El carbón ha dejado ya de ser allí la principal fuente de generación eléctrica, ante la creciente importancia del gas y de las renovables.
El consumo global de carbón, que ya ha caído dos años consecutivos, va a permanecer casi estancado de aquí a 2022, con un incremento medio anual del 0,5% desde 2016, frente al 1,2% de ritmo de subida que se registró durante el decenio anterior.
En su informe anual sobre el carbón publicado este lunes, la Agencia Internacional de la Energía (AIE) explicó que India y otros países del sudeste asiático, como Pakistán y Bangladesh, van a ser los responsables de la progresión de la demanda mundial, al compensar la caída en los miembros de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (Ocde) -Estados Unidos incluidos- o en China.
El peso relativo del carbón en la energía a escala global se ha reducido al 27% en 2016, tras el descenso del 1,9% ese año, y caerá todavía más, hasta el 26% en 2022.
Ese año, el consumo previsto será de 5.534 millones de toneladas, frente a los 5.357 millones de 2016, en gran medida por India, con un aumento de 135 millones de toneladas en ese periodo, a un ritmo del 7,1% anual.
Para el que ya es el segundo mayor consumidor de carbón en el mundo, por detrás de China, eso supone una aceleración respecto al 2,4% de ascenso constatado en 2016 y también si se compara con el 6,8% anual del decenio precedente.
En los países de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (Asean) la cadencia de ascenso será del 5,9% cada año entre 2016 y 2022, con tasas particularmente elevadas en Pakistán, Indonesia, Vietnam, Malasia y Filipinas.
Frente a eso, la AIE confirmó la inflexión de China, que tuvo su pico en 2013 y desde entonces lleva ya tres años consecutivos de descenso (fue del 4,7% en 2016), esencialmente por el abandono del carbón por la industria y el sector residencial.
En cualquier caso, en el horizonte de 2022, el carbón cubrirá todavía en torno al 55% de las necesidades energéticas del gigante asiático, que seguirá suponiendo el 49% del consumo global y el 46% de la producción.
En Estados Unidos, pese a las medidas del Gobierno federal en favor del carbón a comienzos de este año, los autores del informe descartan que se produzca un cambio de tendencia en el retroceso del consumo.
La baja del que sigue siendo el tercer mayor consumidor del mundo de carbón fue del 7,5% en 2016 y debería situarse de media en el 1% anual hasta 2022, para quedar en 470 millones de toneladas ese ejercicio.
En la Unión Europea, los dos países protagonistas del mercado de este combustible son Polonia y Alemania, que representan más de la mitad del mercado.
Para Polonia, la agencia prevé que su demanda se va a mantener estable hasta 2022, mientras que en Alemania va a perder peso, y eso aunque se van a cerrar en este periodo más centrales nucleares.