El presidente Filipino afirmó que pagaría casi 500 dólares a quien mate a integrantes del Nuevo Ejército del Pueblo, grupo rebelde comunista de ese país.
El presidente de Filipinas, Rodrigo Duterte, ha ofrecido recompensas monetarias de casi 500 dólares a quien mate a un rebelde comunista del Nuevo Ejército del Pueblo (Nep), informaron fuentes oficiales.
"Si matas hoy a un Nep te pagaré 25.000 pesos (487 dólares)", afirmó Duterte en referencia a esta guerrilla activa en el país que se encuentra en las listas de grupos terroristas de Filipinas, EE. UU. y la Unión Europea, según la transcripción oficial de un discurso pronunciado este miércoles en Cebú, Filipinas.
El presidente respondía así al líder del Partido Comunista de Filipinas, José María Sisón, quien desde su exilio en Holanda aseguró la semana pasada que el Nep es capaz de matar a un soldado al día.
Duterte argumentó que pagar 25.000 pesos a todo el que mate a un terrorista sería más barato para el Estado que financiar una guerra contra esta organización comunista que tiene una amplia presencia en las zonas rurales del país, donde perpetra a menudo extorsiones y atentados.
"Si trabajas duro para arrastrarte por el bosque, seguro que puedes disparar al menos a uno. Y si puedes dispararle a un pájaro que vuela sobre ti, ¿cómo no vas a ser capaz de acertarle a un Nep que tiene la cabeza más grande?", se preguntó.
Duterte, que provocó las risas del público, no reveló más detalles sobre la oferta, por lo que se desconoce si se llevará a la práctica.
Los detractores del jefe de Estado filipino han protestado en la red por sus declaraciones, al considerar que incita a llevar a cabo asesinatos extrajudiciales como los presuntamente cometidos en su controvertida "guerra contra las drogas", que ha acabado con la vida de más de 7.000 personas, según algunas estimaciones.
Es la segunda vez en pocos días que Duterte es objeto de polémica por sus declaraciones relacionadas con el Nep, ya que el domingo instó a los soldados a disparar "en la vagina" a las mujeres integrantes del grupo, lo que le valió la condena de organizaciones locales e internacionales.