Medellín quiere convertirse en un Valle dedicado al software, de hecho en algunos titulares ya la nombran como el Silicon Valley en Colombia. Pero no se pretende imitar la exitosa experiencia californiana, “no se trata de seguir otros caminos sino de forjar uno propio”, señala John Freddy Duitama, profesor de la Facultad de Ingeniería de la Universidad de Antioquia.

Este interés por hacer del desarrollo de software una vocación de la ciudad no es algo nuevo, pero el alcalde Daniel Quintero ha mostrado especial interés en ello con su estrategia Valle del Software.

Lea: Así se materializará la Cuarta Revolución Industrial en Medellín

Esta propuesta busca generar nuevas oportunidades y hacer crecer la economía a partir de fortalecer esta área, pero como dice Duitama “desarrollar esta estrategia implica retos tales como lograr un real incremento de la productividad de la industria existente, la generación de miles de empleos bien remunerados, el desarrollo de la industria 4.0 que nos permita especializar y focalizar las iniciativas empresariales de cara al mercado mundial; así como el desarrollo de los primeros pilotos de un nuevo concepto de ciudad enmarcado en los llamados territorios Inteligentes”.

Lucha contra el desempleo

Esta necesidad de un cambio de vocación se plantea debido a la pérdida de empleos en los últimos años, según Quintero, ya que en los últimos dos años han desaparecido cerca de 40.000 empleos, “debido a la desindustrialización y la constitución de una economía de servicios simplificados”. La tasa de desempleo en la ciudad llegó al 10.8% al finalizar 2019, de acuerdo con el Dane.

El problema, según explican los expertos, radica, en parte, en la automatización de las labores, por lo que estos empleos seguirán desapareciendo. Esto es una tendencia mundial. Este fenómeno en la ciudad puede tener un impacto fuerte ya que Medellín tiene una oferta laboral poco calificada y la mano de obra que ofrece puede ser fácilmente reemplazada con el desarrollo de robots e inteligencia artificial más sofisticada.

Para cambiar ese panorama, desde la Administración municipal se plantea realizar transformaciones curriculares, incentivar la creación de empresas relacionadas con la tecnología y el software en las comunas con menor densidad empresarial, gestionar el nombramiento de Medellín como Distrito Especial de la Innovación y la Tecnología e incentivar la investigación científica desde las universidades, en especial en las áreas necesarias para que la estrategia de Valle del Software sea trascendental.

Un largo proceso

Pero lograr posicionar a Medellín como un referente en el desarrollo de software en la región no es algo que se pueda hacer de la noche a la mañana. El profesor Duitama explica que ese es un proceso que requiere unos 20 años.

Él considera que Medellín tiene ventajas comparativas frente a otras ciudades latinoamericanas y se trata de explotarlas. Algunas de esas ventajas son la proximidad a los Estados Unidos, la coincidencia de la zona horaria, la existencia de numerosas universidades, la legislación existente y un gran potencial humano.

Pero es necesario realizar cambios y apostarle a la educación para poder explotar esas ventajas. Según la Andi -Asociación Nacional de Industriales-, actualmente hay un déficit de aproximadamente 20.000 personas para ocupar empleos que requieran conocimiento en desarrollo de software.

Transformación curricular

Para Quintero, la educación es el pilar que hará el cambio. Por ello surge la necesidad de hacer cambios estructurales en la educación básica, media y superior. Es momento de que los estudiantes salgan de los colegios con buenas bases computacionales.

“La formación tiene que iniciar desde la educación básica, por ejemplo los bachilleres pueden salir programando, al menos algunos, haciendo formación media en tecnología, que se gradúen como programadores y desarrolladores de software. También hay que fortalecer la educación no formal, que con seis meses o un año se formen programadores”, indica Duitama

Para el académico, en la educación básica y media es necesario incentivar la formación para la ciencia, la tecnología, las ingenierías y las matemáticas, así como la formación media técnica de los bachilleres, especialmente en áreas relacionadas con las tecnologías de la información, “así mismo, se requiere de la formación masiva de programadores apoyados en los programas de técnicos por competencias que impulsa el Sena”.

