El edificio Bernavento fue construido entre 2008 y 2009, y fue entregado en 2010. En 2016 fue evacuado voluntariamente y en enero pasado se inició labor de reforzamiento, pero en marzo se presentaron problemas de asentamiento.
Para el sábado 23 de junio quedó proyectado el derribamiento del edificio Bernavento, ubicado en el sector de la Loma de los Bernal, cuyo costo será de 2.467 millones de pesos.
Así lo informó este miércoles Verónica de Vivero, secretaria general de la Alcaldía de Medellín, quien aseguró que el valor del proceso se hará efectivo a los responsables de los daños y a la copropiedad.
“Al responsable de los daños se le cobrarán los costos del derribamiento. Se ha hablado de diferentes escenarios de responsabilidad. Allí los actores cambian, de acuerdo a la información que se tiene. Pero el mensaje de tranquilidad que se les quiere dar a los propietarios es que en ningún momento al municipio de Medellín le interesa hacer el cobro de manera exclusiva a la copropiedad. Como Estado tenemos la responsabilidad de cobrar lo que podría ser para nosotros un detrimento patrimonial calificado por un órgano de control. Estamos obligados a interponer acciones judiciales y un juez de la república determinará quién será el que responda por esos daños, por el costo del derribamiento”, aseguró la funcionaria.
“Le cobraremos a quien haya generado el daño. Hablamos con los propietarios y les explicamos los diferentes escenarios de responsabilidad técnica en toda esta situación y que buscaremos la ruta más favorable para ellos”, insistió.
Jaime Enrique Gómez, director (E) del Departamento Administrativo de Gestión del Riesgo de Desastres (Dagrd), detalló el antes, durante y después del derribamiento: “Lo primero es diferenciar derribamiento de implosión. Esta última implica que todo el edificio queda hecho escombros, se cae todo, desde el último al primer piso. Para este proceso, por temas de espacio físico, necesitamos que los dos primeros pisos, que corresponden a los parqueaderos, no caigan para que nos sirva de espacio para soportar los escombros de niveles superiores y no se afecten otras estructuras”.
“Tenemos la firma de acta de inicio, este 9 de mayo -prosiguió Gómez-, después de la revisión y aprobación de las pólizas de parte de los jurídicos, al igual que la entrega de radicados, unos estudios de análisis de vulnerabilidad, plan de manejo ambiental, movilidad, y de socialización. Todas estas son etapas que se deben tener antes de empezar el proceso”.
“El proceso de preparación del edificio duraría aproximadamente hasta el 21 de junio, fecha en la que sería la carga de los materiales de voladura para realizar el proceso de derribamiento, que se haría el 23 de junio. Depende de varios factores, uno de ellos es de todos los permisos que se requieren de parte de la Cuarta Brigada y el suministro del material de parte de Indumil. También depende de las condiciones o comportamiento del edificio durante la preparación. Tenemos que ser muy cuidadosos, el tema de seguridad es fundamental y vamos a llevar a cabo un monitoreo estricto de la estructura”, dijo el funcionario.
“El 23 de junio, después del derribamiento se hará una inspección por parte del equipo técnico del Dagrd, se revisan los equipos de monitoreo que se tienen en las estructuras vecinas con el fin de verificar las condiciones de habitabilidad de las estructuras que tienen recomendación de evacuación temporal, como el edificio Hábitat y el edificio Bernalejas. Después de esta evaluación esperamos que al día siguiente se levante esta recomendación de evacuación temporal. Los otros edificios que no tienen recomendación de evacuación deberán salir de sus casas durante esa mañana y podrán regresar esa misma tarde. El inicio del retiro de escombros sería al día siguiente y esperamos tener el lote limpio el 19 de julio, las revisiones y el acta de terminación del contrato”, concluyó Gómez.