El mayor accionista de Ecopetrol es el Gobierno con 88,49%, le siguen los fondos de pensiones con 2,89%; los fondos y compañías extranjeras (1,42%), el fondo Ecopetrol-ADR (2,13%) y las personas naturales (3,29%).
La Asamblea general de accionistas de Ecopetrol correspondiente al año 2016, después de una maratónica reunión que duró 8 horas continuas, refrendó la propuesta que hizo la empresa de entregar $23 por acción, pagaderos el 28 de abril, esto después de que en el ejercicio 2015 no se entregara dividendos, dadas las pérdidas que tuvo la empresa. Los $23 por acción, se convertirían en el segundo dividendo más bajo entregado por la empresa desde 2012. En aquel año entregó $291 por acción, en 2013 (260) y en 2014 (133). Las utilidades de estos períodos han sido las siguientes: $15 billones (2012), $13,35 billones (2013), $7,81 billones (2014), -$3,98 billones (2015) y $1,56 billones (2016).
El Gobierno al poseer unas 3.380 millones de acciones (88,49% del total) recibirá entonces un dividendo de $77.740 millones, mientras que los minoritarios que son 371.255 personas recibirán de acuerdo al monto de papeles de la petrolera que poseen. Según las cifras de Ecopetrol, 222 personas tienen más de un millón de acciones individualmente, con lo cual podrían aspirar a recibir en la fecha pautada, un poco más de $23 millones, le siguen 1.374 accionistas que tienen entre 10.000 y 100.000 acciones (recibirían entre $230.000 y 2’300.000), 19.157 propietarios de entre 1.000 y 10.000 participaciones ($230.000 y $23.000) y 350.502 que tienen mil o meno s acciones, retirarían dividendos por máximo $23.000.
Otra decisión de la Asamblea que se caracterizó por lo prolongada, se inició a las 9am y terminó a las 5pm, fue la elección de la Junta Directiva de la Sociedad, la cual quedó conformada así: Por la nación: el ministro de Hacienda y Crédito Público y la ciudadana Ana Milena López Rocha; como miembros independientes están: Mauricio Cabrera Galvis, Yesid Reyes Alvarado, Jaime Ardila Gómez, Carlos Cure Cure, Joaquín Moreno Uribe, Horacio Ferreira Rueda (postulado por los departamentos productores de hidrocarburos explotados por Ecopetrol) y Carlos Gustavo Cano Sanz (postulado por los diez accionistas minoritarios con mayor participación accionaria).
De igual forma la Junta designó como Revisor Fiscal de Ecopetrol S.A. para la vigencia 2017 a la firma Ernst & Young.
Una reunión complicada
La Asamblea de accionistas es un deber de las sociedades establecido en el Código de Comercio, en el caso de Ecopetrol, al ser una empresa listada en Bolsa, cumple con esta en los términos de la ley, que dan plazo hasta el 31 de marzo. Sin embargo, el desbalance accionario en la empresa más importante de Colombia es tal, que el Estado al poseer más del 80% de la sociedad puede tomar todas las decisiones sin requerir la aprobación del porcentaje restante.
Eso hace que los encuentros de Ecopetrol difícilmente puedan ser sorpresivos en términos de decisiones. Ahora bien, esto no evita que los minoritarios que asisten a Corferias, en Bogotá, el único sitio donde podrían caber los 3.950 accionistas que estuvieron en el mayor momento de asistencia, pero de los cuales solo aguantan hasta el final unos 50-60, hagan ver sus inconformidades con la empresa en su desempeño en 2016.
Es importante resaltar que así como casi 4.000 llegaron a estar en la sala, vía internet y facebook se conectaron 8.658.
Uno de los aspectos que causó más desazón fue el bajo dividendo por acción, lo que fue un éxito respecto al año pasado que fue cero, pero que estuvo distante de los entre $130 y $260 que marcó en ejercicios anteriores.
El otro fue la Refinería de Cartagena, complejo cuyo escándalo de corrupción referido a los gastos de construcción, estalló con toda su fuerza el año pasado. El tema fue reconocido por el presidente de Ecopetrol, Juan Carlos Echeverry, durante su presentación del informe a la asamblea como un hecho lamentable, pero precisando que ya había una serie de acciones de la empresa y del Estado demandando a la encargada de la construcción, la famosa CB&I.
Echeverry invitó a los presentes a ver a Reficar bajo la perspectiva de que era una empresa funcionando, que representa un gran activo para Colombia y para la industria petrolera en general. Sin embargo, para algunos accionistas presentes, las averiguaciones del caso deberían ir más allá, alguno incluso llegó a pedir la separación del presidente de Ecopetrol del cargo mientras se investigaba.
Extrabajadores de Ecopetrol, e incluso algunos ex representantes del sindicato petrolero, la Uso, fueron vehementes en acusaciones contra la directiva de la empresa, responsabilizándola de no invertir lo suficiente o descuidar infraestructuras como la refinería de Barrancababermeja, ya obsoleta, pero clave en la economía de ese municipio.
Se llegaron a hacer señalamientos en contra de lo que consideran altos salarios de los directivos de la estatal, valorados como injustos dado el bajo nivel de dividendos.
Echeverry, maestro de ceremonias, y principal orador, le toco proyectar la idea de la Ecopetrol 2017 que tiene nuevos bríos y mejores expectativas que en los años anteriores, lo que tuvo que comunicar a un público muy heterogéneo, no muy al tono con el lenguaje petrolero. Pero también debió, al mejor estilo del arquero Ospina, atajar o por lo menos, intentar atajar, las acusaciones que se vertían contra él, su gestión y su salario.
Al final el Gobierno, como accionista mayoritario impuso las decisiones de dividendo, junta directiva 2017 y revisor fiscal, las cuales ya habían sido comunicadas por la directiva de Ecopetrol. Sin embargo, huelga decir, que Echeverry escuchó a todos, y prometió hacerse eco de aquellos aspectos que preocupan a los minoritarios, sobre todo en lo que tiene que ver con el eficiente manejo de la empresa. Habrá que esperar entonces cómo le va a Ecopetrol en 2017.