La masiva llegada de desplazados por la situación de orden público en el Bajo Cauca, sumado al ingreso de ciudadanos venezolanos, tienen a la Alcaldía de Medellín pidiendo la intervención del Gobierno Nacional.
Más de 3.200 personas llegaron a Medellín en el primer trimestre de 2018 desplazados de diferentes municipios de Antioquia, reveló el alcalde Federico Gutiérrez Zuluaga, al llamar la atención del Gobierno Nacional por una situación que desborda la capacidad de atención de la capital antioqueña.
Los hechos de violencia en el Bajo Cauca, de donde proviene un alto porcentaje de esas familias, originó una problemática en la respuesta por parte de la Secretaría de Inclusión Social, Familia y Derechos Humanos, dependencia del orden local encargada de la atención de las personas que han llegado en desbandada huyendo de esa subregión del departamento.
Al menos 1.825 personas se han desplazado desde el Bajo Cauca: de Tarazá, 965 personas; de Caucasia, 221 personas y de Cáceres, 414.
“Está pasando algo muy delicado en esta subregión y eso se lo hemos expresado a la Secretaría de Gobierno del departamento para que ponga mucha atención a esta situación. También de Ituango han llegado 160 personas. Como municipio de Medellín hemos brindado las ayudas humanitarias frente al tema albergue y alimentación.”, señaló Gutiérrez Zuluaga.
De acuerdo con los alcaldes de las localidades más afectadas por el desplazamiento, el motivo principal de la migración es por los enfrentamientos entre grupos al margen de la ley que hacen presencia en la zona: disidencias de las Farc, Eln y clan del golfo. “Es una situación crítica, delicada y humanitaria en la que le pedimos al Gobierno Nacional, a través de la Unidad de Víctimas, que apoye también a Medellín para atender todas estas personas”, agregó el alcalde.
Para la atención de estas personas, la administración municipal ha destinado más de 600 millones de pesos a lo largo de 2018, sólo para atender a esta población que llegó del Bajo Cauca, subregión en la que hasta la fecha, ni siquiera los alcaldes de las localidades afectadas tienen una cifra exacta de las personas que han salido hacia la capital antioqueña.
“La gente se desplazaba de las veredas a las cabezas municipales. Lo que ahora están haciendo la gran mayoría es que se vienen directamente para Medellín. Esta es una situación de orden público muy delicada, la que ocurre en el Bajo Cauca”, explicó el alcalde Gutiérrez Zuluaga.
El secretario de Inclusión Social, Luis Bernardo Vélez Montoya, acotó que las personas que llegan a Medellín han sido atendidas en seis puntos de recepción que tiene la dependencia. En el caso de los niños, prevalece la atención para permitir la escolarización y toda la atención psicosocial. Otras familias, que no han entrado en este censo, han buscado albergue en las viviendas de familias que radican en la ciudad.
Para evaluar esta situación, el 11 de abril se congregaron en el salón Consejo de Gobierno de la alcaldía de Medellín autoridades locales y departamentales, junto a delegados de la Unidad Nacional de Víctimas, Defensoría del Pueblo, Personería de Medellín, Secretaría de Gobierno de Antioquia y de las alcaldías de las subregiones en las que se están originando los éxodos campesinos.
Este hecho se suma al de los migrantes venezolanos que están llegando a la capital antioqueña. De acuerdo con el Colectivo de Venezolanos en Colombia, en Antioquia hay entre 50.000 y 60.000 personas provenientes de este país vecino. Las autoridades locales, en datos preliminares, calculan que solamente en Medellín hay alrededor de 30.000 ciudadanos de ese país.