La Agremiación de docentes informó que la educadora fue abordada por un sujeto armado y encapuchado muy cerca del plantel educativo, y además lamentó la indolencia de la comunidad ante lo ocurrido.
La Asociación de Institutores(Adida) denunció que una docente que trabajaba en una escuela rural del municipio de Dabeiba fue abordada y abusada sexualmente por un hombre armado y encapuchado que la esperaba a las afueras del plantel educativo.
Según Luis Fernando Yepez, presidente de Adida, “la maestra iba saliendo del colegio y fue abordada por un sujeto que tenía guantes, pasamontañas y un arma; luego de amenazarla la abuso sexualmente. Pedimos que este caso no quede en la impunidad”.
Los hechos se dieron luego de que esta joven, quien se había graduado recientemente, cumplía con su última jornada en dicha institución, ya que estaba en un proceso de reubicación en otro centro educativo.
Lea más sobre: Detienen a dos policías acusados de abusos sexuales a una menor
Esta agremiación exigió que el caso no se quede en la impunidad porque está recibiendo amenazas, se realice el traslado en otro municipio para garantizar su seguridad y que a la joven se le dé el acompañamiento médico y psicológico porque quedó muy afectada por la agresión sexual.
La Secretaría de Educación de Antioquia indicó que la mujer será ubicada en otro municipio para su bienestar y que las autoridades se encuentran realizando las investigaciones para dar con el responsable del hecho.
Sobre las circunstancias de los hechos, Carlos Alberto Quiroz Oquendo, presidente Subdirectiva Adida Dabeiba, criticó la indolencia de la comunidad frente el asunto.
“En el hospital se demoraron en atenderla. Ingresó el jueves a las 6:00 p.m. y salió el viernes a las 2:00 a.m.. La atención por parte de la Alcaldía y la cartera de educación se limitó a un mensaje de texto y sugerencias de que se fuera del municipio en bus, sin brindarle seguridad para salir del casco urbano”, criticó Quiroz.
El directivo de Adida agregó que “La falta de celeridad para atender el caso se ve reflejada en que el sábado, aún la comunidad podía ver los objetos personales de la docente en el lugar donde sucedieron los hechos de violencia. La Policía tampoco había ido a buscar el arma que se encontraba en el lugar, con la que amenazaron a la educadora”.