaminación de fuentes hídricas, la tala de bosques y la descomposición del suelo, apuntó el Ministerio.
Adicionalmente, señaló, la minería ilegal genera delitos conexos como el lavado de activos, la corrupción de entes de control, el tráfico de armas e hidrocarburos, el tráfico de madera y fundamentalmente las enormes pérdidas económicas para el Estado y la población en general.