Con la llegada del covid-19 las empresas y unidades productivas del sector minero tienen que adaptarse a nuevas formas de hacer su trabajo, lo que implica grandes desafíos para los empresarios, empleados y la comunidad en general.
Entre los grandes desafíos a los que debe enfrentarse el sector minero están la adaptación a las medidas tomadas por el Gobierno, la inversión económica que tienen que hacer para implementarlas y la socialización que todo esto implica.
La minería es que es una actividad rural que maneja altos estándares de seguridad industrial y sanitaria en operaciones masivas y tendrá que adoptar todos los protocolos de bioseguridad para el manejo y control de del riesgo del covid 19, implementando los lineamientos generales del Gobierno en menor o mayor intensidad, de acuerdo a la escala de la autoridad minera.
Lo que quiere decir que las grandes mineras que tendrán que adoptar el protocolo con sistemas más robustos y las pymes lo adoptarán a menor escala, con adaptación a las condiciones particulares de cada unidad productiva.
Así, el periódico EL MUNDO recogió, con el aporte de las empresas mineras, líderes, expertos y las autoridades de gobierno, una serie de requisitos que deben cumplir las compañías de este sector para adaptarse a las nuevas condiciones de trabajo.
1. Cumplimiento de la resolución 0000797 del 20 mayo de 2020, emitida por el Ministerio de Salud y Protección Social para el sector de minas y energía, por medio de la cual se definen las medidas de control de bioseguridad para la empresa, los trabajadores y las comunidades aledañas donde hay mineras.
2. Una capacitación efectiva y permanente a todos los trabajadores sobre el cuidado de la salud, que deben tener tanto en el trabajo como en la casa.
3. Cambiar los sistemas de trabajo, con métodos rotativos de jornadas laborales de mayor extensión.
4. Realizar las actividades mineras en células de trabajo más pequeñas y con distanciamiento social para reducir el contacto laboral.
5. El primer control sanitario se debe hacer al ingreso a las instalaciones generales, este debe incluir medida de temperatura corporal, desinfección (lavado de manos y zapatos) y llenar el registro de declaración de condiciones de salud, en la encuesta individual.
6. En las áreas comunes tener dispensadores para el lavado constante de las manos.
7. Un segundo control en el ingreso a la unidad de trabajo, lo que permite focalizar la acción de los trabajadores en los frentes de labores.
8. Establecer estándares de distanciamiento social en campamento minero, medios de transporte, alojamiento, comedores y zonas de esparcimiento.
9. Uso de equipos de protección personal obligatorio y cumplimiento estricto del protocolo de bioseguridad por parte de todo el personal laboral y de personas externas que tenga que ingresar a las instalaciones por fuerza mayor.
10. Desinfección periódica en áreas comunes y vehículos de transporte.
11. Activar un protocolo de bioseguridad para el ingreso y salida de insumos y suministros a la mina.
12. Dicho protocolo se debe socializar con las autoridades municipales, la unidad de salud y las comunidades donde operan y enviar copia a la autoridad minera.
13. Es obligatorio cumplir un protocolo especial para casos sospechosos.
A parte de adaptarse a todos estos controles, el mayor desafío para la minería en Colombia es aportar al desarrollo económico, social y de seguridad, esto se ve reflejado en que el 80% de los recursos para atender la pandemia ha sido producto de las regalías mineras, que según un comunicado emitido por la Agencia Colombiana de Minería, ACM, el pasado 7 de abril, “los $12,1 billones que el Gobierno ha destinado para atender la emergencia provienen del Fondo de Ahorro y Estabilización, el cual forma parte del Sistema General de Regalías”.
Esto sin contar con todo su apoyo a las comunidades en donaciones de mercados, agua, elementos de aseo y de protección, entre otros, y la asesoría que muchas mineras están prestando a otras actividades productivas en su proceso de reactivación económica.
Al respecto Jorge Jaramillo, secretario de Minas de Antioquia, expresó: “lo primero es preservar la salud de los trabajadores, la familia y la sociedad en los sitios donde las unidades mineras tienen su plan de extracción, reconocer que la minería es un sector aliado de la bioseguridad, porque de hecho, los operaciones mineas se realizan bajo estrictas condiciones de seguridad industrial, lo que ha servido de ejemplo para otras industrias y que, además, las mineras cuentan con unidades de emergencias y de salud, preparadas y entrenadas para atender emergencias, y en la situación actual han servido de apoyo para las municipalidades y regiones donde tienen su actividad, igualmente, ha sido fundamental el apoyo que han brindado en ayuda humanitaria y a la infraestructura hospitalaria, local y del departamento para enfrentar la amenaza del covid-19”.
Y agregó: “es importante agradecer a las mineras, alcaldes y comunidad, en general, por la responsabilidad con que han afrontado esta situación, prueba de ello es que solo se han presentado casos aislados de contagio por el covid-19, lo cual es digno de resaltar, este gran esfuerzo que con seguridad ha significado multiplicar las acciones en favor de la sociedad”.