En la educación no formal plantea que es necesario aprovechar la existencia de especializaciones en desarrollo de software, inteligencia artificial y ciencia de los datos que ofrecen las plataformas internacionales. 

Otro aspecto importante, que va de la mano con los cambios curriculares, es la creación de una cultura digital en la ciudad. Duitama opina que son necesarios los debates ciudadanos respecto al impacto de las TIC -Tecnologías de la Información y las Comunicaciones- en la sociedad, debates éticos y pragmáticos sobre el tema. También es importante que esta cultura digital permee la industria para que las empresas saquen el mejor provecho de la transformación digital.

Nacimiento de nuevas empresas

Un factor fundamental en la consolidación de Medellín como el Valle del software es que se promuevan iniciativas empresariales en esta área, mejorar la calidad del ecosistema de startups.

“Es necesario hacer políticas de ciudad para incentivar las iniciativas de ese tipo que se desarrollan en Medellín. Que desde las universidades la investigación esté dirigida hacia los mismos focos”, señala Duitama.

Para mantener ese ecosistema saludable e incrementar la productividad de la industria local considera que es una necesidad la integración empresarial así como el desarrollo de programas de adopción tecnológica en las compañías existentes.

Otro aspecto imprescindible para mejorar la calidad de los emprendimientos es conectarlos con la investigación aplicada en TIC en áreas de punta. Para ello plantea la necesidad de la creación de un Centro de Investigación con un programa de investigación y desarrollo enfocado a problemáticas de ciudad, “en donde los resultados de los proyectos desarrollados tendrán como propósito generar prototipos de productos y servicios con potencial en el mercado mundial”.

También considera fundamental la vinculación universidad-empresa-Estado, para aprovechar la experiencia de los investigadores en las universidades. Esto es algo en que coinciden numerosos expertos y empresarios, la universidad y la empresa no deben andar por diferentes caminos.

En cuanto a la legislación que permitiría esos cambios, señala que ya existe, “se trata aprovechar esa legislación. Aunque es probable que aparezcan casos y haya que regularlos, como es el de Uber. Pero para hacer investigación y para empezar a trabajar, la legislación es favorable”.

Llegan nuevas empresas

La llegada de empresas importantes dedicadas al desarrollo de software también mejorarían los índices de desempleo en la ciudad. Por ejemplo, Endava es empresa europea dedicada al desarrollo de software que recién se instaló en Medellín.

Para la escogencia de Medellín como su sede examinaron 17 ciudades en siete países de América Latina, “analizando aspectos tales como estabilidad económica y política, calidad de las universidades y facultades técnicas, infraestructura local, clima de negocios, acceso y proximidad a los Estados Unidos; esto hizo de Colombia nuestra principal alternativa con Medellín y Bogotá. En el caso de Medellín, sus diversas cualidades empresariales y académicas tuvieron una gran influencia, ya que cuando conocimos a la gente, descubrimos que había muchos profesionales de alto nivel, y que la ciudad cuenta con un mercado desarrollándose en torno a la industria de las TIC”, indica Kumail Jetha, líder regional de los centros de ingeniería en Colombia y Venezuela de Endava.

LafargeHolcim es otro grande del mundo del software que decidió radicarse en Medellín. En enero de este año anunció la apertura de su primer Centro de Tecnología de Información “Americas Digital Center” en la ciudad.

Alejandro Franco, director de Ruta N, afirma que migrar de una economía tradicionalmente industrial a una del conocimiento atrae nuevas empresas y con ellas llegan muchos otros beneficios: “Generar empleos formales, sofisticados y mejor remunerados, creando a su vez nuevas demandas de talento enfocadas a dar respuesta a las habilidades que se requieren para la CuartaRevolución Industrial".