Por estas épocas de crisis mundial viral y de contaminación metropolitana, de amenazas de contagios masivos y de prevención más que de curación, se impone el aislamiento, las cuarentenas y la sensatez de la humanidad.

Por tal motivo la virtualidad, lo digital y el teletrabajo surgen como una herramienta valiosa y fundamental contra el caos sanitario y para la protección de la salud pública.

A tono con esta realidad coincidimos con la nueva contralora de Medellín, Diana Carolina Torres García, de realizar una entrevista virtual cuando ya se acerca a sus dos primeros meses de gestión el frente del control fiscal municipal.

Y es apenas obvio iniciar el diálogo con los dos problemas que hoy afectan y amenazan la cotidianidad de los habitantes de la ciudad: el coronavirus y la contingencia ambiental.

Contralora, saludes desde mi apartamento y le pregunto ¿cómo se vinculó la Contraloría de Medellín a las medidas para hacerle frente al contagio viral?

Desde hace tres semanas iniciamos con campañas de prevención para todos los servidores.

También implementamos puestos de desinfección en las entradas de las dependencias.

Implementamos un horario flexible desde la semana pasada para evitar la movilidad en horas pico.

Igualmente, medidas de trabajo en casa para los servidores mayores de 60 años, para las mujeres en estado de embarazo, personas con enfermedades catastróficas, entre otras.

Así mismo, se dispuso el aislamiento en casa para los funcionarios con síntomas de enfermedad respiratoria.

Estamos articulados con la Administración Municipal para garantizar que los recursos invertidos lleguen efectivamente a donde deben llegar y permitan salvaguardad la salud, el bienestar y la vida de nuestros ciudadanos.

Estamos informándonos permanentemente y tomaremos las medidas necesarias para proteger a nuestros funcionarios, sus familias y por tanto a todos los habitantes de la ciudad y del país.

También solicitamos acompañamiento de la atención prehospitalaria para hacer una inspección a todos los funcionarios y determinar si tienen síntomas relacionados.

El control ambiental es otra de las esenciales funciones de las contralorías. ¿Sobre la crisis en la calidad el aire de Medellín qué ha hecho su entidad acerca de las acciones de la municipalidad y del Área Metropolitana?

Estamos comprometidos desde la Contraloría con el mejoramiento de la calidad del aire de la ciudad. Desde hace varias semanas venimos implementando acciones institucionales orientadas a contribuir con el mejoramiento de la calidad del aire como: la modificación de horarios para descongestionar los sistemas masivos de transporte. Igualmente estamos haciendo seguimiento constante a las acciones de la Administración Municipal y haciendo uso del principio de colaboración armónica de las instituciones no sólo para el tema ambiental, sino también para el grave caso de salud pública que enfrenta la ciudad.

¿Pero se están flexibilizando las restricciones por la calidad del aire para enfrentar el Coronavirus?

El principal derecho que se debe salvaguardar es el derecho a la vida. Considero que como ciudad debemos llevar a cabo todas las acciones necesarias para enfrentar esta situación.

Es importante no alarmar a la ciudadanía, pero debemos estar preparados, capacitar a la población, preparar y reforzar la capacidad administrativa y hospitalaria y tomar todas las medidas institucionales que nos permitan contener el número de personas contagiadas con el virus. Sabemos que es una contingencia y debemos ser ágiles y expeditos para responder ante esta situación que tiene una influencia mundial.

Hablemos ahora del control fiscal. Tras los cambios ordenados por el Acto Legislativo que reformó en el 2019 el régimen de vigilancia de lo fiscal en Colombia ¿cómo está ejerciendo la Contraloría de Medellín esas novedades?

El Acto Legislativo plantea cambios importantes que obligan a las Contralorías del país a tomar acción para articularse con este nuevo modelo de control fiscal.

Para el caso de la Contraloría de Medellín estamos en este momento ajustando la guía de auditoría conforme a los nuevos lineamientos y actualizando nuestros sistemas tecnológicos para asumir el nuevo reto a partir de junio de este año.

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¿Ya conformó su equipo directivo?

Está prácticamente completo el equipo, faltan sólo un par de ajustes.

¿Cómo encontró la entidad, en especial en el campo de la vigilancia fiscal en Medellín?

La Contraloría de la ciudad es una institución con muchos años de historia, compuesta por gente muy comprometida y conocedora de los temas de vigilancia fiscal y actualmente dispuesta a gestionar los cambios necesarios para garantizar el buen desempeño institucional y la supervivencia del control fiscal territorial.

Cuando uno llega a una entidad se encuentran oportunidades de mejorar en los procesos como el de acercarse más al ciudadano y garantizar que los recursos públicos sean invertidos conforme a las necesidades más sentidas de los medellinenses.

¿Qué órdenes ha impartido para la vigilancia de las EPM y de sus inversiones?

Ya iniciamos la auditoría regular de EPM vigencia 2019, la idea es incrementar la cobertura en la revisión de los diferentes proyectos de las Empresas Públicas de Medellín y hacer además un control exhaustivo de las inversiones de EPM en el exterior.

¿Ustedes pueden intervenir en el control fiscal y ambiental en el caso de Hidroituango?

La Contraloría en aras de velar por la correcta inversión de los recursos y tras la finalización del control prevalente por parte de la Contraloría General de la Nación, retomamos este año la función de vigilancia sobre el proyecto Hidroituango, la cual ejerceremos con toda la diligencia y de una manera minuciosa.

¿En lo poco que lleva en el cargo, ha enfrentado problemas, escándalos o investigaciones fiscales?

Actualmente estamos adelantando varias investigaciones importantes. Podría destacar que recientemente hicimos traslados a responsabilidad fiscal por temas relacionados con la planeación del Corredor Verde de la Avenida Oriental.

¿Por qué demandaron su elección como contralora de Medellín?

La demanda se basa principalmente en el hecho de que en el año anterior me desempeñé como contralora General de Antioquia en los últimos meses.

Mi elección como Contralora de la ciudad se realizó en el Concejo de Medellín basada en mi trayectoria, conocimiento y bajo el cumplimiento del régimen de inhabilidades e incompatibilidades previsto.

La prohibición se limita exclusivamente a quien haya ocupado cargos de dirección en el nivel municipal, situación que no ocurrió en este caso.