Dinosaurios

Autor: Sergio de la Torre Gómez
18 agosto de 2019 - 12:05 AM

Explica la vigencia y persistencia de los partidos marxistas o filomarxistas que, mientras más ortodoxos y ceñidos al dogma y a los principios que adoptaron, más perduran

Medellín

Sergio de la Torre Gómez

Retomo el tema anterior para decir que no hay nada más parecido a la vieja Iglesia católica que los partidos comunistas hoy supérstites, nacidos bajo la sombra de Stalin. Con su propio Vaticano, que fue Moscú, su Santa Sede, El Kremlin, y su propio Papa, Stalin mismo. Y su liturgia, prelados, y feligresía, que en cada país es la propia militancia. Todo funciona como una iglesia, y no como cualquier secta. Su credo se profesa con la devoción de una religión, como cabría llamar a lo que devino, tras la Segunda Guerra Mundial, en una verdadera institución universal, venerada, repito, como otra iglesia, y que para el caso se denominaba “la Tercera Internacional”. Tercera, porque ya antes, bajo Lenin y el propio Marx, hubo dos consecutivas, que se sucedieron en la medida en que se endurecían en su acción soterrada y en la propagación de su Catecismo, que también lo tenían y tienen, y consultan como un texto sagrado, compendio del dogma y el lenguaje, los cuales nunca cambian. Tan semejante todo, en fin, a la confesión católica que nos legó España, aunque no tan arcaica y enigmática.

Lea también: El foro de Sao Paulo

Son proverbiales, asimismo, las excomuniones y condenas, que recuerdan las practicadas en la penumbra medioeval. Las célebres purgas y las “autocríticas” forzadas (equivalentes a las autoflagelaciones de antaño) que ejercitan los inefables, pintorescos herederos del credo marxista que, aferrados a su propio catecismo, mantienen intacta su fe. Sólo que el que nos inculcaron de niños y memorizamos en la grey católica, el del padre Astete, independientemente de lo que preceptúe y diga, sigue deslumbrando por la precisión y tersura del lenguaje.

El ateísmo declarado y proclamado de los comunistas, impuesto y obligado entre los adictos a la causa, se profesa como otra confesión. Ello explica la vigencia y persistencia de los partidos marxistas o filomarxistas que, mientras más ortodoxos y ceñidos al dogma y a los principios que adoptaron, más perduran, por adversas que sean las circunstancias del momento. Bien sea en democracias genuinas y competitivas como las europeas, o en dictaduras cerradas y extendidas como las que abundan en Asia y África, estas agrupaciones nunca mueren y si llegaren a extinguirse u ocultarse, no tardan en reaparecer a cielo abierto o en la clandestinidad, según sean las circunstancias del momento.

Para mantener y preservar el dogma que los cohesiona y guía, suelen recurrir a las excomuniones, condenas y anatemas. Excomuniones que recuerdan las practicadas en la penumbra medioeval, rematadas ya no en la hoguera (como con Giordano Bruno), sino con un tiro en la cabeza o en el frío destierro siberiano, por ejemplo. El miedo entonces, la obsecuencia, la delación premiada, garantizan la disciplina entre los afiliados. También por supuesto la ardua y temida autocrítica, o “autoflagelación” de antaño.

Le puede interesar: Fórmula probada

Con todo, el dogma inflexible, y con él la lealtad sincera o forzada, van languideciendo con el tiempo, sus giros y mutaciones. Como el derrumbe de la Unión Soviética, la caída del muro de Berlín, la conversión de China al capitalismo y la debacle de países que otrora se contaban entre los más prósperos y confortables del Tercer Mundo, como Cuba y Venezuela. De ahí que el mamertismo sobreviviente en Colombia hoy genere más aburrimiento que fervor, aún entre sus propios prosélitos. No hay nadie más conservador, conformista y aburrido que un mamerto de ahora, por virtuoso que sea. Verbigracia el senador Cepeda (y lo menciono con respeto) quien hasta en la forma como viste y habla parece un clérigo, o un monje al menos.

 

Compartir Imprimir

Comentarios:

Edgar
Edgar
2019-08-19 10:01:43
Uf! Tremendo resúmen de la triste, aburrida dependencia de algunos especímenes criollos a la doctrina marxista-leninista-pensamiento-Mao-Tsé-Tung.

Destacados

Carlos Vives
Columnistas /

Para adelante y para atrás

El Mundo inaugura
Columnistas /

EL MUNDO fue la casa de la cultura de Medellín

Mabel Torres
Columnistas /

Firmas y responsabilidad

Guillermo Gaviria Echeverri
Columnistas /

La desaparición de EL MUNDO

Fundamundo
Columnistas /

Mi último “Vestigium”

Artículos relacionados

Semblanza del monolito
Columnistas

Semblanza del monolito

Su mejor exponente, sobreviviente de la siniestra burocracia soviética, es Putin. O, más cercano a nosotros, el senador Cepeda, y su predisposición al chisme, el...

Lo más leído

1
Superior /

La evolución del Sena en seis décadas de historia

En los 60 años del Sena, Juan Felipe Rendón Ochoa, director regional de esta institución, explica el...
2
Ciencia /

Johannes Kepler, el científico revolucionario   

El astrónomo alemán fue fundamental para generar la transición de la ciencia medieval a la ciencia...
3
Salud /

Los números de tu corazón

El corazón nos habla, siente, se enamora, se entristece, llora y también se enferma y un día deja de...
4
Literatura /

Se cumplieron 50 años de la publicación de Cien años de soledad 

El 30 de mayo 1967 se publicó por primera vez la novela que le daría el Premio Nobel a Gabriel García...
5
Editorial /

Nuestro último clamor por la libertad

Más que con un recuento histórico de lo que hemos sido, queremos cerrar este espacio con una invitación...
6
Columnistas /

Sabiduría breve del aforismo

Los aforismos surgen de una suerte de voluntad de pensar y reunir en un destello poesía y reflexión clara.