Este proceso se realizó básicamente con los hinchas de las ciudades de Medellín, Bogotá, Cali y Barranquilla, donde históricamente se ha presentado un mayor número de brotes de violencia alrededor del fútbol en nuestro país.
Durante más de un año, uno de los mayores objetivos de la anterior administración de la División Mayor del Fútbol Colombiano (Dimayor), encabezada por Jorge Perdomo, fue la de realizar un proceso de identificación o enrolamiento para los aficionados que acuden a los diferentes estadios del país, como una medida para intentar erradicar la violencia y alejar a los vándalos de la fiesta del balompié.
Comenzó entonces el enrolamiento, en el cual cada hincha que quisiera acudir al estadio a acompañar al equipo de sus amores debió pagar la suma de 12 mil pesos para obtener el carnet y así poder ingresar sin dificultades a los escenarios deportivos del país.
Sin embargo, desde hace un buen tiempo ya no se le exige a los aficionados presentar el documento antes de ingresar a los estadios y muchos se preguntan qué pasó con el dinero que en su momento invirtieron y por qué no se volvió a solicitar dicho carnet.
En ese contexto, EL MUNDO contactó a Jorge Enrique Vélez, presidente de la Dimayor, quien despejó dudas al respecto, aseguró que la gran falla radica en que el Gobierno Nacional no instaló los equipos de tecnología necesarios en los estadios, y enfatizó que las personas que ya hicieron la inversión al adquirir el carnet podrán gozar próximamente de descuentos y facilidades con empresas que tienen alianzas con el ente que rige el fútbol profesional colombiano.
Jorge Enrique Vélez, presidente de la Dimayor.
“Esta iniciativa surgió de la Ley de Control de los Estadios, en la cual la Dimayor se encargó de enrolar a los aficionados. Hicimos el enrolamiento de 270 mil personas pero los municipios y el Gobierno Nacional no colocaron los respectivos controles a los estadios, que era lo que le correspondía al Estado. Desde nuestro lado todo el proceso se hizo debidamente, pero desde el otro lado no se realizó, de nada sirve portar un documento cuando no contamos con los equipos necesarios, y en ese sentido incumplió el estado colombiano”, señaló Vélez.
“No he tenido ninguna respuesta desde el Gobierno Nacional -prosiguió el directivo- todo el mundo evade esa responsabilidad, dicen que no les corresponde, el Ministerio del Interior desde hace rato viene manifestando que sí se va a hacer el proceso, pero no vemos ningún avance ni respuesta, y por eso estamos buscando una alternativa distinta, que es seguir carnetizando a todos los hinchas, lógicamente que quienes ya pagaron no deberán volver a hacerlo y podrán obtener beneficios con alianzas que estamos haciendo con diferentes empresas, como Puntos Colombia, LifeMiles o Rappi”, especificó.
Consultado sobre el dinero recaudado mediante el proceso de enrolamiento, Vélez fue enfático en afirmar que “el tema no pasa por el dinero, esa plata ni siquiera es de la Dimayor, es de una empresa que se encargó de hacer la petición, los carnet... la plata es para pagarle directamente a la empresa que elaboró los carnet, en este caso, Tuboleta”.
“Vamos a continuar nosotros solos con la propuesta -insistió- porque el Gobierno definitivamente no está en la tónica de montar los controles biomédicos o de cédula en las entradas de los estadios, eso no se estableció y esa información está inmersa en todos los carnet. Vamos a desarrollar nuestro propio documento, que no se le cobrará a quienes ya lo adquirieron, y tendrá como finalidad tanto la identificación como beneficios para ellos, que bien podrían arrancar en un plazo de un mes y medio”, puntualizó.
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De los 270 mil aficionados que hicieron el proceso de enrolamiento, 50 mil de ellos nunca reclamaron su carnet.
“El enrolamiento es algo que hace sentir orgulloso al hincha de apoyar a un determinado club, que cada persona exhiba con orgullo cuál es el equipo de sus amores”, concluyó Jorge Enrique Vélez.