El director del Complejo Penitenciario Anisio Jobim (Compaj), José Carvalho da Silva, fue destituido de su cargo al ser sospechoso de permitir la entrada de armas a esta prisión de Manaos, capital del estado brasileño de Amazonas, donde una masacre dejó 56 reos muertos, informaron hoy fuentes oficiales.
En unas cartas escritas por dos presos antes de la masacre, Carvalho es acusado de recibir sobornos por parte de Família do Norte (FDN), facción criminal que supuestamente inició la revuelta el pasado 1 de enero contra integrantes del Primer Comando de la Capital (PCC), a cambio de facilitar el acceso de drogas, armas y celulares a la cárcel.
"Cuando recibimos las cartas, él (Carvalho da Silva) fue destituido. Se encuentra cesado para responder a los procedimientos, tenemos que tener cierto cuidado en este momento de crisis", dijo en rueda de prensa el secretario de Seguridad Pública de Amazonas, Sérgio Fontes.
Carvalho asumió de manera interina la dirección del Compaj el pasado 28 de diciembre y anteriormente ocupaba el puesto de director adjunto de la unidad.
La misiva con fecha del 10 de diciembre del año pasado –y divulgada hoy- cuenta además que Carvalho y otro funcionario cuya identidad aún no ha sido divulgada amenazaban a los dos presos firmantes.
Después de la matanza ocurrida entre el 1 y el 2 de enero que provocó la muerte de 56 presos, muchos de ellos del PCC, las autoridades encontraron en el interior del penal un rifle del calibre 32, armas blancas, dos decenas de teléfonos móviles, un router, drogas, además de un martillo y linternas.
La cifra de muertos se elevó después hasta los 60, pues otras cuatro personas fueron asesinadas en la Unidad de Prisión de Puraquequara (UPP), en la zona rural de la capital amazónica.
Además, otros tres cuerpos en avanzado estado de descomposición fueron encontrados en los alrededores del Compaj, mientras que otros cuatro presos fueron asesinados el domingo pasado en otro motín que tuvo lugar en una cárcel pública del centro de Manaos, reabierta para albergar a algunos de los internos de las prisiones mencionadas.
El Ejecutivo brasileño autorizó reforzar la seguridad de los centros penitenciarios de Amazonas, a petición del Gobierno regional, con el envío de la Fuerza Nacional, un grupo de élite que ayudará en la seguridad externa de los presidios.
Los agentes de esta unidad también colaborarán en la localización de los 111 reos que continúan fugitivos, los cuales huyeron aprovechando la coyuntura, ya que hasta el momento las autoridades solo han conseguido capturar a 73.